Cap. 3

30 1 0
                                    

No dejaba de pensar en la decisión que hace un rato había tomado, estaba algo distraída pero logre hacer el desayuno sin ningún problema. Lo acomodé en el comedor y me dirigí rápidamente a la cocina no quería tener ningún problema.

Me sentía algo incomoda pero no era mi incomodidad sino de Sora, ella estaba preocupada.

¿Qué te pasa Sora? Te siento preocupada –Sora se movía de un lugar a otro y me estaba volviendo loca

No sé qué me pasa mi instinto me dice que algo malo nos va a pasar –su voz denota la preocupación y algo más, como el miedo o algo parecido

¿Desde cuándo te sientes así?

Desde hace un rato. Cuando estabas leyendo la carta me sentía segura pero después una melancolía me golpeo. Solo te digo que tengas cuidado hasta que todos se hayan ido y después hay que largarnos

De acuerdo, estaré atenta. Gracias Sora –todavía no me acostumbro a que se preocupen por mí

No tienes por qué agradecer, ahora somos una y siempre cuidare de ti

El desayuno transcurrió sin ningún problema, pero mis hermanos tenían otras ideas.

Escuche a mi madre salir y luego a mi padre que iba hablando con Beatriz pero me extraño que no escuchara las sillas de los chicos. Al pensar en ello como si fuera una orden las tres sillas se movieron y los pasos se escucharon en dirección hacia donde yo me encontraba. Los nervios se instalaron en mi estómago y el mal presentimiento de Sora tenía justificación, que mis hermanos se quedaran nunca es bueno.

De Carlo no tengo tanto miedo como de Alex y Caín pero sé que él no hará nada para detener lo que esos dos tienen planeado.

Escuche a Sora gruñir cuando los tres entraron en la cocina. Alex tenía una sonrisa pervertida y en sus ojos se miraba divertida. Caín me miraba divertido pero su sonrisa coincidía con sus ojos. Carlo, él me miraba como si quisiera disculparse, pero nada se reflejaba en su rostro.

Retrocedí hasta que me topé con el mueble. La sonrisa de Alex se agrando

Hola querida Delia –su voz me causo escalofrió

¿Necesitan algo? –me felicite por no tartamudear, pero mi voz sonó suave casi como un susurro

Mmm si lo pensamos bien creo que si –dice Alex acercándose ­–pero creo que tal vez nosotros podamos ayudarte

¿Como? –estaba realmente asustada nunca me habían ayudado y su ofrecimiento no me venía muy bien

Si no me equivoco pequeña Delia o ni tan pequeña, ayer cumpliste años y hoy te voy a dar tu regalo –termino de dar los pasos que le faltaban para estar tan cerca de mí como le fue posible y con su mano acaricio mi mejilla, no puede evitar el impulso de alejarme, su toque me da repulsión

¿De qué hablas Alex? –un confundido Carlo y otro Caín igual lo miraban

Ella ya es grande y como regalo te voy hacer mujer... –mis ojos se abrieron y cuando miré a mis otros hermanos ellos estaban igual que yo, creo que la sorpresa nos golpeó a los tres por igual

No...no...puedes soy tu hermana –dije tratando de salir de allí quería alejarme de él

¿Quién mejor que tu hermano para hacer eso? Ahora veamos que tenemos

De un movimiento tomó mis brazos y me subió en la mesa y se trepó sobre mí. Reaccione cuando trato de quitar mi blusa pero no se lo iba a permitir.

Más que una simple LobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora