Sext with daddy.《 Irwin.

20; latidos.

Después de que ambos amigos hablaran entre sí, y quedaran en que se darían un tiempo para despejarse, cada uno se fue a casa, Calissa ya un poco más despejada por todo el problema llegó a comer algo con su madre comentándole que sólo estaba estrada por la secundaria y fue a despejarse con Katie.
Cali decidió parecer madura y hablarle a Ashton para comentarle que quería un tiempo, para ver si es que en serio volvían o esto era sólo una tontera que debió quedar a través de celulares.

cali: ashton...

ash: mmm?

cali: creo que deberíamos darnos un tiempo.

Por el otro lado Ashton estaba sorprendido por esa iniciativa de la rojiza y más aún porque el iba a decirle lo mismo, tal vez era mejor, podrían tener mas libertad y citas para comprobar su amor. Lo que lograba hacer Fred Lions en su cabeza, pensó el castaño.

ash: opino lo mismo, calissa. Es mejor para ambos

cali: claramente, así que eso.

Se empezó a tornar incómoda la conversación porque claramente no había nada más, Ashton quiso responder pero sabía que no había nada más que decir. Paralelamente los rizados se acostaron suspirando, todo iba a cambiar para ambos, ya no estando juntos tal vez que podrían hacer.

A la mañana siguiente Courson perezosa se levantó para ir a clases, un día "especial" ya que podría ir sin uniforme y con su ropa casual; unos jeans ajustados, una polera con un hombro descubierto color negro con tonos blancos y unas zapatillas vans blancas un poco descuidadas. Se sentía rara sin recibir esos mensajes mañaneros de parte de Irwin pero debía acostumbrarse.

Ashton en cambio se levantó bastante positivo usando alguna polera de piqué formal con unos jeans negros y zapatos cafés, vio su teléfono y quiso mandarle un buenos días a Calissa pero fue sólo un pensamiento involuntario.

Ya a camino al colegio la pelirroja se encontró con Katie tomada de la mano de la suricata humana, le resultaba nostálgico todo eso pero avanzó nada más apretando los tirantes de su mochila mientras se mordía el labio por ansiedad ya llegando hasta ellos y saludándola con un tono de pena.

—Hola, Cali. —saludó Freddie sonriendo con ojos de tristeza.

—Hola, suricata. —rió al llamarlo así y saludó a su amiga.

—¿Estás mejor? —dijo la castaña amiga acariciando el hombro de su mejor amiga.

—Sí, tranquila. —asintió— Yo... Voy a entrar, sonará el timbre luego.

—Que te vaya bien, Calissa, cuidate. —de despidió el novio de su amiga.

—Un gusto verte, Fred. —dijo por último para comenzar a caminar— Nos vemos dentro, Kat.

Ya llegando a su casillero Calissa miró hacía un lado encontrando a Jake recibiendo un balón de fútbol para que el lo golpeará con la cabeza, reía con sus amigos y todas las chicas porristas y demás los admiraban, ella aún no entendía porque él quiere estar con ella, tiene cientos de chicas ahí pero justamente debía ser ella, pensó la rojiza mirando aún a los amigos de Jake, al darse cuenta que estuvo un rato mirando se despegó para no parecer una colegiala loca por alguien, sacó los libros adecuados y caminó hasta la sala adecuada donde tuvo que pasar al lado de Jake, él al divisar la cabellera rojiza soltó el balón para al instante hablarle:

—Cali, hola. —tocó su hombro haciendo que ella diera un pequeño salto y le sonriera dándose la vuelta.

—El gran Monroe me está hablando, me estoy derritiendo. —imitó la reacción de alguna chica loca por él castaño, él rió al instante.