Capítulo 8 - Recordando leyendas

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Capítulo editado y revisado, pero puede que haya dejado escapar alguna que otra cosa, así que, de antemano, disculpen cualquier error.

Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia o versión de la historia original es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.

Capítulo VIII — Recordando leyendas

"POV" Bella

— Tranquila, Bella, ellos van a volver pronto — dijo Esme, mientras ponía sus manos sobre las mías para detener mi movimiento repetitivo de refregarlas.

— Ya sé pasó una hora desde que ellos se fueron, tal vez les haya pasado algo, sólo iban a hablar con Jacob y Sam, no tenían por qué tardar tanto. — Le expliqué angustiada.

— Ellos están bien, Bella, Edward está bien — enfatizó ella.

Suspiré.

— Solo quería estar allá con él o que él estuviera acá conmigo. Tal vez te parezca egoísta el hecho de querer que él siempre esté a mi lado, pero... — hesité — desde lo de mi cumpleaños, me aterroriza imaginarme lejos de él, y desde aquella época nos separamos sólo para que él se vaya de caza.

— Oh, Bella, no te reproches a ti misma por sentir miedo, cariño. De cierta manera eso hace parte cuando uno ama a alguien, el problema es que estuviste muy cerca de perder a este amor y la única forma que encuentras de protegerte a ti misma es manteniendo a Edward a tu lado todo el tiempo posible, necesitas aprender a confiar en él nuevamente.

— No es que no confíe en él, lo hago, pero el miedo me abruma los sentidos en situaciones como ésta. Lo amo tanto, si lo pierdo no sabré cómo vivir después — expliqué intentando contener las lágrimas que se asomaban por mis ojos.

— Sé que lo amas y él te ama igual, por eso mismo él aprendió que lo peor que te puede pasar es él estar lejos de ti y lo peor que le puede pasar a él es perderte o entonces verte sufrir, por lo tanto él no hará nada que te haga sufrir, principalmente si eso depende únicamente de él, así que Edward no te va abandonar, cielo.

— Oh, Esme, gracias, por escucharme y aconsejarme — la abracé y sentí como si estuviera abrazando a mi madre —, no imaginas lo bueno que es poder dividir estas angustias con alguien, si lo dijera a Edward lo haría sufrir e iba a quedarse más preocupado por mí de lo que ya está normalmente.

— Hay cosas que una mujer no le dice a un hombre, ellos no lo comprenderían, te entiendo a la perfección, Bella, además me siento muy honrada de que hayas decidido compartir conmigo estas angustias, te quiero igual que a una hija, cariño, y siempre que lo necesites estaré aquí para apoyarte, aconsejarte o lo que tú desees.

La abracé más fuerte.

— La honra la tiene yo, por la oportunidad de tener a dos madres en mi vida, gracias Esme.

— Por nada, cariño, ahora ve a lavarte el rostro, Edward estará aquí pronto, ya los oigo corriendo hacia acá y no te preocupes, esta conversa se quedará entre nosotras.

La abracé nuevamente y me fui al baño para lavarme un poco. Cuando volvía a la sala la puerta estaba siendo abierta por Edward.

— Bella...

Él corrió hacia mí y me envolvió en sus brazos, ansiosa por tenerlo me aferré a él y enterré el rostro en su pecho frio.

— Hola... — dijo él cuando se apartó un poco de mí.

Mi cielo estrelladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora