Capítulo 2

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Sentía los párpados pesados, todo mi cuerpo dolía y al tratar de incorporarme una punzada en el muslo derecho me detuvo haciéndome lanzar un gemido por el dolor.

-No te levantes.- Una voz ronca y profunda llegó a mis oídos, busqué por la habitación hasta que vi a la chica de ojos verdes de pie al final de la cama.

-¿Qué.....eres?.- Logré decir tragando con fuerza, tenía miedo después de todo lo que había presenciado la noche anterior.

-Soy una Licántropo.- Su mirada me intimidaba pero me sentía segura en aquel lugar- Necesito que me digas qué hacías en el bosque.

-Yo.....Discutí con mi padre y salí para tomar aire. L-Luego ese monstruo salió de la nada y me atacó.- Digo y ella está atenta a cada palabra.

-Escucha, nadie puede saber lo que viste. Sobre todo la parte en la que mis ojos eran amarillos, tenía colmillos y garras.- Habló y asentí con la cabeza enseguida.

-Tengo que regresar a casa. Mi padre estará buscándome.- Dije pensando en él- De seguro mi madre hizo que pusiese a todo el departamento policial en mi búsqueda.- Me lamenté.

-No puedes moverte. Te suturaron la pierna debes descansar.- Aseguró- ¿Cuál es tu nombre?

-Soy Camila......Camila Cabello.- Pronuncié y estoy casi segura de que vi algo parecido a una sonrisa en sus labios.

-Eres la hija del alguacil Alec Cabello.- Dedujo alzando su ceño a modo de pregunta y afirmé con mi cabeza.

Todo esto era muy extraño. No entendía nada de lo que sucedía, no creía que fuese posible la existencia de hombres lobo. La manera en que sus ojos cambiaron, como sacaron las garras con un sólo movimiento de sus dedos y aquellos afilados colmillos. La chica frente a mí era un Licántropo al igual que muchos más.

-¿Cuántos de ustedes son?.- Rompí el silencio y ella pareció pensar si contestar o no.

-Toda una manada. Mi manada y muchas otras alrededor del mundo.- No podía ser cierto.

-El que me atacó anoche ¿Qué era?.- La verdad no estaba segura de querer saber.

-Un Omega. Era forastero, no tenía manada. Ellos no pueden controlarse es muy difícil que lo logren si no tienen práctica.

-¿Tú también....eres Omega?.- Mi voz temblaba al hablar.

-No, soy una Beta. Mi padre es el Alpha de la manada.- Dijo con tanta naturalidad que me sorprendió.

Justo cuando iba a hacer otra pregunta, la puerta del cuarto se abrió dejándome ver a un chico alto de ojos claros como los de la chica que me salvó.

-Lauren, papá te espera en su despacho.- Anunció y Lauren quien supuse sería su hermana se marchó antes de darme una última mirada.

¿Cómo era posible todo esto?

...

-Explícame que pasó.- Exigió mi padre en cuanto entré en su despacho.

-Un Omega estaba de intruso en el bosque y atacó a la humana.- Lo vi fruncir el ceño.

-Sabía que esto pasaría.- Gruñó Max golpeando con su puño la mesa de madera.

-¿A qué te refieres?.- Me apresuré a preguntar.

-Los Duncan. Ellos atacaron a una manada hace poco y mataron al Alpha, éste no tenía descendientes por lo que todos los miembros se dispersaron.- Contó mi padre- Tal vez estén cazando y mordiendo convirtiendo a muchos.

-Entonces el Omega que atacó a Camila estaba en su primera transformación.- Deduje pensando en aquel hombre lobo.

-Debes llevarla a donde pertenece.- Me ordenó.

Alpha (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora