~ "Necesito saber si esto es una locura, porque no estoy siendo yo misma. Últimamente algo está pasando." ~ Crazy?- Kat Dahlia.
Abrí los ojos y el doctor me brindó una pequeña sonrisa pero desapareció inmediatamente de su rostro. Mi cuerpo se sentía extraño, pesado. Mi mente procesaba las cosas lentamente y como si fuera un cuenta gotas los recuerdos tardaban en llegar.
-Tranquila, tuvimos que sedarte, tu cuerpo está haciendo cosas extrañas y estamos estudiando si son consecuencias del accidente.- Me explicó el hombre mientras revisaba las máquinas que sonaban a mi lado.
-¿Y mis padres?- Pregunté algo angustiada, la mirada del doctor no reflejaba nada bueno.- ¿Y mi familia?- Insistí.
Mi cabeza me recordó lo sucedido. Cerré mis puños y un frío gélido me invadió. Tenía un mal presentimiento y eso me llenó de angustia. Sabía que ellos estaban mal pero aún pequeño rayo de esperanza los imaginaba vivos. Mi vista se volvió borrosa por culpa de las lágrimas pero podía ver como la camilla en la que reposaba se cubría de un líquido espeso y negro. El doctor corrió hacia la puerta y desapareció. ¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué el doctor no me ayudaba? ¿Dónde estaban mis padres? ¿Y Freddie? Necesitaba verlos. Me estaba asustando, el líquido salía de mis manos a borbotones y ahora bañaba el suelo. ¿Qué era eso? ¿Y si yo era la que no había logrado sobrevivir? Así era la bienvenida en el infierno, ¿No? No, sentía mi corazón acelerado podía asegurar que estaba viva o eso creía. Toda la habitación estaba manchada y todo venía de mis manos. Las levanté examinándolas.
-¡Ayuda!- Grité aterrada. -¡Por favor!-
-Shhhh, no llames más la atención.- Una voz decrépita habló, acercándose.
Una anciana pequeña de cabellos grises me tomó del brazo con delicadeza y con la otra mano me limpió las lágrimas. Mi visión se aclaró y pude ver mejor la habitación. El suelo, antes blanco, ahora era totalmente negro. Esa sustancia viscosa no paraba de salir de mis manos y empezaba a trepar las paredes. Mis ojos empezaban a llenarse otra vez de lágrimas. Todo mi cuerpo, cada célula estaba inundada de un oscuro miedo.
-Cálmate.- La mujer puso su mano en mi pecho.
-¿Qué me está pasando?- Pregunté espantada.
-No te puedo explicar ahora pero confía en mí.- Miró la puerta rápidamente. - Necesito que respires hondo y pienses en esta habitación limpia otra vez, sin ningún rastro de esto.-
-¿Qué?- Lo que decía la anciana no ayudaba.
-Niña, no tenemos todo el día, apúrate.- Ella me miró con firmeza, algo me decía que debía hacerle caso.
Asentí con mi cabeza y cerré los ojos. Obedecí desesperada a lo que había dicho esta misteriosa mujer y respiré hondo. Pensé en la habitación blanca, como lo estaba antes. De repente, sentí como el frío empezaba a abandonar la habitación. Volví a respirar hondo otra vez y sentí como las luces titilaron por un momento. Seguí con los ojos cerrados tratando de contenerme y de convencerme de que eso iba a funcionar o mejor, que todo había sido una alucinación.
-Ya puedes abrir los ojos.- Dijo dulcemente la anciana.- Ahora, vístete.- Dejó un pequeño bolso en los pies de la cama y se dirigió a la puerta.
-¿Qué?- Confundida abrí los ojos.
-Que te vistas.- Volvió a repetir desde la puerta. -Tenemos que salir rápido de aquí.-
Miré la habitación sorprendida, estaba limpia otra vez y sin ningún rastro de esa sustancia oscura. Había sido una fantasía causada por mi cabeza. ¿O no? Mis manos aún estaban sucias. Aparté la mirada aún asustada pero ahora tratando de controlarlo. Miré el bolso a los pies de la camilla. ¿Salir?
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Dorchadas Álainn ||H.S|| a.u (Wattys 2019)
Fanfic>>>>>EN CORRECCIÓN <<<<La muerte de su familia la marcó, le obligó a cerrar el corazón. Un poder nuevo, sombrío y peligroso, la alejó de todos. Una nueva responsabilidad la hizo madurar de golpe. Ciara aprendió a controlar...