—Eres un idiota —digo mientras le doy un leve golpe en el hombro.
Es la única persona de la cual me he enamorado, aunque es imposible que entre nosotros pueda haber más que amistad.
Jean. Ese es su nombre.
Se supone que él sólo es mi amigo y ya. Además, es un chico, y yo también, lo que hace que esto se sienta antinatural y mal visto por la sociedad.
Llevo dos años enamorado de él. Lo sé, es patético: soñar que puedes tener algo y al final darte cuenta que todo es una cruel ilusión. Es verdad pero... no puedo. No puedo simplemente dejar de querer a alguien, olvidar que me gusta su voz, su sonrisa, su sentido del humor, su personalidad, su todo. Sí ¡TODO! sus peculiaridades hacen que siga enamorado de él. Porque eso es lo que hace que esté enamorado de él.
Su voz hace que salga de mi pequeño trance.
—Pero fue muy divertido —dice sobando su estómago y limpiándose las lágrimas que derrama por la risa.
—Pero si te hubieran descubierto, lo más probable es que te mandaran directamente a la dirección —me lleve el dedo pulgar e índice sobre el tabique— además recuerda lo que dijo la directora —oprimo los dedos sobre mi nariz— "Una cosa más, Kirschtein, y saldrá de esta institución" —digo imitando la voz patosa de la directora cuando regaña causando una risa que muestra sus perfectos dientes—y me ha costado demasiado que no te metas en problemas —él sólo sonríe.
—Oh vamos, fue divertido ver como se rascaba el trasero
Hace una pausa y saluda de paso con un choque de manos a Marco, su mejor amigo. Al parecer viene de una práctica de basquetbol, lleva el uniforme.
Cuando Jean pertenecía al equipo siempre estaba con él. Hace un tiempo reprobó las tres materias límite, la directora Hanji Zoe me hizo su tutor; así es como nuestra amistad inició. A pesar de los esfuerzos, no aprobó todos los exámenes y la directora le ordenó dejar uno de los clubes a los que pertenecía: Basquetbol y Teatro.
Jean no podía abandonar el club de teatro debido a su deuda por haber destrozado una escenografía mientras peleaba con Eren, mi mejor amigo. Al no tener el dinero suficiente, Jean tuvo que formar parte del grupo y apoyarlos. Eren había recibido dinero por su cumpleaños, pagó una parte y se salvó.
Tras un breve intercambio de palabras con Marco, Jean y yo continuamos nuestro recorrido a la cafetería retomando nuestra plática sobre la broma que Jean hizo al profesor Pixis.
—Además se lo merecía y no intentes negarlo. Me reprobó y por su culpa tendré que venir en verano —continúa Jean con su queja y pasa su brazo sobre mis hombros.
—Tal vez, si hubieras hecho todos tus trabajos desde el principio.
Siento el calor que desprende Jean alrededor de mí, es algo frustrante tenerlo tan cerca y lejos al mismo tiempo.
—Me pareció escuchar algo de ironía en lo que dijiste, Armin. No tomes mis malas costumbres, no quedan bien en ti —dice mientras frunce ligeramente el ceño— estoy empezando a pensar que puedo ser mala influencia —y pica con su dedo índice una de mis costillas haciéndome soltar una pequeña risilla.
—Bueno, en parte tienes algo de razón, me puso un nueve el periodo pasado ¡Un nueve! —digo alzando la voz un poco—y me desvelé estudiando dos semanas ¡dos semanas! —digo lo último enojado y remarcando el dos con mis dedos.
No tenía nada en contra de los métodos de enseñanza del maestro, pero sí en el hecho que mi calificación fue más baja de la esperada por haber impreso el trabajo en hojas perforadas. Él, al verlas, dijo que le causaban jaqueca. La culpa debía ser de la resaca que siempre tiene.
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Eres un idiota
Teen Fiction-¿Por que no puedo verlo solo como amigo? -¿Como termino todo esto así? -¡Soy un idiota! ¡No debí de haber hecho eso! -Es un idiota... si tan solo no hubiera hecho eso. (AU) Jearmin.