Je t'ai aimé mais je t'assure que c'est la fin

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Habías terminado de despedirte de todos los invitados que hace unos minutos fingían reír de cada palabra que decías, subiste hasta tu habitación con una copa llena de whiskey y mientras subías con ayuda de tu mano izquierda jalaste levemente primero el tacón derecho y después de otros cuatro escalones el tacón izquierdo, aquel par de zapatos que habías reservado especialmente para esta noche ya descansaban sobre los escalones, te sentaste frente a tu escritorio y comenzaste a escribir, a escribir para librarte finalmente de aquella cadena que tú mismo te habías puesto un tiempo atrás.

"La primera vez que te mire no lucias en lo absoluto una persona importante, solo alguien más con quien tenía que compartir mi tiempo, no muchos te dirigían la palabra, obviamente entre ellos no estaba yo, no hasta un tiempo después, cuando un día necesitábamos compartir nuestras ideas, recuerdo sentir tu mirada sobre mí, prestando la atención que merece cada una de mis palabras, cada una de las ideas que brinde aquel día y tu tan solo me mirabas. En ese momento fue cuando comenzaste a existir para mi, ya notaba tu presencia cuando estabas en mi mismo lugar que yo, ya prestaba una mínima atención cuando tu compartías algo y aun así continuabas prestándome suficiente atención aunque mi actitud contigo era bastante fría.

Comenzamos a hablar un tiempo después, tiempo antes de enamórame de mi misma, sentía que estaba enamorada de ti, pero en realidad no lo estaba, aclaro antes de que te consideres que en algún momento tuviste gran impacto sobre mí, llegue a pensar que eras una persona bastante coherente, que sabia diferenciar la realidad de las fantasías, que siempre sabias que pensar, decir o hacer, que toda situación podrías controlarla, que todos los aprendizajes que habías tenido te habían hecho más sabio, más maduro y un poco más real, llegue a quererte cerca de mí, pensaba que lograrías ser exitoso a mi lado, pero estaba equivocada, siempre lo estuve, supongo que siempre te imagine mas grande, más inteligente, mas de todo lo que no eres, cree una persona alterna a ti, mucho mejor de lo que llegaras a ser alguna vez.

Cuando perdiste tu mente comenzaste a demostrar quién eres y de lo que eres capaz. Cuando perdiste tu mente me perdiste a mí, cada mentira tuya se convertía en un cuadro oscuro dentro de mi habitación, mis paredes en poco tiempo eran tan negras que sentía que me estaba perdiendo yo misma, pero en realidad gracias a ti estoy renovada, cada forma de destruirme la convertí en una forma de reconstruir todo lo que fue destruido, todo lo que fue negro, lo cambie un combinación de colores de temporada, todo lo que estuvo perdido, finalmente lo encontré y arregle, como si nunca hubiera sido dañado, como si nunca hubieras estado.

Acabo de volver a convivir contigo, tu risa se escuchó tan vacía, tenias manchas de vino sobre tu camisa, un anillo sobre tu dedo con el cual jugabas de vez en cuando mientras contabas alguna de tus asquerosas historias, al final de esta velada te acercaste a mí y dijiste: ¿podríamos volver a ser amigos? Suspire y solté junto con una pequeña sonrisa "No, muy amable, estoy bien así. Amigos ya tengo suficientes" No tenía nada más que escuchar de ti, tu mirada me dijo lo suficiente, finalmente habías muerto.

Me dijiste adiós y te alejaste a buscar a las demás, pero ya no pienso mas en eso, este fue nuestro final.

Yo suspiro, tu mueres.

Yo me levanto, tu mueres.

Con la mayor sinceridad, ZX"

Esta fue la tercer carta que le habías dirijo, pero era la única que decidiste enviar, no empezaste como las anteriores, ni terminaste con muy buenos deseos, fuiste sincera, no con él, claro que no; si no contigo misma y ese fue el primer paso para decirle adiós a aquella que solías ser.

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