Y otra vez lunes. El día en el que me transformo en un viejo gruñón que no desayuna, no dice nada y sale de casa con los auriculares puestos. Solo rogaba para que no me encontrara al negro en el camino. Esta vez mi mejor amigo no vino a acompañarme el medio camino que teníamos juntos antes de separarnos porque prefería ir a despedir a mi hermano al metro. En serio, si quería que Minseok no se diera cuenta de sus sentimientos, debería disimular un poco, no sé. Es un baboso con mi querido y estúpido hermano. Seguramente él ni sospecha que tiene a BaekHyun suspirando por él.
Al llegar a clases parecía que nada hubiera cambiado. Y cuando digo nada, es nada. Todos volvían a mirarme como lo hacían desde que llegué hasta este maldito lugar. ¿Qué demonios sucedía? ¿Dónde está el negro?
-Woow, así que esta era tú vida antes. Te miran todo, Kyungie.
Nombra al diablo y el diablo aparecerá. Jongin había pasado uno de sus brazos por encima de mis hombros con su típica sonrisa. Yo estaba de más de perdido. Ahora nos miraban a los dos. Lo que yo digo, Simios todos.
En clase no fue diferente, nada más entramos todas la miradas se clavaron en nosotros como si hubiéramos cometido algún crimen o algo de ese estilo.
-¿¡Qué miran!?
Okey, Kyungsoo los lunes no te sientan bien. Después de gritarle al Zoológico que tengo que compañeros, todos dieron un brinco en su asiento y se concentraron en otras cosas mientras Jongin me miraba sorprendido. Mientras me sentaba en mi sitio con un aspecto de lo más fastidiado, la garrapata se reía a mi lado, sacando sus libros.
-¿Siempre eres así cuando empieza la semana?
-me pone nervioso que me miren tanto.
-¿Pero no querías volver a ser el centro de atención? –Preguntó mientras en su rostro se reflejaba su clara confusión.
¿Cómo explicarle a este Orangután que la forma en la que nos observaban no era del todo normal? No, volvía a tener la sensación de que algo no iba bien, como cuando Jongin llegó a mi vida. Pero preferí no decir nada y simplemente me estaba volviendo paranoico.
Las horas pasaron y parecía no haber ningún cambio significativo después de lo sucedido con las miradas. No volvieron a atreverse a mantenerme la mirada, pero si cuchichearon, mucho y yo no sabía que era peor. Bueno por lo menos podía ponerme los auriculares y hacer oídos sordos.
Las clases pasaron lentas y aburridas, el último profesor de la mañana ni siquiera vino ya que estaba ingresado en el hospital por una repentina apendicitis del que tuvieron que operarlo durando el fin de semana de urgencias. Y esa hora la utilizamos para seguir estudiando. Pude volver a notar las miradas en nosotros cuando le preguntaba al negro sobre temas del cual no tenía ni idea y él me ayudaba... ¡Ahh! ¿por qué la gente es tan chismosa? Incluso sus inútiles intentos de disimular no sirvieron de nada.
Lo que fue diferente fue la hora del almuerzo y más que nada porque no podía volver a gritarle a todos que me dejaran en paz a mí y a Jongin. Sí, me preocupo por la maldita garrapata pero más que nada porque seguramente él estaría igual de molesto que yo, ya que estuvo todo el día callado y sin comentar anda como suele hacer.
Si Jongin no me molestaba era peor. Me sentí ignorado por él y eso me sentaba aún más mal que lo que la gente hablara de mí. Comenzaba a extrañar de una forma bien estúpida su forma de ser tan alegre. Ah, necesitaba de la alegría que a mí me faltaba.
El teléfono vibró en el bolsillo de mi compañero mientras comíamos, y sin poder evitarlo, me acerqué a él con la intención de poder ver qué era lo que lo había distraído y había provocado en él la sonrisa que yo no pude traer.
-¿¡Qué demonios es eso!?
-Oye, no mires. Son cosas privadas.
-No son privadas si salgo yo ahí, bicho. Enséñame eso bien.
Aunque hizo el ademán de alejarme de su teléfono, me las apañé para arrebatárselo de las manos y así mirar con mayor comodidad la pantalla. Era un mensaje de un tal Tae en el que tenía una foto de Jongin y yo el día de nuestra ''cita de estudios'' de una forma muy amistosa. Ohh... ahora todo tiene sentido.
La gente nos miraba raro por eso y no es para menos. Nunca fui de los que de los que se juntaran con otros para salir o algo de eso. No me gustan los Simios así que no iba a salir con ellos. Fin.
Pero claro, ayer había hecho una excepción con Jongin y ahora la gente pensaría a saber que cosas con el tema.
-¿Sabías que por esto nos miraban así verdad? –Me preguntó acercándose a mí, apoyando sus codos sobre la mesa.
Unas extrañas exclamaciones se escucharon por toda la cafetería, dejándome más confundido del comportamiento animal. ¿Las chicas gritan siempre o solo porque les gusta llamar la atención y confundir a la gente?
-Al parecer a las mujeres les gusta nuestra amistad.
-Baja de tu nube, negro. ¿Cuándo hemos tenido tú y yo una amistad? –No pude evitar poner mi pose arrogante en ese momento.
-Debemos tenerla a la fuerza entonces. Las chicas han comenzado a vernos como sus Idols.
-¿Sus Idols?
-Fanservice, Kyungie.
A mí no me jodan, yo no era de esos niños que estaban en grupos ahí cantando canciones de amor a chicas inexistentes, que después hacían extrañas muestras de amor hacia sus compañeros del mismo sexo. No me gusta eso de ser emparejado como Jongin en ese tipo de cosas. Todos menos él. Casi que prefería a la estúpida de Krystal.
-¿Quién es ese Tae? –Le exigí saber, cruzándome de brazos.
-¿Ah? Nadie...
-¿Ya comienzas a ocultarme cosas?
-No tenemos ninguna ''amistad''. Así que no estoy obligado a contarte nada.
Fuck. En eso tenía razón el muy renacuajo. No éramos amigos así que no podía reclamarle nada de lo que hacía o dejaba de hacer así que él no estaba obligado a contarme qué era lo que pasaba con ese tipo, ni él tenía el suficiente derecho para preguntarle sobre el tema.
-Bueno... podríamos intentar ser amigos. ¿Sí? –Le propuse en un casi inaudible susurro.
En serio Kyungsoo dos, me volverás loco. ¿Por qué hablo sin pensar antes las cosas? Ahora sí que no te libras de tu garrapata, mira cómo te observa. Se ha iluminado como un árbol de navidad. Dios... ahora tengo dos opciones: decirle que estaba de broma o ser su amigo realmente. Ambas opciones eran crueles tanto para mí como para él. Ni yo sé cómo Baekhyun me aguanta.
Mr.Potter - DIA
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Orgullo vs Orgullo [Kaisoo]
Fanfiction¿Sabéis qué es lo que más odio? Que me quiten lo que es mío, lo que tanto me costó conseguir. ¿Pero qué es lo qué odio más? ¿Qué es lo que más me molesta por encima de todo? ¡Él! Sí, Kim Jongin... un negro poseedor de una sonrisa tan estúpidamente p...