El chico de ojos azules.

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Narrado por Helena.

La cena transcurrió de la misma manera, yo dirigiendo unas cuantas palabras a Luke y él riendo al escucharlas. De pronto el ambiente se había relajado y había escuchado las historias que cada uno de estos guerreros compartían a cerca de campo y de las batallas que habían librado en contra de otras aldeas y clanes.

Mikael se encontraba totalmente desaparecido.

Ellos me habían invitado de aquella bebida burbujeante que había hecho que me sintiera muy mareada, decían que la tomara con más cuidado ya que nunca había tomado una pero yo les había dicho que lograría manejarla. De un momento a otro no podía dejar de reírme por las cosas que Luke decía. La verdad es que era un chico realmente agradable solo que antes ambos habíamos estado demasiado nerviosos. Me había contado a cerca de su familia, al parecer él había sido reclutado para aquel ejército desde muy pequeño y ahora no recordaba muy bien a su madre, por un momento me sentí de aquella misma manera y entonces recordé que yo no era normal...sin embargo, Luke me hacía sentir como si realmente perteneciera a aquel lugar...

-Entonces lo estuvimos buscando por más de una hora-dijo él y ambos comenzamos a reírnos con fuerza.

-No puede ser-dije mientras me recargaba en el hombro del chico para intentar no caerme al reír.

Continuamos riendo hasta que poco a poco la sensación se desvaneció y ambos nos miramos. Sentí que me estremecía al ver aquellos ojos tan azules como el cielo mismo, era realmente...hermoso. Mirarlo era como ver un día soleado, rodeado por aquella brisa primaveral, me sentía tranquila a su lado como si todo lo que había pasado no fuera realmetne tan malo como pensaba.

-Helena-dijo de una manera dulce y sentí como si me acariciara con sus palabras- Quiero mostrarte algo.

Le sonreí.

-¿Qué sugieres?-dije con una mirada traviesa, yo sabía que nunca me comportaría estando sobria de aquella manera pero...por alguna razón por primera vez me quería dejar llevar sin preocuparme por lo que podía pasar.

Él me devolvió la sonrisa.

-¿Qué tal si salimos de aquí?-dijo él dándome la mano, tomé el trago que de pronto había aparecido en mi mano y me levanté rápidamente.

Entonces como dos chiquillos salimos corriendo de aquel salón a pesar de que nadie nos perseguía y poco a poco pude sentir que una nueva calidez crecía en mi estómago al recorrer aquellos pasillos oscuros mientras nuestras risas resonaban por todo el lugar.

-Basta-dije riendo sin poder parar-Voy a caerme, Luke.

-Vamos-dijo él- Falta poco.

En un abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos afuera del castillo y el cielo cubierto de estrellas nos iluminaba un poco el camino por el que corríamos, era una noche hermosa y la brisa nocturna despeinaba mis delicados rizos. Nuestras risas resonaban y de pronto Luke se detuvo, lo hizo de manera tan repentina que casi caí de no ser porque él había logrado sostenerme entre sus brazos yo habría caído y ensuciado el vestido que Mikael me había prestado.

Sentí el calor del abrazo de Luke y él lentamente me separó de él. Me colocó de espaldas a él dejándome ver el impotente castillo, bajo la luz de la luna algunos puntos se iluminaban dándole un aspecto encantado y macabro a la vez, era la perfecta combinación de ambos mundos. Me estremecí ante el contacto de las frías manos de Luke sobre mi cuerpo, suspiré mientras sus manos tocaban mis hombros desnudos y lentamente bajaban hasta mis muñecas.

-Luke-dije suspirando.

-¿Qué pasa, Helena?-me preguntó y me sentí demasiado mareada de un momento a otro.

Debía de estar disfrutando sus caricias ya que de mis labios se escapó un gemido.

-Yo...-dije y sentí que él acercaba a mis labios una pequeña botella, tan pequeña que se me hacía increíble que no pudiera soltarla. Yo comencé a negar con mi cabeza tratando de evitar qu el contenido líquido cruzara por mis labios pero entonces las manos de Luke me sujetaron fuertemente casi provocándome daño.

-¿Qué pasa, cariño?-dijo Luke cambiando de voz repentinamente, ahora sonaba...ronca y tenía un matiz oscuro en ella- Vamos, te aseguro que te divertirás más si te tomas esto.

Comencé a luchar pero aquel chico era demasiado fuerte para mí. M e retorcí sin saber realmente lo que debía hacer...

-Vamos, Helena-dijo él- No tenemos toda la noche, notarán tu ausencia. Tenemos que apresurarnos.

Me colocó contra un árbol que parecía estar lo suficientemente oculto para que ninguno de los que se encontraban dentro del castillo pudieran localizarnos, entonces sentí que mi corazón daba un vuelco al ver que las manos del chico se apoyaban en mi falda del vestido. Mi instinto me decía que debía correr pero en aquel momento no podía moverme, estaba completamente paralizada.

-Eres hermosa, Helena-dijo él riendo y sujetando mis manos encima de mi cabeza- Lástima que seas una simple zorra.

Lo miré y en sus ojos simplemente pude ver algo tan profundo que no logré decifrar, malicia. Me estremecí al darme cuenta de lo que realmente tramaba.

-Ahora harás todo lo que te diga-dijo él mientras levantaba poco a poco mi falda.

Al sentir las puntas de sus dedos acariciar mis muslos me retorcí y comencé a gritar. Grité hasta sentir que mi garganta ardía pero antes de que pudiera soltar el segundo grito él colocó du gran mano sobre mi boca y presionó con tanta fuerza que logró que chocara con el tronco del árbol logrando hacerme daño.

Dejé de gritar pero me removí entre sus brazos tratando de liberarme.

-Vamos, cariño-dijo él acercando su rostro a mi cuello- Me lo has estado pidiendo toda la noche. Incluso te has emborrachado para no sentirte culpable.

-Yo...-dije y seguí luchando- Suéltame...

-Tranquila-dijo él besando mi cuello, sentí una oleada de asco al sentir el contacto de sus labios- Esto será rápido.

Cerré mis ojos al sentir sus dedos llegar hasta un lugar oculto del cual no había notado su presencia hasta ahora.

Grité sintiendo que mi garganta ardía.

-Tranquila-dijo él riendo.

Entonces escuché los pasos de alguien muy cerca. Sentí como apartaban al chico de mí en un solo movimiento y también sentí unas cálidas manos tomarme por las muñecas, las colocó frente a mí y suavemente me sacudió.

-Helena-dijo aquella voz...yo reconocía aquella voz- Helena ¿Bebiste el frasco que Luke te dio?

La voz se distorsionaba con forme avanzaba y yo sentí que debía concentrarme para poder entender lo que realmente quería decir. Pude ver unos ojos marrones y un pelo que se mezclaba con la oscuridad, era aquel chico de las sonrisas burlonas.

-Mikael-dije parpadeando muchas veces.

-¿Helena necesito...?-empezó pero ya no pude escuchar el resto.

Negué lentamente sin saber a lo que estaba respondiendo.

-Mikael-dije mi visión comenzaba a volverse borrosa.

Él se acercó.

-Helena...-dijo pero entonces todo se volvió oscuro.

I just need an answerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora