Un Te Amo Hasta El Cielo

Capítulo 11 Jessica

Greg:
Después de esa noticia tan devastadora solo sentí el brazo de mi castaña temblando, hizo el amago de caerse pero la abracé y aferre su cuerpo al mio, por muy mal que esto fuera no iba a permitir que ella desfalleciera.

Veo a la Señora Fitzgerald firmar unos papeles y luego nos dirigimos a la salida del hospital, todas las personas alrededor le dan el pésame a las mujeres que me acompañan, aunque la tristeza ha ensordecido su mente y solo asienten con la mirada perdida.

***

Luego del funeral Kat sigue sin decir más que lo necesario, veo el dolor en sus ojos y al entrar a su casa puedo ver múltiples fotografías en el recibidor y en la pared de la sala, hay una de toda la familia, luego una de Su Padre y su Madre abrazados, una de Kat y sus hermanas, otra de Kat y su papá, la tomo y al verla de cerca puedo ver que no hay más que amor en esa imagen, definitivamente se amaban como muy pocos Padres aman sus hijas al punto de consentirles todo.

Kat me sorprende observando la fotografía y un intento de sonrisa se asoma en sus labios, me mira con tristeza y solo le pido que venga a mi lado.

- ¿Qué haré sin el Greg?. Cuestiona mi abejita.
-Conserva los mejores recuerdos en tu corazón mi pequeña. Respondo mientras ella se infunde en la curvatura de mi hombro y solloza, puedo sentir su respiración ahogada y la fuerza con la que estruja mi camisa.
- No es bueno que estés así. La aparto solo un poco y limpio sus mejillas, rojas como su nariz también lo está.
- Quedate conmigo. Pide mientras me toma de la mano y nos dirigimos a su habitación. Su Mamá no se encuentra ya que fue por las niñas a casa de su cuñada Larissa, pero al llegar aviso para decir que se quedaría con ellas.
- Todo el tiempo que sea necesario hermosa. Nos acostamos en la cama ella me abraza y yo acaricio su cabello mientras como puedo intento cantar "My Immortal de Evanescence" hasta que se queda profundamente dormida y yo la imito.
***
Voy en la carretera, casi no puedo ver mi camino ya que me encuentro pasado de copas, volteo a mi lado y veo a Jessica, esta furiosa gritándome que no debí haber tomado tanto ya que podíamos tener un accidente. Le asegure que todo estaba bien pero ella seguía gritando hasta enfurecerme, deje mi auto a mitad de la carretera y salí para desahogar mi enojo y no desquitarme con ella. Todo estaba oscuro, nos encontrábamos en una curva, camine hacia un pequeño acantilado que se encontraba a un lado y respire profundo. Un sonido me saco de mis pensamientos, vi una luz que se aproximaba a toda velocidad, me tomó un momento reaccionar y darme cuenta de que era un camión que se dirigía a nosotros, no sabía que hacer le grite a Jess que saliera del auto pero estaba con sus audífonos y recostada sobre el tablero, me apresure y trate de correr lo más rápido que pude pero no lo logré, el camión se estrelló sobre el auto con Jessica dentro. El impacto fue tan fuerte que el vehículo salio prácticamente volando hacia el acantilado, solo escuche el grito de mi Novia antes del impacto de la explosión.
****

Todo fue un sueño, me encuentro asustado y sudado a mitad de la Madrugada, la veo ahí a mi lado con lágrimas secas en sus mejillas y me prometo no enamorarme ni dejar que ella lo haga, soy un asco, por mi murió una mujer a la cual había querido mucho, no quería que algo le pasara a ella, no por mi culpa, me doy la vuelta dándole la espalda y vuelvo a quedarme dormido.

Siento que mis ojos pesan demasiado para abrirlos, pero la luz que atraviesa la ventana lastima y me insta a ver donde me encuentro, recuerdo que dormí con ella pero no la veo por ningún lado así que me levanto y me dirijo fuera de la habitación, al pasar por una puerta puedo escuchar sus sollozos, abro la puerta y la veo en la cama que supongo, es la de sus Padres, abrazando fuertemente una camisa azul, imagino que era del Señor Robert. Me acerco a ella y la abrazo mientras ella solo se aferra a esa camisa. La tomo en mis brazos y le quito la camisa porque siento que va a fundirse a su piel, la llevo hasta su cama y se sienta en la orilla, me arrodillo para quedar a su altura y me mira, el brillo de sus ojos se ha ido, solo queda ese color miel, vacío, sin vida, sin su esencia. Limpio sus lágrimas y tomo su barbilla, y aunque me ve, no veo ese destello en ella.

-Debes ser fuerte pequeña. Susurre frente a ella.
-El era mi fortaleza. Dice con voz cortada.

La abrazo y siento como sus lágrimas mojan mi camisa. Tengo el deseo de decirle que la quiero más de lo que imagina pero no creo que vaya a mejorar las cosas