Backfire ♛ KookHan

Parte única

Entrar al Cloud 9 significa caminar entre humo de tabaco, música a todo volumen y luces de neón. A diferencia de lo que la gente cree, es uno de los clubs más peligrosos de Seúl; hay que tener la conciencia limpia y nada de deudas para poder salir de ahí sin un hoyo de bala en la cabeza. Eso, o ser miembro de EX'ACT.

Para Kim JongIn no fue difícil entrar.

—Kai —fue lo único que le dijo al portero aquella noche para que éste abriera la cadena oxidada que impedía el paso a la gente de la fila.

El moreno jamás se mostraba nervioso, pero sus hombros estaban tensos porque no había ido ahí a coquetearle al barman como casi todas las noches, no. Venía a decirle al jefe que BaekHyun había sido secuestrado y no sabía si aquella noche viviría para contar lo que pasaría después de enterar a Oh Sehun del incidente.

Abandonó las zonas concurridas del club para adentrarse en el pasillo que lo llevaría al despacho del pelinegro y después de cuatro veces en una especie de clave, la puerta corrediza de acero se abrió.

—¿Y Byun? —preguntó el pelinegro asomándose detrás de su espalda para buscar al rubio—. ¿Y Park?

Al parecer hoy era el día de las preguntas para las que Kai no tenía respuestas. Tragó gordo antes de adentrarse al despacho mientras el otro limpiaba su arma como si ésta fuese nueva y no tuviese nueve años con él.

—Jefe, necesito hablar con usted de algo bastante serio.

Sehun levantó entonces la mirada de su rifle y colocó el pañuelo con el que lo limpiaba sobre la mesa para prestar toda la atención a su mano izquierda, ya que la derecha era Park.

—¿Qué mierda ha pasado?

Y sí, el moreno ya se esperaba aquella pregunta, ¿tan fácil era leerlo?, era obvio que no traía buenas noticias. Así que como se le había enseñado, habló sin rodeos.

—Se han llevado a BaekHyun.

Y fue todo lo que Oh Sehun necesitó para ponerse de pie apretando su mano izquierda en un puño y tomar su arma con la derecha.

—¿Quién? —murmuró con una voz de ultratumba que logró erizar los vellos de JongIn, el cual no podía creer aún que alguien que era menor que él le inspirara tanto temor.

—BTS —dijo en una exhalación, carraspeando al encontrarse con que su jefe le había quitado el seguro al arma. Joder, ya podía irse despidiendo del barman de labios cordiformes -que aún no se había llevado a la cama- y del mundo—. Siguen con la idea de que uno de nosotros mató a su líder hace un mes.

—Nadie de EX'ACT sería capaz de romper una tregua pactada hace años, ¿por qué carajos están afirmando eso?

Se había estipulado la paz entre BTS y EX'ACT cuando BaekHyun decidió formar parte de la segunda en vez de pertenecer a la misma que su hermano TaeHyung. Ninguna de las dos mafias se metía con la otra y se respetaban los territorios correspondientes.

—Piensa que BaekHyun está seguro, no creo que su hermano deje que le hagan daño.

—¿Qué piden a cambio? —murmuró pasándose una mano por el pelo, caminando de un lado a otro con el arma aún en la mano.

—Ojo por ojo; han dicho que hasta que se sepa quién es el culpable, ellos no entregarán a BaekHyun. Dicen que hay un traidor en nuestras filas.

—¿Tú cómo sabes todo esto?

—Han dejado esto en la habitación de BaekHyun, si han entrado ahí burlando nuestra seguridad, no dudo que hubiesen podido estar cerca de nosotros para confirmar lo escrito en ese papel.