Una cena...

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Narrado por Helena.

Me encontraba bajando las interminables escaleras del castillo Lovelance, era el lugar al que había tenido que entrar con toda la precaución de todo el mundo y sin embargo aquí me encontraba, tendría que haber un cambio de planes.

El vestido que me había dado Mikael era realmente hermoso y para mi sorpresa me quedaba a la perfección, el único problema era que había tenido que hablarle a una de las chicas de la servidumbre para que me indicara como ponérmelo ya que yo nunca había usado algo tan lujoso, la verdad es que había sido un proceso cansado porque aquella chica había tenido que ajustar aquel vestido para que se aferrara a mis curvas, lo único que me dijo antes de irse para dejarme sola de nuevo en aquella habitación fue que la llamara antes de que decidiera quitármelo ya que era un proceso igual de difícil, mencionó que algo que me dejó intrigada , ella dijo "Yo solía ayudarle con los vestidos a la señorita Katherine" pero al preguntarle por Katherine la mujer solo había abierto mucho los ojos y se había retirado inmediatamente...¿Quién era Katherine?

Cuando me había mirado en el espejo había recuperado toda la confianza que Mikael había derribado con un solo roce. Me había dado un vestido color escarlata, era realmente elegante ya que se ceñía a mi cintura haciéndome ver totalmente delicada, por la espalda se cruzaban sus lazos para ajustar el vestido a mi figura, dejaba al descubierto mis hombros y luego de ahí las mangas llegaban hasta mi muñeca adaptándose igualmente a mi piel, tenía unos pequeños detalles dorados que me hacían resplandecer aún más y también una falda lisa del mismo color que llegaba hasta mis pies. Era hermoso y me hacía relucir entre toda aquella oscuridad, incluso mis labios parecían ser de un color más pálido entre aquella gama de colores, toda mi piel contrastaba a la perfección, me coloqué unos delicados zapatos que aquella mujer que me había ayudado anteriormente había colocado en la entrada de mi habitación. Era una especie de resplandor en aquel oscuro cuarto. Arreglé un poco mi cabello para que se luciera igualmente estando suelto, se habían formado unos pequeños rulos en las puntas que me hacían ver totalmente acorde con la vestimenta que llevaba puesta.

Ahora casi me estaba al final de las escaleras y no tuve que adivinar dónde se encontraban todos los demás ya que los ruidos de diversas risas de hombres se escuchaban desde donde estaba. Caminé con algo de dificultad hacia una pequeña sala apartada en la cual había una mesa muy larga con al menos diez sillas de cada lado y el cada extremo una donde se sentaban dos hombres de aspecto verdaderamente dominante. El lugar estaba repleto de hombres y sus acompañantes que eran unas chicas que parecían no molestarse en mostrar su escote sin vergüenza alguna. Todos esos hombres tenían un aspecto que era totalmente lo opuesto de aquel maravilloso lugar, había algunos que parecían tener la edad de Mikael y que de igual manera poseían unas facciones duras pero al mismo tiempo con cierta belleza. Poco a poco entré en aquella sala y las risas de los hombres se apagaron una a una al mirarme, incluso un chico que parecía demasiado entretenido besando a su chica se detuvo para mirarme. Me quedé pasmada por completo y traté de no verme demasiado nerviosa.

"Recuerda que tu debes tener el control" me dije a mí misma mientras buscaba por el salón a Mikael, apenas iba recorriendo la primera parte cuando sentí un estremecimiento, en aquel momento me volví hacia una de las sillas del centro y me encontré con los divertidos ojos de Mikael y con su sonrisa burlona.

Los hombres aún me miraban y ninguno parecía querer romper el silencio que reinaba en aquella habitación, entonces fue cuando miré a Mikael de nuevo pensando que él po'dría ayudarme y no tardé en darme cuenta de que estaba equivocada. Estaba muy ocupado con su mirada en mi escote.

Sentí que mis mejillas se teñían de un color parecido al de mi vestido.

-Mikael-dijo un hombre e inmediatamente dirigí mi mirada hacia él-¿Por qué no nos presentas a tu amiga?

I just need an answerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora