COME BACK /Vernon/

Perdón , ¿Quien eres?

Tan pronto como llegué a mi habitación, me coloqué una playera sin darle importancia al brassier junto a unos shorts y salí de ahí para afrontar al pasado que tocaba mi puerta.

-Hola, ¿Que se te ofre- -

Fui sorprendida con la soledad frente a mis ojos. Hansol se había ido y había interrumpido mi baño de relajación. Mañana debería reclamarselo aunque no lo creo porque todavía no mantengo una buena relación con el y sería descortés de mi parte.
Algún día me las pagará.

Llena de frustración por esta situación, subí al baño y volví a sumergirme en la tina para por fin tomar mi deseado baño.

Treinta minutos merecidos de mi tiempo pasaron antes de que mis dedos comenzaran a arrugarse como pasas de uva. Fue allí cuando decidí salir.

Me cambié a mi ropa de entre casa y sequé mi cabello mientras pensaba y esperaba que Hansol no se haya espantado por lo de hacía unos minutos.

Recordatorio del día : debería matar a mi madre por hacerme creer que era ella.

El timbre me llevó nuevamente de sopresa en mis pensamientos y mi cuerpo dió un pequeño salto. Esta vez tendría que ser mamá.

Me acerqué a la puerta y miré por el  ojo de la cerradura antes de abrirla; no volvería a pasar vergüenza, por lo menos hoy no.

Era Hansol.

Pude distinguirlo simplemente porque llevaba todavía los pantalones de gabardina obligatorios de nuestra escuela. Acomodé mi cabello un segundo y abrí la puerta con una sonrisa un poco falsa en mi rostro

-Hol-

- Disculpame por haberte molestado , se veía que estabas muy ocupada-  mencionó sin siquiera saludarme.

-¿Que no te han enseñado a saludar?- cuestioné en un tono indiferente para apoyar mi espalda en el marco de la puerta

-Oh cierto, disculpa. - respondió en un tono irónico. - Buenas tardes, MinSeo, me disculpo por semejante interrupción.- rodó sus ojos y respiró hondo.

¿Pero quién se cree que es?

-¿Que quieres?-

-¿Que no te enseñaron a atender bien a tus vecinos?-

-Se rápido, tengo cosas que hacer- mentí de una manera impresionante.

-Si, de hecho venía a pedirte si por casualidad tenías una escalera.-

-¿Por qué tendría yo una escalera?-

-No lo se...- me interrumpió de la nada aquella persona que anteriormente acompañaba a Hansol en el auto que para mi sorpresa, era un chico.-tienes aspecto de trabajar en obras de construcción- me comentó con un tono juzgador mientras acentuaba su pose.

-¿Perdón? ¿Y tu quien eres?-

-Han, ¿Que hablamos sobre esto?- finalizó Hansol , dirigiéndose a su compañía, que  a mi simple criterio, no era muy buena que digamos.

-Hansol, si estás bromeando dímelo así podemos terminar con esto- me rendí con un tono exhaustivo.

-No, no bromeo. Igualmente no era una escalera lo que te venía a pedir.
Creo que te habrás dado cuenta de que la última hora en el colegio me dormí en el pupitre y no pude escribir lo que vimos en clases. Si me lo pudieras pasar te lo agradecería mucho. - terminó aquella larga oración tomando una buena bocanada de aire y mirándome con ojos de perro mojado por lo cual no tuve otra opción más que acceder.

-Esta bien, pero es la primera y última vez que lo hago-.

Hansol me sonrió y me apresuré a subir por mis hojas para dárselas.

Cuando bajé, el seguía allí con su amigo que para ser sincera, no me había resultado simpático para nada.

Le entregué las hojas y se despidió de mí con una sonrisa.

Estaba a punto de cerrar la puerta cuando un pie interrumpió el proceso.

-La próxima, procura usar brassier, obrera-  Escupió en tono bajo aquella voz irritante de su amigo.

Hice caso omiso a su comentario y le cerré la puerta en la cara.

¿Quien se creía que era?