Mi nombre es bettany, pero la verdad, prefiero que me llamen Bett, no tengo un verdadero apellido...bueno si tengo uno, pero a lo que me refiero es a que no conozco a mis padres biológicos, lo único que se, y es más por intuición que por otra cosa, es que mi madre se vio obligada a abandonarme debido a las estrictas reglas que debemos seguir los guardianes, y al parecer no quería que yo me enterara de los poderes que tenia, porque me dejo con mundanos...mala decisión como si a medida que creciera no me fuera a dar cuenta.
No son malos padres en realidad, pero se que si les contará lo que me pasa me tacharan de loca y probablemente me metan a un hospital mental.
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Les hablaré un poco de mi pasado, llegue a la casa de los Shanes el 17 de agosto de 2000, en una pequeña canasta de pan, envuelta entre unas cobijas, que mi madre Evelyn describe como únicas y extrañas, era una noche lluviosa, y durante horas estuve llorando a mares, hasta que mi padre, Steven, salio al escucharme llorar, inmediatamente me vieron quedaron encantados conmigo, ¿y como no hacerlo si soy perfecta?
Bueno ya, dejemos el egocentrismo de lado, el caso es que sin importar que no fuera su hija propia, ambos decidieron adoptarme sin ningún problema, y me criaron con mucho amor; a mediada que fue creciendo me di cuenta de que yo podía ver cosas que los demás no, al principio tuve miedo, pero después de un tiempo me fui acostumbrando a la idea de ser diferente.
Todo comenzó un verano cuando tenía aproximadamente 8 años, era una tarde extremadamente calurosa, y de un momento a otro empecé a ver finos hilos rojos, casi invisibles, pero estaban por todas partes, algunos eran más oscuros que otros, no entendía nada, le dije a Liss mi mejor amiga pero ella me dijo que debería recostarme un poco, que seguramente estaba mareandome por el calor, así que me recosté en una banqueta que teníamos cerca, después de un tiempo deje de ver los finos hilos, así que me tranquilice un poco.
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Después de un tiempo empecé a ver los hilos más seguido, y ya no podía ignorarlos, me enredaba con ellos y muchas veces no me dejaban caminar todo el mundo me veía como si estuviera loca.
Un día, después de la escuela, salí en dirección a mi casa cuando me tope con un chico, era realmente muy guapo, tenia unos ojos cafés entre claros y oscuros, grandes, era más alto que yo (como al parecer lo eran todas las personas en el mundo), tenia una tez blanca y un cabello castaño oscuro
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el hilo rojo
Randomseguramente han escuchado la historia del hilo rojo, si, esa que narra que todos tenemos atado a nuestro meñique un hilo rojo invisible, y que del otro extremo de este hilo existe una persona, nuestra pareja predestinada, también se dice que este hi...
