El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)

Capítulo 35

Esto es a lo que le temía, de cierta forma, y es porque causa una extraña sensación de revolvimiento dentro de mí, nunca había querido considerar lo obvio, es demasiado retorcido y me siento mal por ello porque estoy de acuerdo, para él parece la única manera de aliviar su alma.

Al principio lo sospeché y conforme lo fui conociendo quise olvidar esa posibilidad, el Harry de antes no lo pensaría siquiera, sería un rotundo no como respuesta; pero el Harry que conocí ya había cambiado mucho desde entonces, el Harry del que estoy completamente obsesionada sería capaz de cualquier cosa, incluso eso, y más. Acepte el riesgo innumerables veces, cuando rechacé irme con el sheriff contra mi propia seguridad, cuando me ayudo a esconder un cadáver, cuando lo escuche hablar en la pequeña bodega, cuando me siguió completamente ebrio en su motocicleta a más de ochenta kilómetros por hora, cuando me ha dado más sustos de muerte de los que puedo contar... siempre ha sido sincero en cuanto a su personalidad y lo que sería capaz de hacer.

El confió en mí y me acepto cuando todo parecía ser que yo era una asesina, me ayudo y fue mi cómplice sabiendo que corría el riesgo de que pudieran haberlo culpado, y que gracias a eso estén sobre de él, investigándolo. No sé ni siquiera porque me sorprende tanto, y tampoco porque es que estoy pensándolo demasiado. Él fue bueno, pero ya perdió parte de eso junto con las personas que más quería en el mundo, he estado ayudándolo y lo seguiré haciendo, fue una promesa; solo espero que encuentre la calma y satisfacción que busca con eso, porque si no lo hace, lo consumirá por completo.

Debo aceptar también el rencor y necesidad de venganza de su corazón junto con todo lo demás, porque de algo de lo que estoy segura es que si amas a una persona, lo haces sin condiciones, es porque estas dispuesta a aceptarla, con todo lo malo y lo bueno, y aunque suene retorcido, no merezco amar a Harry siendo sincero y dulce si no puedo con sus oscuros deseos, no sería justo y no estaría dispuesta todo.

Pienso en todo lo que podría salir mal, pienso en todas esas parejas psicópatas de los noticieros y me niego a creer que podamos llegar a ser una, no me gusta la idea de parecerme a ellos, y aunque no asesinemos a personas por gusto, la posibilidad cabe aun en mi cabeza. ¿Estaría dispuesta a matar por él?... no, no sin un motivo razonable. No estaría bien. Pero de igual manera seré cómplice, bueno, bajo nuestro contexto, eso no sería algo extraño, donde la muerte es un ser ocupado y un cuerpo existente, donde el proceso por el que muere una persona es más complicado de lo que cualquiera pensaría, donde hay subordinados de la muerte con poderes sobrenaturales y manuales con reglas estrictas que seguir, donde existen criaturas espeluznantes así como todo tipo de seres extraños y demonios, un dios, y dimensiones alternas a la nuestra.

¿Cómo es que llegue a todo esto?

—Tenías que saberlo –dice frío, como si hubiera pensado en ocultármelo—, tenía que decírtelo en algún momento, porque es algo que ni siquiera tu podrás cambiar.

—No pretendo hacerlo –me doy la vuelta, quedando de espaldas a él y tomo una gran inspiración—. El día en que creí haberme convertido en una asesina estaba paranoica, asustada; pero no era tanto por el haberlo hecho sino por la pequeña satisfacción que me brindaba quitármelo de encima, un problema menos para mí mama y para mí. Pero hubo una consecuencia, y eso es lo que quiero que entiendas. Cuando el murió mi madre se dejó, y me odio por algo de lo que no tenía conocimiento, me culpo por no saber nada de él y porque la había abandonado, eso me rompió aún más. Estuve hasta el final con una persona que me vio como un obstáculo y me detestó. El la uso como capital para su negocio de drogas, planeaba quedarse con sus bienes y se las administraba; lo peor de todo es que la abandonó sola en esa clínica de rehabilitación, no fueron las drogas lo que la mato primero, sino él –vuelvo a tomar una gran inspiración y hago acopio de mantener mis piezas juntas para terminar lo que quiero decir, la garganta me duele de tanto forzarla, es como si tragara una enorme roca y la desgarrara—. Al día de hoy, si yo fuese quien lo mato no me arrepentiría tanto, no como al principio, porque lo merecía, era una basura y me robo a la persona que debió ser la mejor de mi vida, así que te entiendo, si quieres acabar con la persona que te quito todo está bien, yo estaré ahí contigo como tú lo hiciste conmigo.