Socks

Era un día normal, donde Dan pasaba por el pasillo que dividía su cuarto con el de su mejor amigo y se encontraba con un rastro de medias tiradas en el suelo. El castaño se exasperó y con su enojo tomó las medias que estaban en piso empezando con una media larga que tenía un patrón de dibujo de ovnis encima de su fondo azul. Así continuó con toda media que se encontraba en el piso sorprendiendo con las manos llenas de ellas a Phil, que se hacía el que no veía nada mientras se concentraba en su MacBook y lo que sea que estuviera haciendo en ella.

Dan fingió que tosía, esperando a que Phil le dirigiera la mirada.

El chico de ojos azules lo miró despreocupado y quito la mirada al segundo. Dan no lo pudo creer.

— ¿Cuando dejarás de tirar tus medias por toda la casa?— preguntó en voz alta frunciendo el ceño.

Esta vez Phil lo miró de nuevo y solamente se encogió de hombros.

El castaño no aguantó más, se trepó en la cama de Phil y movió la MacBook a un lado haciendo que Phil lo mirara con una sonrisa y el otro con una cara enojada.

— Es tiempo de que aprendas a dejar estos malos hábitos hombrecito. — soltó Dan dejando las medias a un lado de la cama mientras tomaba fuerte las manos de Phil y con una de las medias largas las amarraba con fuerza haciendo que Phil lo mirara confundido.

— ¿Que rayos estás haciendo? — le preguntó Phil atónito.

— Ya te he dicho que odio que dejes medias tiradas en el pasillo. — le susurró subiéndose en sus regazos y colocando las manos atadas del mayor detrás de las suyas.

— ¿Me vas a corregir? — siguió con sus preguntas pero esta vez con una mirada divertida.

— Mira como lo hago.

Dan tomó el rostro de Phil con sus dedos recorriendo firmes su barbilla mientras depositaba besos fuertes en sus labios enrojeciéndolos por la fuerza quitándole su camisa y empujando su pantalón de Pijama hacia abajo. Rápido hizo deslizar el cuerpo de Phil descendiendo por la cama acostándolo mientras tiraba los brazos del mismo para atrás.

— Veamos.— habló tomando una de las medias. — Está la dejaste el viernes luego de ver Game of Thrones ¿Te acuerdas?

Acto seguido pasó la funda de media de algodón por la piel de fiel recorriéndolo desde el pecho hasta su miembro donde ya se empezaba a estremecer.

El castaño admirando su reacción, continuó torturándolo con cada una de las medias.

— Al parecer has dejado 6 medias Philly ¿No te da vergüenza?

— Vamos, Dan. — gimió suave Phil que ya no aguantaba las ráfagas de placer que le daba su amigo como castigo.

— Si, vamos a ponerte en tu lugar.

Phil trataba de alcanzar a Dan, pero sus manos atadas lo más que podían hacer era que sus brazos se moviesen de arriba a abajo.

Dan tomó otra media corta y la colocó en el miembro de Phil, descartando al segundo la idea ya que la media le quedaba por la mitad a su gran amigo. Tomó una media larga.

Comenzó a frotar sus manos con el pene de Phil cubierto en la media haciendo que se calentara más rápido de lo que imaginaba.

— Oh Dios mío, ¿En que momento se te ocurrió esto?— dijo Phil respirando muy agitado mientras pellizcaba su almohada y se mordía el labio para que Dan continuara.

Dan se detenía en partes, haciendo sufrir a Phil de una manera exquisita pero sumamente inaguantable.

Por una ultima vez el castaño manejó jugar con el miembro de su amigo y retiró la media tomando con las piernas de Phil haciendo que las levantara.

— Quédate así.

Dan introdujo un dedo en el ano de Phil para comprobar cuan cerrado estaba, generalmente Dan era al que le follaban siempre.

— Creo que necesitaré lub. — comentó mientras con toda seguridad estiró su brazo y abrió una de las gavetas de la mesa de noche de Phil. Lubricante de cereza, perfecto.

Mojo sus dedos al igual que a Phil y lo acostó boca abajo mientras se acomodaba detrás de él y se quitaba sus bóxers.

Dan dejó salir su miembro y rasgó el paquete de un condón que había agarrado junto él lubricante, siempre estaban preparados.

— Bueno, creo que te mereces unas cuántas nalgadas. — dijo pensándole fuerte con su manos haciendo que Phil se quejara y riera al mismo tiempo. Luego de esto introdujo su pene y comenzó a embestir a Phil subiendo cada vez más la velocidad.

Phil no había parado de gruñir suave con su cara contra el colchón hasta que Dan tocó un ritmo el cual lo llevaba a una inmensa satisfacción.

— Agh, sigue así. — suplicó tratando de levantar la cabeza.

Dan dejó salir de su boca unos quejidos mientras Phil aguantaba su dolor mezclado con mucho placer.

Dan siguió penetrando a Phil, mientras colocaba sus manos en las nalgas de su amigo que no hacía falta decir cuánto disfrutaba contemplar el increíble trasero de Phil.

Dejando pequeñas marcas ya sean simples rasguños, seguía con su acto y se dio cuenta de que Phil ya estaba por venirse.

— Mierda Dan, estoy viniendo.— casi llorando gritó.

— Sshh, aguanta un poco más.

Phil quería contenerse, pero el increíble placer que crecía en círculos en su interior le impedía contenerse al climax.

— Vamos Phil, dímelo ¿Volverás a dejar tus medias en el piso?— le preguntó por último entrecortado por gemidos.

El otro chico trataba de encontrar la manera de responderle entre tanta dulce tortura.

— ¡No lo haré más, pero déjame venirme por favor!— exclamó con mucho esfuerzo.

Dan alzó en cuerpo de Phil y tomó el miembro del mismo, mientras se venía en su mano.

Luego de esto Phil cayó en el colchón acostado con una satisfacción increíble y Dan le dejó mientras el terminaba con lo suyo y le daba un beso para suavizar el momento. Le gustaba eso de castigarlo pero no más de lo que la clásica demostración lo hacía.

Pero incluso después de esto, Phil seguía dejando sus medias tiradas por todo el pasillo.