31.-TEEN WOLF(ISAAC LAHEY)

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Solté un gruñido de asco nada más cruzar las puertas del instituto.

- Huele a chucho- Me quejé a mi madre quien, muy "amablemente", me había acompañado al instituto mi primer día. Ella había sido la encargada de inscribirme al instituto tras nuestra mudanza.

- Alice, por favor, no empieces- Pidió cansada- Intenta pasar desapercibida, nadie puede saber nuestro secreto.

- Entonces, ¿Porque hemos venido?

- Ya te lo he dicho, tenemos motivos muy importantes que aún no puedo explicarte.- Suspiré derrotada.

- Esta bien, adiós, mamá- Me despedí con un beso y fui a buscar al director.

(...)

- Tú debes de ser la nueva, ¿Como te llamas?- Una chica rubia- pelirroja, se acercó a mí a la salida de clases.

- Soy Alice. -Parecía maja, por lo que decidí ser amable.

- Soy Lydia. Oye, ¿Has visto a Scott, un chico moreno con un tatuaje de dos lineas en el brazo?

- No, lo siento- Puse una mueca, y ella me sonrió.

- Gracias de todas formas, ya nos veremos- Se despidió y salió con mucha dignidad del edificio, vale, eso había sido raro.

Cerré mi taquilla y crucé las puertas, al pasar por un grupo de chicos, que se encontraban a un lado del camino que llevaba al aparcamiento, volví a sentir ese desagradable olor a perro.

- Uff, que peste a chucho- Comenté sin darme cuenta de que lo había dicho en voz alta.

- Eh, no te pases- Escuché, y al girarme descubrí que los cuatro chicos me miraban fijamente, y junto a ellos había dos chicas.

- Alice- Saludó una de ellas, poco después reconocí a Lydia.

- Hola, Lydia- La saludé con una sonrisa.

- A si que tu eres la nueva- Dijo el que anteriormente había hablado primero mientras se acercaba a mí, haciendo que el olor se intensificara, puse una mueca de asco y me separé.

- No te acerques, hueles a perro- Vi como él se movía incomodo, y se giraba a mirar a los otros chicos.

- Esto es raro- Dijo esta vez el que supuse se llamaba Scott, por el tatuaje que me había indicado Lydia.- ¿Como puedes olernos?- Me miró entrecerrando los ojos, sospechando, me puse nerviosa, acababa de delatarme sin darme cuenta, miré a mis lados en busca de una vía de escape.

- Cualquiera puede olerlo- Me encogí de hombros, indicando que no sabia de que hablaban.

Vi como el primero movía las aletas de la nariz, por lo que supuse que estaba oliéndome para saber si era una mujer-lobo.

- No huele como nada que hallamos visto antes- Dijo en voz alta para que los demás le escucharan, sin apartar su curiosa mirada de mí.

- Creo que tengo que irme- Dije agradeciendo la llegada del coche de mi madre, el cual detuvo cerca mía, salí corriendo. Mi madre salió del coche para mirarnos, frunció el ceño, y pude observar como una mueca de asco salía momentáneamente.

Le di un beso en la mejilla para suavizar las cosas.

-¿Que ha pasado?- Preguntó sin dejar de mirar a los chicos que se encontraban ahora a mis espaldas.

- Nada- Desvió la mirada para mirarme incrédula- Son hombres-lobo, al menos tres de ellos- Le expliqué cuando me insistió con la mirada.

-Entonces es el momento- Le miré confundida y ella me indicó con un movimiento de cabeza que entrara en el coche.

Imaginas MultifandomsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora