Extraño tu cabello apabullado en mi cara mientras dormías. Extraño tu forma de caminar junto a mi, midiendo los pasos para ir al compás. Extraño tu sonrisa viendo tu serie favorita y extraño tus lagrimas de alegría y de tristeza en la mayoría de las películas. Extraño tu mano recorriendo mi espalda ayudándome a dormir. Extraño que abras la puerta y corras a darme un beso, momento que suponía la mejor parte de mi día. Extraño tomar tu pierna al manejar y disfrutar la música sin ningún pensamiento más que lo que siento por ti. Extraño verte a mi lado y sentir felicidad que nunca sería capaz de encontrar en otro lado. Amo la idea de lo que fuiste, pero no te amo a ti.
Un mensaje antes de dormir, un mensaje al despertar, un mensaje por las mañanas y un mensaje en mi tiempo libre. Hoy mi celular reposa sin alterarse por horas y yo me preguntó dónde estás, pero sé que son los celos y no la incertidumbre de extrañar a alguien a quien amas.
“Extraño ser la persona que era cuando recibía un poco de atención y amor”
Sonrisas y magia, creí que era verdadero, pero así como el tiempo se encargó de separarnos, el tiempo me enseñó que puedo vivir sin ti. Extraño creer que era real y aunque el dolor de la soledad es mayor de lo que creía poder soportar, el alivio de quitarme la venda de los ojos es aún mayor.
Sentir que todos los días había ganado la lotería por estar a tu lado. Nadie entendía lo que me pasaba por que nadie había sentido tal cantidad de amor, sin embargo tu ausencia pronostica un error en mis cálculos. Cuando te fuiste no sentí que perdí lo mejor que me pudo pasar en la vida, más bien fue un alivio. No lo sabía en ese momento y aunque lloré, me quité una carga de encima.
“Extraño el contacto de tu piel con mi piel”
Pasé de añorar el desnudarte una vez más a olvidar incluso cómo eres físicamente.
Retándome e impulsándome como nadie lo había hecho. Extraño sentir que alguien me obligaba a ir siempre adelante, pero no extraño cuando me pusiste cadenas y me arrastraste contigo. A veces negamos lo malo por buscar mantener el recuerdo de algo que nunca fue.
“Extraño que mi locura te deslumbrara”
No la extraño. Extraño la idea de estar en una relación; de tomar una mano y besar unos labios; de gritar y reír con alguien, así como de llorar y confiar, pero si algo me ha enseñado esto es que incluso la ruptura más triste es sólo eso, un desamor que se olvidará.
“Extraño las noches a tu lado”
Hay un espacio vacío en mi cama que me causó tanto dolor que a veces no podía dormir ahí. Sentí tu cuerpo tocarme tantas veces sólo para despertar y entender que no volverías. Lo acepto, hay noches más oscuras y días más fríos, pero poco a poco la marca de tu cuerpo en mi colchón desaparece y con ella mi recuerdo de ti.
“Extraño la forma en que me abrazabas”
No te extraño, no extraño tus brazos sobre mi, extraño la idea de tus brazos, extraño la idea de tus caricias y extraño la idea de ser parte de algo más. No hay nadie aquí, tú estás lejos y aunque esto sea como aprender a caminar de nuevo, existe la garantía de que pronto estaré corriendo sin pensar en ti.
Siempre quería verte, pero al saber que te perdí fue cuando más te anhelé, sin embargo hoy el recuerdo es distante. Ya no hay lagrimas, ya no hay vacío, simplemente una extraña y soportable rutina que pensé que nunca llegaría. Sí, incluso extraño sufrir por ti.