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Victoria

Me despierto gracias al sonido de la horrible alarma.

¿Alarma?, pero que demonios, se supone que hoy es sábado.

Con toda la pereza del mundo desconecto la maldita alarma, al fijarme en la hora son las 8am, es muy temprano, pienso y me vuelvo a meter en las sabanas.

-Vic, hija, mi amor. - Escucho que dice mi madre, la cual no sé cómo, bueno en que momento entro a mi habitación, pero no le respondo me hago la dormida.

- VICTORIA!!!!, ya sé que estas despierta, contesta

Mierda, ya se enojó.

- Hola ma, ¿cómo estas?, yo muy bien gracias por preguntar.

- Victoria, no tengo tiempo para tus juegos, así que vamos arriba, que tenemos muchas cosas que hacer hoy.

- Que?, pero ma, yo no me acuerdo que tengamos que hacer nada.

- Siento informarte señorita, que tenemos que salir.

- Pero es muy temprano.

- Temprano? Pero son las 8 de la mañana, es muy tarde, para estar acostada, aparte agradece que te deje dormir.

Después de eso, mi madre sale, dejándome sola en la habitación, mierda y ahora que se le ocurrió para levantarme tan temprano.

~ tal vez, que tienen que ir de compras? - dice mi subconsciente

Mierda la fiesta, se me había olvidado.

~que casualidad, tú olvidando las cosas.

No molestes, querida.

-Victoria, vamos que no tengo todo el día, - escucho que dice mi madre interrumpiendo mi conversación con mi subconsciente.

- Ya voy, dame cinco minutos.

- Apúrate.

Me levanto, me dirijo al baño, me doy un refrescante baño, al salir me dirijo a mi armario tomo un conjunto interior color negro, decido vestirme con (multimedia), dejo mi cabello suelto, no me maquillo ya que no me gusta, salgo de mi habitación con destino a la cocina.

Al bajar me encuentro a mi madre alistando el desayuno.

- Victoria, ¿puedes ir a despertar a tú hermano?

- Cla...

- No es necesario, aquí estoy, - dice mi querido hermano interrumpiéndome y entrando a la cocina, con el cabello un poco despeinado.

- Buenos días ma, buenos días enana.

- Buenos días, - respondemos mi madre y yo.

- David, va a ir con nosotras? - le pregunto a mi madre.

- No enana, yo voy a salir sí, pero a hacer ejercicio.

- Interesante, - respondo mientras muerdo una manzana.

En ese momento mi madre nos sirve el desayuno, - Vic, desayuna mientras yo me alisto.

- Okey- respondo mientras la veo salir.

- Esta muy tranquila, no crees. - dice David mientras empieza a comer.

- Demasiado, diría yo.

- Enana intenta no sacarla de quicio, y hacer todo lo que diga, ¿sí? - no digo nada solo asiento -me preocupa, está muy feliz?

- Feliz? Estás loco, solo está intentando hacer creer que está bien - digo mientras me doy la vuelta y salgo de la cocina.

Peligrosa LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora