The Trip #PremiosFaded

THE TRIP

The Trip

Y ahí estaba yo, a punto de cruzar aquella puerta de metal que cambiaría mi vida.

Adelanté mía se encontraban dos hombres cuyos rasgos físicos eran un tanto atrayentes.

Serios, los cuales portaban uniformes deprimentes al igual que las paredes de ese dichoso lugar.

Faltaba poco para poder entrar en aquella habitación en la cual se encontraba "Él portal del tiempo".

Experimento científico, cuya finalidad era poder viajar hacia el futuro.

Tendría el dichoso privilegio de ser la primera mujer y el primer ser humano en poder viajar a través del tiempo, hacia el futuro.

Pero mi caminata hacia aquella puerta fue interrumpida por unos gritos, los cuales provenían detrás de mí.

— ¡Hazel! ¡Hazel!—gritaban mi nombre, suspire, di media vuelta y ahí estaba él.

Brad...

Ojos grisáceos penetrantes, delgado, estatura alta, piel morena clara, pelo quebradizo el cual era de color negro como el carbón.

Un pequeño bufido salió de mí.

—Brad...—dije en tono bajo, apreté mis puños, no quería escuchar ninguna palabra de él.

¿La razón?

No sabría explicarlo, ha intentado meterme la idea de que esto es peligroso, que si me tomaba este riesgo jamás podría volver, mentía, lo sé.

—Hazel...—dijo él, en el mismo tono que utilicé yo al decir su nombre.

Nos encontrábamos de frente a frente, un silencio se hizo presente.

Pero aquel silencio fue roto por uno de los hombres que me acompañaban.

Lo mire de reojo ya que sin previo aviso estaba al lado mío.

— ¿Señorita Hazel?—dijo uno de los hombres que me acompañaban.

—Esperen un momento por favor—dije con tono suplicante, segura de ello. Los hombres asintieron.

—Hazel...aun tienes tiempo...—dijo Brad, haciendo que mi atención fuera dirigida nuevamente hacia él.

— ¿Tiempo de que?—pregunte.

—De que renuncies a esto...—hizo una pequeña pausa-esto es algo peligroso...podrías ya nunca volver...

—No te preocupes Brad...volveré—dije y volví mi vista hacia aquella puerta, suspire y emprendí nuevamente mi caminata.—adiós...

—No quiero perderte...te amo...—dijo él, en tono que solo yo pude escuchar.

—Yo nunca lo hice...—dije.

—Me has roto el corazón—dijo él, me recordé, Brad era muy sentimental.

¿Raro no?

—Te lo has roto tu mismo—mentía, era mi amigo de la infancia, cuyas vidas no fueron separadas, desde el primer día que nos conocimos un sentimiento apareció en mí, amor, yo lo empecé a amar desde ese día que lo conocí, pero jamás lo he podido demostrar, jamás se lo dije, las ganas de decirle que lo amaba existían pero algo en mi me lo impedía, odiaba eso—. Te lo has roto tu mismo—dije nuevamente—por esperar algo que sabias que no te podía dar, somos amigos...