-Hola Victoria-Christian se acercó a mi despacio.
-Bien, os dejo a solas. Victoria te estaré esperando en la entrada del bosque. -Fue lo último que dijo Jacob antes de desaparecer por el bosque.
-He venido aqui porque tengo una misión para ti Victoria. Algo que debes aprender y que, a su vez, no debe saber nadie bajo ningún concepto lo que tienes entre manos conmigo- Christian me miró fijamente a los ojos- ¿De acuerdo?
Asentí sin decir absolutamente nada.
-Por orden de Axel debes aprender a luchar y como ya sabes, quien mejor que yo para enseñarte -Christian cogió dos espadas que se encontraban escondidas tras la roca- Y por supuesto, Jacob no sabe nada. Él piensa que vengo a verte a ti por gusto.
-¿Cómo voy a coger yo una espada? No sé luchar y , ¿para qué iba a necesitar yo aprender a luchar?
Christian soltó una pequeña carcajada y me lanzó una espada que por suerte la cogí.
-Para eso estoy aquí. No hagas más preguntas.
Lo primero que me enseñó fue la manera en como posicionarme. Debía siempre coger mi espada con mi mano buena y con la otra, mi izquierda, tenerla disponible para defenderme. Mis piernas entre abiertas siendo mi derecha la primera. Lo siguiente que me enseñó fue reglas fundamentales que nunca debía olvidar. Nunca mirar atrás. Fijarme hacia que lado mueve la muñeca de mi contrincante con la que blande la espada. Incluso me explicó como poder hacer un falso movimiento para distraer a mi enemigo.
-Esta bien por hoy-Christian me ofreció agua- poco a poco irás a mejor.
-Ha sido muy duro-dije quitando el sudor de mi frente mientras Christian me miraba y se rió fuertemente.
-Si no ha sido nada , no me quiero imaginar cuando empecemos con la clase física de verdad.
-Oye , nunca había hecho tanto ejercicio no te rias - dije pegandole un codazo.
-Nos vemos mañana aquí a las cinco, ¿de acuerdo?
Asentí y me dirigí para emprender mi camino hacia Jacob y logré escuchar su voz por ultima vez.
-¡No olvides decirle nada a nadie!
**
Tan pronto como se hizo de noche me fui al bar para cenar. Me muero de hambre y hoy hay de menú pizza. Cogí mi bandeja y me dirigí a la mesa con los demás. Pero algo cambiaba. No había rastro de Jack ni de Brant. Cuando me senté todos ya estaban hablando.
-Eso es lo que me dijo Molly- oí decir a Roxan.
-Ah hola Vic, no te habíamos visto -dijo Aiden.
-Eyy- me limité a responder.
-Vic-miré a Jacob- Brant te está buscando, cuando acabes ve a su habitación que es la 316.
Durante la cena Aiden y Roxan hablaban sobre una magia que aprendió Roxan en su clase del viernes. Tampoco me interesaba por lo que no hablé nada con ellas. Solo intercambié un par de palabras con Jacob hasta que acabó de cenar y se fue. Jack no había parecido en todo este rato. ¿Y si le pasa algo por lo de la biblioteca de esta mañana? Mmm, no creo.
Di mi último bocado al trozo de pizza y me bebí el agua de mi vaso en un solo trago. Me despedí de ellos y me dirigí hacia la residencia de los chicos.
316. Ya estaba en la puerta de Brant. No me dio tiempo de dar un solo golpe cuando la puerta se abrió.
-Pasa-me dijo Bran un poco angustiado.
-¿Cómo sabías que estaba ahí?
Pero no obtuve respuestas. Señaló su cama para que me sentase y él se sentó en una silla. Pude contemplar como era su habitación. Era sencilla y no había nada de decoración salvo una pequeña foto que se encontraba en el escritorio. Después de un corto silenció decidió hablar.
-Quiero pedirte perdón por lo del otro día, la fiesta de la otra noche.
-Oh no, no pasa nada. No hace falta que me pid...
-Sí Victoria- me interrumpió - no debería haber tenido esa intención aunque no llegase a pasar nada.
Estaba un poco nervioso por lo que puse mi mano encima de la suya para que se tranquilizase y le sonreí cariñosamente.
-No fue nada Brant, olvídalo ¿de acuerdo?
Asintió.
-Te he traído aquí también porque Jack me ha contado que le preguntaste en la biblioteca sobre las bolas teletransportadoras.
-Y-yo...-no sabía que decirle. No quiero que nadie sepa para qué las quiero.
-Tranquila, no te voy a preguntar para qué las quieres.
Brant se levantó de la silla para sentarse a mi lado.
-Olvida esas bolas, puede ser peligroso que te involucres en ese tema.
Asentí.
-Ya es tarde. Creo que vaya siendo hora de que me vaya a mi habitación.
Le di un pequeño abrazo a Brant antes de salir por la puerta pero él me agarro del brazo y me hizo girar para decirme algo.
-Dale tiempo a Jack. No es una persona sociable y le cuesta confiar. Te caerá bien, creéme.
Le di como respuesta una pequeña sonrisa.
Ahora ya tengo algo más de información. Esas bolas deben estar en un lugar peligroso para qué me dijiese eso. Aunque no es una gran pista pienso averiguar algo más. No pienso darme por vencida.
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Ágatha
Ficção AdolescenteVictoria, una chica de 18 años, vive tranquila en un pueblo en Madrid. De un dia para otro las cosas cambian brutalmente. Comenzará una nueva vida en un mundo desconocido para ella. Un lugar mágico,llamado Ágatha. Consta de 4 aldeas. 1. Primavera :...