I do.

210 9 2
                                    

Nadie sabe lo que pasa con los novios (ahora esposos) el día de su boda en la noche, pero es imaginable. No entraré en detalles, pero ese día fue eterno para ellos.
Es como cuando no quieres dejar de hacer algo que te hace muy feliz... para algunos es como leer un libro, para otros es como pintar... pero para Ronald Weasley y Hermione Granger (ahora Weasley también), lo que querían hacer era estar el uno con el otro, sin separarse o dejarse de mirar por un segundo. Los dos estaban inmersos en un sueño, del cuál no necesitaban despertar porque, curiosamente, su sueño se convirtió en su realidad.

-Buenos días, Hermione.- dijo un adormilado pero sonriente pelirrojo.
-Buenos días, Ronald.-contestó ella, pero al ver la cara de enojo de su esposo corrigió. -Buenos días, mi amor.
Se sonrieron y se dieron un corto beso.
-¿Tienes hambre? -preguntó Ron.
-No, pero tú sí. Vamos a preparar algo. -Ron no se negó, de verdad que se estaba muriendo de hambre. La pregunta aquí sería: ¿y cuándo no?

Bajaron y comieron juntos mientras charlaban.
-No puedo creer que nos casamos apenas ayer. -mencionó Hermione un poco sonrojada.
-Sí, y créeme que sigo sin comprender qué hice para merecerte. -continuó con la plática él, sonriendo de oreja a oreja, con cara de soñador.
-Ronald... yo... te quiero. -le dijo Hermione un poco penosa. Sí, se acababan de casar y hacer quién sabe qué tantas cosas y ella se seguía poniendo roja.
Ron rió y antes de que se diera cuenta su ahora esposa, ya estaba sobre sus labios.
-Yo te amo, Hermione Weasley.- así siguieron conversando; siendo cursis, y claro, recordando su boda.

Ese mismo día fueron a la Madriguera. Ahí estaban todos y volvieron a tener otra fiesta que terminó igual que su boda del día previo: dos adultos demostrándose cuánto amor se tenían el uno por el otro.

Al siguiente día pasó algo inesperado pero a la vez muy al estilo Romione:

-¿Llevamos dos días casados y se te hace buena idea recordar a nuestros ex? -preguntó Hermione, a punto de perder la cordura.
-Pues... es algo que algún día se tiene que hablar. Aparte tú y Krum fueron primero que Lavender y yo... -trató de defenderse Ron. Lo que Hermione no sabía era que Lavender le había mandado una carta por medio de una lechuza mientras ella estaba dormida la noche anterior.
La carta era muy extraña. Lo felicitaba por su matrimonio pero el propósito real era que Ron sacara sus inseguridades a flote. Funcionó.
-Mira Ron, no me hagas lanzarte pájaros de nuevo. No puedo creer que quieras hablar de eso cuando podríamos estar haciendo otra cosa...-tristemente Ron estaba molesto lo suficiente como para no captar que Hermione le estaba coqueteando, lo que empeoró todo.
-Hermione... ¿estás segura de que me amas? -le cuestionó él, lo que provocó que su ahora esposa sintiera ganas de llorar.
-¿Acaso lo dudas, Ronald? ¿Crees que me hubiera casado contigo de no ser así? ¿Estás empezando a tener dudas? -se agarró a decir ella.
-Yo... yo ya no estoy seguro de nada. -y así fue como Ron dejó sola a Hermione en su casa que compartían, era pequeña, pero en cuanto él salió, Hermione sintió que estaba en un lugar enorme y vacío, y fue entonces cuando comenzó a llorar.
Lo que ella no sabía era que en la ventana, Ron la observaba con lágrimas en los ojos también, pero eso no hizo que él entrara, de hecho optó por irse.
La gente triste o enojada es la peor tomando decisiones.

./ Sé que me querrán matar después de leer este primer capítulo, pero confío en que su amor a la ship Romione los hará leer el siguiente capítulo, y el siguiente, y así sucesivamente.
Ya extrañaba escribir, espero que les gustara (comprendo su odio; yo también me odiaría si estuviera en su posición). Subiré en cuanto pueda, ¡gracias por su elección! (de leer esta historia en particular).

Liza /.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 28, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Romione For Life. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora