La pareja se daba paso al loft de Magnus junto a un pequeño niño de tez azulada que apretaba con su poca fuerza las manos de sus padres.
Alec lo llevo al cuarto en donde dormía este, dejándolo jugar con sus juguetes y el gato del hogar, presidente Miau para poder ir a preparar la cena con Magnus que ya se encontraba en ello.
— ¿Qué comeremos hoy?— pregunto Alec llamando la atención de Magnus
—Pues, carne ¿Quieres otra cosa?—
—No, así esta bien— Alec se acercó para ayudar a preparar la cena de esa noche.
—¿Donde esta Max?— pregunto Magnus
—Jugando—
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Magnus fue al cuarto en el cual se encontraba su pequeño hijo para poder llamarlo a cenar, lo encontró haciendo garabatos en una hoja de papel con variados colores.
—Max— llamó haciendo que el nombrado volteara —Es hora de la cena, ve a lavarte las manos y luego vas a comer ¿Si?—
—Si... voy en un segundo— balbuceo con voz ligera y algo chillona, así volviendo enseguida la vista a su dibujo.
—¿Qué haces?—Magnus se acercó a Max interesado por lo que este estaba dibujando.
—A nosotros— contestó
—¿Nosotros?— Magnus lo miro algo confundido.
—Si, bueno, ya sabes, Dad, tu, presidente miau y yo— dijo sonriente y le mostró el dibujo.
Magnus lo miro un par de segundos, eran simples garabatos y a duras penas se lograba diferenciar quien era quien. El moreno sonrió y se puso de cuclillas.
—Esta muy lindo, sin duda eres un muy buen dibujante— comentó haciendo que el azulado se sintiera orgulloso por su obra. —¿Por qué no vas a mostrárselo a Dad?— pregunto.
Max asintió y tomó la hoja de papel para comenzar a correr hacia donde se encontraba Alec, le mostró el dibujo con una gran sonrisa, Alec al verlo sonrió y dijo algunas palabras las cuales Magnus no logro escuchar pero hicieron que su pequeño niño riera y saltara de alegría dejando el dibujo y corriendo hacia el baño.
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Magnus salió del baño con el cabello humedecido y una toalla enrollada en sus caderas. Alec ni se muto y siguió con el libro que sostenía.
—¿Quieres dejar de prestarle tanta atención a ese libro y prestarme atención a mi?— gruño Magnus
Alec sonrió divertido y bajo el libro para poder mirar al moreno que se encontraba parado en el marco de la puerta.
—Así esta mejor—. Magnus sonrió ampliamente.
—Oh, deja tu diva interior Magnus, no eres el centro del universo, el centro de mi universo.— contestó Alec con una sonrisa intentando molestar a su pareja.
—Se que soy lo más importante para ti— comentó con aire victorioso
—No lo eres— se mantuvo en silencio por unos segundos —En realidad, eres el segundo.—
—¿Disculpa?— Magnus alzó la voz con tono de indignación —¿Se puede saber quien es el primero?— dijo molesto.
—Max— contestó rápido —Aun que debo admitir que ambos comparten el primer puesto, los amo tanto a los dos—.
Magnus suspiro algo aliviado y se acercó para poder besar los labios de Alec quien lo respondió en segundos, movían sus labios con lentitud y algo extraño causando que el beso se volviese algo ruidoso. Magnus lamió el centro del labio inferior de Alec anunciando que metería su lengua. Las movían por toda la cavidad bucal contraria haciendo que el ambiente se volviera bastante caliente. Alec se alejó.
—Mejor vístete para que te siga mimando— pidió haciendo reír al moreno.
—Para lo que te quiero y voy a hacer, no necesito ropa—
Magnus se abalanzó sobre Alec atrapándolo en un nuevo beso mientras le acariciaba la cintura, acariciaba el cuerpo del ojiazul con deseo y este término quitando la toalla que enrollaba las caderas de Magnus que en ese momento, era bastante molesta.
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Alec suspiraba y apretaba las sabanas con los dedos de sus pies, sus tobillos y muñecas se encontraban atados a los respaldo de la cama al igual que parte de su cuerpo estaba apretado con una soga y sus ojos se encontraban vendados con una corbata perteneciente a Magnus. Les encantaba el Bondage.
—Magnus... Magnus...— gimoteaba Alec con dificultad —D..Date prisa, te... quiero dentro—
El moreno se acomodó entre las piernas de Alec empapando el pene de este con lubricante, el lubricante se deslizó hasta la entrada de Alec. Este suspiro y hizo un chillido de asco por lo pegajosa que estaba esa parte baja.
—Mi garvancito— murmuró —Tan lindo, tierno, sexy y caliente—. Se mordió el labio disfrutando de la escena.
Se acercó lo suficiente para que sus miembros se rozaran y comenzó a moverse con lentitud haciendo que sus penes se acariciaran, Alec soltó un leve suspiro y murmuró.
—Magnus joder... te necesito dentro ya, deja el jugueteo...—
Magnus rió en voz baja y hizo que el glande de su miembro ahora rozara la entrada de su pareja. Metió la punta con delicadeza pero al momento empujó con brusquedad su pene completamente dentro del muchacho quien ahogó un gemido. Magnus movía sus caderas con lentitud encargándose de golpear siempre ese punto dentro del culo de Alec.
Alec gimoteaba despacito para no despertar a su pequeño hijo que en estos momentos debía estar durmiendo. Magnus se agacho besando todo el pecho de Alec quien sólo disfrutaba de los besos, Magnus decidió comenzar a chupar para dejar marcas rojizas en su pareja.
Alec intentaba mover sus caderas al ritmo de las embestidas para hacerlas más fuertes, Magnus al notarlo comenzó a moverse con velocidad causando que Alec gimiera repetidas veces.
—Magnus... Magnus...— gemía de vez en cuándo.
El moreno se estiró para desatarle las muñecas y los pies. Alec al ser libre enrollo sus brazos en el cuello de el al igual que enrollo sus piernas por la cintura de este.
Se besaron metiendo sus lenguas en la boca del otro, el beso era húmedo y sonoro, tanto que saliva escapaba de la boca de Alec por una de sus comisuras.
Magnus se alejó tomándolo por las caderas y embistiéndolo con fuerza, Alec gemía cada vez más fuerte, lo que le empezó a preocupar de que su pequeño despertara, a veces lograba ahogar aquellos gemidos. Magnus tomó el pene de Alec entre sus manos acariciándolo, masturbandolo para que el se corriera más rápido.
Alec sintió un cosquilleo en su abdomen bajo corriéndose por fin en la mano de Magnus. el morocho se movió hasta lograr el también venirse.
Cuando terminó de correrse saco su pene del interior de Alec ya que dentro se había vuelto demasiado apretado.
Alec se quitó la corbata de los ojos y se acercó a Magnus, esté lo ayudo para quitar el Bondage de su cuerpo, ambos se pusieron un par de calzoncillos y se cubrieron con la mantas. Ambos se abrazaron y así se quedaron profundamente dormidos.
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