Autocomplacerse.

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Todas comíamos y hablábamos en silencio, el gran comedor tenía 2 mesas enormes, las autoridades se sentaban en la mesa de las niñas más pequeñas para observar que fueran educadas al comer.

El timbre sonó, todas de pronto dejaron de comer y miraron el gran pasillo que recorría las aulas hasta llegar a la puerta de entrada. Una de las Señoritas, la Srta Amanda, se levanto y camino rápidamente mientras la Srta Mariel ordenaba a todas que siguieran comiendo. Mi curiosidad me mataba, quería voltear y no sabía porque, habían tocado mil veces la puerta mientras comíamos y nunca voltee, pero ahora quería hacerlo.

Srta. Amanda: niñas -aplaudió levemente para llamar nuestra atención, los nuevos Henderson estaban detrás de ella, a la madre no la vi, pero ahora que la veía era muy hermosa.

Srta. Mariel: ¡pero qué grata sorpresa! -se levanto y fue hasta los recién llegados- deben ser los Henderson, soy la Srta Mariel, la directora de esta academia -le extendió la mano

-mi nombre es Jeffrey Henderson, ella es mi esposa Pamela y mi hijo Logan, hemos venido a conocer a nuestras vecinas, mis padres hablan mucho de todas ustedes, cosas buenas por supuesto.

Srta Mariel: nos alegra mucho tenerlos a lado, esperemos nunca haya ningún inconveniente. Estamos muy acostumbradas a tener tranquilidad por aquí, espero y no hagan muchas fiestas -miró directamente a Logan.

Logan: nada fuera de lo normal -le sonrió y miro a todas, detuvo mirada en mí y me guiñó el ojo, la Srta Mariel se percató y rápidamente se acomodó para evitarnos la vista el uno del otro.

Srta. Mariel: solo le pediré un favor, joven Henderson, no quiero que alborote a mis niñas ¿de acuerdo?

Pamela: por eso ni se preocupe Srta. Mariel

Jeffrey: fue un gusto, lamentamos no preguntar el nombre de cada una, pero sería agotador, hasta luego -sonrieron y volvieron por el pasillo siendo acompañados por la Srta Amanda.

Lo que siguió de la comida fue solo escuchar a Nora lo sexy y sensual que era el nuevo vecino, Ana le hacía burla diciendo que si, el señor Jeffrey era muy apuesto.

Nora: de verdad, es que ese chico es tan apuesto, su simple nombre es causa de un gran orgasmo -y comencé a ahogarme, no solía escuchar esas palabras. Todas me ayudaron al instante.

Srta Mariel: ___ ¿ya te encuentras bien? -asentí- bien, si ya acabaste puedes irte a descansar en lo que toca la campana para las clases de señoritas -asentí y me levante.

Subí a la habitación y me senté en la primera cama que se me puso enfrente, la de Nora, la cual tenía vista a la casa de los Henderson. Me asomé y vi la habitación que antes era de los abuelos, Logan apareció y se quitó la playera, me quedé viendo aún cuando sabía que no estaba bien, no pude evitar ver sus grandes brazos y su abdomen, se saco los pantalones y rápidamente mi respiración se agitó, debía quitarme, pero no podía, inconscientemente me mordí el labio y en eso el volteo y me vio, me asusté y me acosté hacia atrás, me vio, vio que lo observaba ¡rayos! Me levante con cuidado el seguía ahí mirando hacia acá con una sonrisa arrogante, termino de sacarse los pantalones y se acostó en la cama provocativamente, la campanilla sonó y me sobresalté, salí corriendo con apuro y en cuanto llegue al salón me senté en mi lugar intentando respirar.

Eleanor: ¿estás bien? -puso su mano en mi hombro y asentí- ¿Segura?

Tu: s... Si, segura -saque mi libreta.

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