Smile - ChenMin (1S)

Casualidad

El destino siempre fue un lazo incierto que te desventuraba en los enriedos más complicados que jamás uno esperó que le tocasen a sí. O simplemente ha sucedido conmigo, las desgracias siempre llovieron a cantaros en la puerta de mis pies, a orillas de mis lágrimas, siempre sintiendo que todo colapsaría en cualquier momento desde el día que encontré lo que podría ser, pero que no sucedió por mi culpa.

La primera vez que respiré con libertad, estaba cerca de un muchacho de sonrisa cheshire, con el cabello castaño bañado por los rayos del sol, sus ojos tan unidos que hasta dudaba de su visión; simplemente majestuoso, digno de ser retratado por mi cámara. Estaba en la feria del pueblo porque me habían pedido cubrir un articulo para la universidad unos colegas del club de fotografías, acepté encantado, es decir, no era el primero en ser mencionado para resaltar por alguna clase de cualidad, pero me eligieron, y fui feliz. Luego descubrí que estaba siendo utilizado por el vicepresidente para realizar partes de su propia tesis en sociología, o algo así estúpido por el estílo.

Más aun así, aquel día, mientras mi lente captó la sonrisa sincera de un muchacho poco menor a mí, acompañado de un chico del cabello de arcoiris y un alto, gigante como una torre, me sentía dichoso, y aunque estuviese siendo usado, y aunque estuviese consumiendo tiempo de mis propios trabajos atrasados, y aunque el día amenazaba con volverse tormentoso; aun así me alegré de toparme con ese muchacho que le dio aire a mis pulmones, cuando me sentía a punto de llorar por ser tan distraído.

El segundo día, fue a finales de mi carrera, en el último año exactamente, caminando por la calle desprevenido, un sujeto delgado de piel bronceada me chocó e hizo caer algunos de mis apuntes, ganando mi enojo porque estaban todos foliados, listos para entregar ya que estaban mezclados con algunos cuestionarios evaluativos, revolviendo todo, incluso mi humor que ya de por sí oscilaba entre exasperación y rabia, llenando mi pecho de malas intenciones, consternando mi trabajo de semanas y mi lectura de meses posteriores a ese día. El joven ni se molestó en voltear, musitando unas disculpas que se las tragó el viento y mi veneno concentrado en la punta de mi lengua, quiso salir a darle los buenos días.

"Lo siento mucho Hyung"

Una voz suave, acompañada de una reverenceia de 90 grados me hizo replantearme la hostilidad que escapaba por mis poros, pero ese niño, al levantar su cabeza luego de un corto tiempo así, me dejó sin aliento, viniendo a mi mente la fotografía que inconscientemente guardo en uno de mis cajones del armario, esa que me hacía pensar que a pesar del mal tiempo, una fila inmensa para llegar hasta un juego de atracciones, al borde de cerrar los puestos, me demostraba lo sencilla y divertida que puede ser la vida con tan poco, como lo es estar acompañado de amigos.

Era él.

Mis músculos se destensaron, casi dejándolos flácidos, amenazando con dejar tiempo de receso a todo mi sistema que se encontraba alterado por esa simple sonrisa avergonzada.

No era detrás de un lente, no era a la distancia, no fue por mirar a cualquier lado, no fue ni siquiera premeditado o rebuscado; pero sin embargo ahí estaba, aquel gesto inocente e inconsciente, aquel reflejo de devolver una sonrisa apenada con otra comprensiva, cuando quise destruír el mundo minutos atrás.

Un suspiro pesado rehuyó de mis labios y me agache a recoger los papeles que ya estaba recogiendo previamente el menor de los ojos finos, tomando y entrverando mucho más mis cosas, notando en el apresurado movimiento de sus manos cómo trataba de ayudar y ser un donsaeng educado, ansiando a su vez el correr tras el imbécil que tiró todo de mis brazos por ser un animal.

Ese muchacho canela debía quedarse para recolectar todo, pero sin embargo era el castaño de rizos... Y no lo preferiría de otra manera.

Más aun así debía ser condescendiente, un hombre cortéz y considerado, guiado por esta clase de pensamientos avisé al de rizos que podía marcharse, él se disculpó entregando cuidadoso todos los papeles y corrió detrás del otro idiota.