Te doy media noche. [Fred Weasley y tú]

Capítulo 21

La noche estaba siendo divertida. Estaban en un pub y ya iban por la tercera o cuarta cerveza. Las luces eran tenues y la atmósfera incitaba a beber. Sonaba un rock clásico de fondo. Las paredes estaban adornadas con carteles luminosos en los que había una bruja sirviéndose una copa, o un mago señalando el nombre de una conocida marca. Los taburetes de color burdeos estaban todos ocupados. 

Fred y George se encontraban en una mesa al final del pequeño pub. Angelina Johnson había ido con su amiga al baño, dejando solos a los hermanos.

- Tienes que admitir que es guapa - comentó George mirando de reojo a su gemelo.

- Sí, supongo que lo es - se encogió de hombros y dio un sorbo - Pero no es mi tipo.

- ¡Pero si tú nunca has tenido un tipo! No me seas imbécil - George le pegó un pequeño puñetazo en el brazo y suspiró - Entonces, ¿no ha sido buena idea salir? - se pasó la mano por el pelo y se giró para verle la cara a Fred.

- Bueno, me lo estoy pasando bien - miró a su hermano y alzó la copa que se acababa de terminar con una media sonrisa - Y Tania es simpática, pero de verdad que no...no quiero nada, ¿entiendes? No puedo - negó levemente con la cabeza y bajó la mirada.

- Entonces me estás dejando claro que estás saliendo con ___, ¿no? - insistió su gemelo. La pregunta se la llevaba haciendo ya mucho tiempo y nunca había respuesta.

- Pues supongo, George - miró a su hermano y esbozó una sonrisa -, ya sabes que no lo hemos dejado claro, pero para mí estamos saliendo. O, al menos, hay algo...Ella es importante, espero que lo entiendas.

George nunca había visto a Fred así por una chica. Ni siquiera por Angelina cuando la invitó al baile del Torneo de los Tres Magos. Ironías de la vida que ahora fuese George el que estuviese con ella.

George estaba preocupado por su hermano. Sabía que era duro no ver a la persona que quieres durante mucho tiempo. ___ le agradaba, realmente no tenía nada en contra de ella. Le parecía pequeña, claro está. Sentía que había un gran abismo entre su realidad y la de la chica, pues ella seguía en el colegio mientras que ellos ya trabajaban. Y Fred necesitaba alguien que estuviera en su misma realidad. Pero su gemelo no estaba por la labor. Realmente le gustaba aquella chica. Así que George decidió no seguir insistiendo. Intentaría entender a su hermano y le apoyaría. Es lo que habían hecho siempre.

Cuando volvieron las chicas del baño, decidieron irse a casa. Ya era tarde y al día siguiente debían estar a la hora para abrir la tienda. George se ofreció voluntario para acompañar a Angelina a su casa, así pasaban un tiempo a solas. Fred rodó los ojos ante el guiño "sensual" de su gemelo.

- ¿Quieres que...que te acompañe? - dijo Fred cuando él y Tania se quedaron solos. Ella era una chica rubia con unos grandes ojos marrones. Era guapa, sin duda. Su nariz era respingona y estaba roja por el frío de la noche. Se colocó bien la bufanda morada y miró al pelirrojo.

- Oh, bueno...La verdad es que no me gusta ir sola a estas horas - se puso los guantes a juego con la bufanda y el gorro, y se retorció las manos, incómoda. Era la primera vez en la noche que se quedaban solos y apenas se conocían. Fred sonrió.

- Vamos.

Anduvieron en silencio, salvo por las indicaciones de la chica para llegar a su casa. La noche era oscura y el viento aullaba a lo lejos. Casi no había gente en la calle.

Tania miraba a su acompañante de vez en cuando, sin estar muy segura si romper el hielo o no. Le había caído muy bien el pelirrojo, pero Angelina le había contado la historia tan rara que se traía con aquella chica de la que decía que estaba enamorado.