Anorexia Verbal I

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You Are Beautiful

Miré mi reloj mientras bajaba los escalones de aquel anden ya conocido por las continuas semanas de cotidianidad, eran las doce y media cuando una fuerza me obligo a detenerme a tres escalones de mi destino, miré al frente como buscando algo más que las veces anteriores y te encontré, no eras una mujer, eras un ángel, estabas del brazo de alguien más y eso no me impidió clavar mis ojos en los tuyos como si la vida dependiese de aquello, tu hiciste lo mismo, y aun cuando avanzabas a su lado te aferraste a los míos como si hubieses sentido lo mismo por mi acompañando aquellas mirada con la melodía perfecta de una sonrisa que glorificaba tu presencia, no era mi tren, no era mi recorrido y definitivamente no era yo, pero te seguí, cerraron las puertas del metro y yo te había perdido en la multitud, encontré tu aroma en un recuerdo que inventé y lo seguí por el siguiente carro, donde por fin te volví a divisar, me senté a una distancia prudente, donde la lejanía mantenía a salvo mi cordura, pero la locura tocó mi hombro cuando me encontraste entre todos los demás y me susurro al oído palabras que desconocí cuando entendí quién era él, él te amaba, quizás tú lo amabas entendiendo así que jamás podría estar contigo, pero por ese segundo fuiste mía, un momento que durará por siempre, no me quitaste la mirada y la vergüenza se apartó de mí como mis ojos eran incapaz de hacerlo de los tuyos, él te habló, tú lo miraste y la vida se me acortó en cuanto te pusiste de pie tomada de su mano, salieron del vagón y yo fui detrás de ti, de ustedes, mantuve la distancia pero tu caminar guiaba mis pasos, te seguí sin saber lo que hacía, te amé sin saber cómo lo sabrías, pero ahí estaba yo, siguiéndote a cualquier lugar en cualquier dirección, pero el tiempo volvió a cobrar esos segundos perdidos en mi fantasía, eran ya la una de la tarde, hora en que todo el mundo se aglomeraba en el lugar, cuando alguien pasa por mi lado empujándome a la realidad y obligándome a bajar esos tres escalones, jamás me subí, jamás te seguí, fue mi memoria quien te retrato en una fantasía donde yo soñaba que tú también me habías amado.

Tus viejas cartas

Aquí estoy yo enamorada de aquellas palabras que ya no tienen un tono de voz sino líneas y curvas que se transforman en letras, viví la primavera de nuestro amor y floreciste en mí como la flor más hermosa del jardín de mi alma y vi cómo se desvanecía y como una hoja en el otoño nuestro amor cayó al suelo sin poder aferrarse más a lo que creí eterno, ¿Dónde se fue aquella ilusión? Cuando tus palabras en una hoja me prometían que tu no querías estar sin mí, te regalé lo mejor de mi amor sin saber que te irías y hoy creyendo que todo había cambiado te encuentro en palabras que ya no me dirás, mi corazón y el tuyo sufren por lo que no fue y renacen en un recuerdo de hojas ya amarillas donde yo te vuelvo a recordar antes de cerrar los ojos para soñar contigo.

Sin Titulo

Te dejé un par de canciones para torturarte con mi ausencia, aquel cálido lugar que encontré entre tus piernas es mortificado por caricias que recuerdas mas no sientes volviéndolo un castigo del cual me siento orgullosa, mientras me acerco al precipicio agonizo, esperando en la caída encontrar algo que la gente llama el paraíso, cada línea que te escribí en cartas que jamás leerás dibujaron por meses mi silueta en el piso de un lugar del que ya no podré regresar, mi polera blanca se manchará por la fuerza en que mi puño empuñó aquel corazón cansado de latir sin el son de tu voz, te abrace con el alma y la carne se volvió un estorbo cuando lo más sincero te lo regalé en un abrazo que me consintió un calor que hoy me atormenta, desde que te fuiste es un nudo corredizo abrazado a mi cuello lo que me permite caminar hacia donde tengo que ir sin perder estas ansias por dejar de existir, me negué a que la gente me viera pudriéndome y morí en aquel cuarto que compartimos juntas alguna vez, hoy el desgano ganó, pensando en que la vida me mataría hice más simples aquellos complejos que me detuvieron cuando quise seguirte alguna vez, pero hace meses que dejé la puerta abierta, se fueron mis sueños, la fe, tu amor y mi amor propio, te fuiste, y yo me voy, yo sé dónde tu estas, pero yo me iré donde tú nunca me encontraras.

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⏰ Última actualización: Sep 18, 2016 ⏰

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