¿Qué es el amor?

¿Qué es el amor?

Me lo he preguntado a lo largo de mi vida, innumerables veces, sé que un sentimiento único que te hace creer en lo imposible, pero... ¿Cómo creer en eso si nunca lo he sentido?
No es que jamás me halla gustado nadie, es decir, aquella chica en la secundaria, rubia de ojos azules con una personalidad arrolladora no voy a negarlo, me gustaba, pero creo que no era lo suficiente para entablar una relación, y cuando ella se me declaró, sencillamente para mí no era amor era un gusto o una curiosidad, así que la rechacé lo más amablemente que pude.
Luego de la secundaria, mientras me preparaba para el ingreso a la universidad y entable más amistades, especialmente con una chica de hermoso cabello negro corto, ojos color avellana de origen japonés, linda y agradable teníamos mucho en común, Sakura Honda.
Llegamos a ser muy buenos amigos y por un momento pensé que ella sería la persona que por fin me iba a hacer sentir lo que es el amor, pero las cosas no se pueden planear menos aún los sentimientos; el tiempo pasó y comprendí que la quería como una amiga, como la mejor de todas pero, nunca sería más que eso.

Al poco tiempo conocí a su hermano, Kiku Honda.

Hasta ese entonces no me había planteado la idea de que tal vez la persona indicada podría ser un chico, jamás lo había pensado pero al conocer a Kiku algo dentro de mi quedó prendado a él, tenía un encanto exótico, algo en su mirada, en sus acciones, en la forma de hablar, en sus tímidas y reservadas palabras me obligaban a conocer más de él.
Ingresamos a la misma universidad, a la misma carrera y cursamos a lo largo de ella juntos y nuestra amistad se fortaleció, durante ese periodo Kiku encontró el amor, curiosamente en aquella chica de ojos azules que se me declaró en la secundaria, Emily Jones, fue un poco incomodo encontrarnos en los pasillos de la universidad pero, Emily siendo Emily toma las cosas muy a la ligera e incluso bromeó sobre mí y mi rechazo, fue en aquel momento que apareció Kiku y bueno el resto es historia... al principio me sentí celoso de lo que pasaba pero al poco tiempo comprendí que quería que Kiku fuera feliz además jamás había visto tan nervioso a Kiku ni a Emily, fue muy divertido jugar al casamentero con ellos, pero debo de decir que no me equivocaba y finalmente terminaron juntos.

Llego nuestra graduación y comencé con mi vida laboral, no perdí contacto con Sakura, Kiku y Emily, siempre salimos a pasear o al cine, es realmente agradable estar con ellos.

Pero inevitablemente y con el paso del tiempo deje de preguntarme sobre el "amor de mi vida" estaba claro para mí que el amor llega y no se busca, así que me planteé seguir con mi vida, alcanzar mis metas y objetivos, en resumen, sí llegaba la persona indicada, bien y si no, también; vivir para mí y por mí, ese es mi objetivo.

A pesar de eso no puedo negar que soy una persona romántica en cierto sentido (tampoco tanto) me encantan las historias de fantasías, no hay nada mejor que un buen libro y una tasa de té por la tarde o pasear por una librería buscando algún libro que llame mi atención, prefiero estar en casa que en algún bar (soy muy mal bebedor, debo de admitir) así que mi interacción con el mundo podría ser casi nula si no fuera por mis amigos, y hablando del rey de Roma, o en este caso los reyes, el timbre de mi casa anunció su llegada.

— Bienvenidos, los estaba esperando — Saludé a mis queridos amigos y nos abrazamos como cada vez que nos encontramos.
Es grato ver a a cada uno de ellos bien de salud y felices.

El resto de la tarde nos la pasamos hablando de todo o nada, lo más encantador fue saber que Sakura está saliendo con una chica que conoció en el trabajo y se ve feliz, nos anunció que pronto la conoceríamos, y sinceramente estoy impaciente por conocerla, Sakura es una chica muy tierna y esperaba que pronto encontrará a la persona indicada para su vida, me alegra verla feliz.

— Tenemos algo más que contarte — Emily se apresuró en decir, como si ya no pudiera esperar más.

— Bueno... — Kiku se veía nervioso y alegre mientras Emily le tomaba la mano en señal de apoyo, tengo la leve impresión de hacia dónde va todo esto, aunque no pude pensar en nada más porque Emily saltó del sillón gritando a todo pulmón.

— ¡NOS VAMOS A CASAR! — Kiku se tapaba el rostro con ambas manos, para ocultar su sonrojo, Emily saltaba de la alegría mientras estiraba su mano y la de Kiku para enseñarme finalmente los anillos que trataban de ocultar toda la tarde y Sakura simplemente sonreía.

A partir de allí todo se trató de la futura boda y de cómo le había tomado a Kiku casi una semana prepararse para pedirle la mano a Emily para que al final fuera Emily la que se le adelantara y le pidiera matrimonio, algo muy digno de Emily.

— Pensé que si no lo hacía Kiku nunca lo haría, ya sabes es demasiado tímido para esas cosas — comentó Emily.
— No puedo negar eso — Dijo Sakura.
— Sin comentarios — Mencionó Kiku divertido.

De pronto el celular de Emily empezó a sonar, ella miró su celular e inmediatamente se puso de pie.

— Bueno, es hora de irnos, mi hermano está aquí para recogernos, está aquí hace 20 minutos, me había escrito pero no leí el mensaje... Jeje — Dijo Emily sonriendo
— Tenias que ser tú, el pobre debe de estar desesperado aya afuera, bueno a sido un gusto tenerlos aquí hoy — Dije poniéndome de pie para acompañarlos hasta la puerta.

Cuando abrí la puerta me encontré a un joven de cabello rubio con un extraño mechón que sobresalía, brillantes ojos color azul cielo cubiertos por unas gafas de montura roja a punto de tocar el timbre. El se percató de nuestra presencia y posó sus ojos en mi, de algún modo sentí como si me escudriñara con la mirada, sus ojos azules miraban directamente a los míos y no pude explicar cómo o porqué pero no podía dejar de observarlos.
Azules, nunca antes me había llamado la atención ese color, pensándolo mejor son muy parecidos, por no decir iguales, que los ojos de Emily; solo que había algo más allí, expresaban alegría, curiosidad, inocencia, sin duda unos ojos lleno de vida, chispeantes y brillantes que contrarrestaban con lo oscuro del cielo nocturno de invierno, de algún modo se sentía como si abrigaran mi alma, me hizo sentir tranquilo... Y eso me asustó y me encantó a la vez.

—Hola, soy Alfred F Jones, hermano de Emily, finalmente nos conocemos, es un placer— Dijo extendiendo su mano hacia mí en señal de saludo.
Le extendí mi mano y me sonrió, de una forma que nadie había hecho y no puede evitar sonreír también. En cuanto enlazamos nuestras manos sentí una calidez recorrer mi interior y me llenaba de curiosidad saber que otras sensaciones podría hacerme experimentar este muchacho que según mis cálculos debe de estar entre sus 21 o 22 años, tan joven.
Y no pude evitar pensar que en mis 27 años de vida jamás había sentido tanta curiosidad por alguien. Y una pregunta que no me había hecho hace mucho tiempo retornó a mi mente, como gritando lo que empezaba a sentir.

— Arthur Kirkland, es un placer conocerte también.

¿Esto es amor?

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Hola a todos! Este fue mi primer fanfic inspirado en esta súper tierna pareja, espero que les halla gustado.  :3