Narra Jennifer
-Cálida como el sol...- repetí. -Qué romántica saliste.- ella rió y juro que fue el sonido más hermoso que había escuchado en mi vida.
-Sólo es la verdad.- levantó su cabeza de mi hombro y me miró. -Quiero ver tu dibujo.- asentí con la cabeza y me incliné tomando el cuaderno que estaba a mi lado y dándoselo. Ella sonrió y lo abrió. -Eres increíble dibujando.
-Lo sé.- dije con un aire de ego.
-Y muy humilde.- agregó riendo. Yo la acerqué más a mí haciendo que volviera a recostarse sobre mi hombro. -Este día ha sido perfecto.- Gabriela dirigió su vista hacia el horizonte donde el sol ya se había ocultado por completo. -Gracias.- tomó mi mano.
Solo te estoy protegiendo.
-A ti.- corregí. -Por ser novia de esta orgullosa pero hermosa chica.- reí. Ella me imitó y volteo su rostro para verme.
Su sonrisa se desvaneció lentamente mientras miraba mis labios. Me incliné un poco con la intención de besarla pero me detuve.
¿Qué estoy haciendo?
-Deberíamos ir a casa.- sugerí. No iba a besarla. No. No era mi novia realmente, sólo la estaba alejando de Railey y Taylor. Sólo la protegía.
-Claro.- murmuró decepcionada poniéndose de pie. Lo sé, ella quería que la besara.
***
-¿Por qué me cargas a cada rato?- dijo Gabriela exasperada.
-Porque nunca quieres hacerme caso.- reí mientras la llevaba sobre mi hombro. -Además así es más divertido, ¿no crees?
-Tienes una obsesión con divertirte.
-Por supuesto, es lo principal en mi manual de vida.- sonreí llevándola al auto.
-¡Pero no me quiero ir!- se volvió a quejar entrando en el auto.
-La señorita responsabilidad no debe coger un resfriado y faltar a clases.- usé una voz de reproche. Ella puso los ojos en blanco.
-Sólo cinco minutos más, por favor.- hizo un puchero. Quería ceder, la verdad anhelaba estar allí con ella toda la noche. Pero precisamente por eso me negaba, no me iba a acostumbrar a conceder sus caprichos o a disfrutar de su compañía por mucho tiempo.
Sólo la debes proteger.
-No.- negué con la cabeza cerrando la puerta del copiloto. Me dirigí a la orilla recogiendo el caballete y las pinturas.
Estaba frío pero era un lugar hermoso. Una lastima no poder quedarnos un rato más.
***
Mientras me cambiaba de ropa recibí un mensaje de texto.
[Paula] ¿Qué tal si nos vemos esta noche? ¿O tu novia te pega? En todo caso ella no se enterará.
Fruncí el ceño. Hoy fue un día maravilloso, y tener sexo lo haría mejor, ¿entonces por qué la idea no me agradaba? Sin embargo, precisamente porque no me agradaba fue que me volví a cambiar la ropa a algo las seductor que el pijama que recién me había colocado.
***
-Llegas tarde.- alzó una ceja.
-Cállate.- estaba de mal humor, pues tuve una discusión con Gabriela.
Flashback
-¿A dónde vas?- preguntó somnolienta. ¿Se había despertado por el ruido de la puerta?
ESTÁS LEYENDO
Cálida como el sol. (Yuri)
RomanceContinuación de "A su lado no hace frío" pero con una historia diferente... Sus respectivas hijas. Jennifer era orgullosa, hermosa, para nada humilde y segura de sí misma. No dudaba en decir su opinión sin importar las consecuencias. La rebeldía era...