Hay cosas en esta vida que yo precisamente no puedo dejar de hacer. El pensar y pensar en todo y en nada forma parte de mi rutina, volviéndome un poco mas loca cada vez.
A veces mi cabeza da vueltas alrededor de las relaciones sentimentales que no tuve, ya que mi cabeza ayuda a la pensadera, partiendo de este punto: soy una stalker nivel profesional.
Después pienso en las que ya tuve y comienzo a arrepentirme de las cosas que no hice, de las que hice a medias, de las que quise hacer pero no me daba el cuerpo (literalmente) y así se convierte mi cabeza en un ciclo vicioso y bastante molesto.
También se une a esto el problema de “no se que quiero hacer y ser en la vida”. De verdad me tranquiliza un poco que no seamos muchos los que tengamos este “trastorno” porque si todos fuéramos de esa manera, el mundo ya no existiría. Mi indecisión y mi flojera (para que sepan, tengo cara de flojera desde que nací) ayudan sólo en mi procrastinar diario. La lucha entre el ver a gente logrando sus éxitos y pensar en que yo jamás en la vida podré lograrlo es una batalla que no se la deseo a nadie. A veces pienso que soy más egoísta y rencorosa de lo que puedo ser en realidad. Envidiosa quizás.
Es bastante feo de admitir lo que uno es, ya que quizás te señalen por ello pero no vengo con esa intención. Este espacio fue creado para aclarar mi mente y ofrecer distracción mentes distraídas como la mía.