Capítulo 1

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Acordate, lo primero que debes hacer es registrarte

La persona que atiende al público tiene una expresión de odio en su rostro, el lugar está completo de gente.

-          ¿Nombre y apellido?

-          Ade Joao

 

 

Se dio cuenta de que lo anotó mal, en el papel dice “Alex Joe”.  Quizá es por su mal acento español. Antes de poder decir algo, la fila avanzó.

Supone que no tiene demasiada importancia y sale de ahí.

No tuvo tiempo de detenerse a apreciar la ciudad. Enormes rascacielos lo rodean, le fascinan las publicidades llenas de luces, nunca vio tantos autos y gente adinerada llena de bolsas y apurada. Espera encontrar allí la felicidad, tal como se refleja en cada lugar que mira.

Caminando, pisa accidentalmente un periódico, lo recoge y pone debajo de su brazo como ve que un hombre lo hace. Se siente un poco más integrado. Lo abre para ver si hay trabajos disponibles, se sienta y piensa “qué iluso, no sé leer”. Mientras tanto la gente le arroja monedas, eso le bajó un poco el autoestima “¿Tan mal me veo?”

Le pide a Kalé, su compañero de barco, que le ayude pero termina con sus esperanzas.

-          ¿Creés que alguien te va a aceptar en algún trabajo? No seas idiota.

Lamentablemente tiene razón. Nadie quiere a un vagabundo bruto como empleado.

-          Entonces, ¿cómo voy a ganar plata?

-          Desde abajo. Compramos baratijas a dos calles de acá que están baratas y las vendemos un poco más caras, en la calle.

-          Como digas amigo.

Recorren las tiendas y  sorprendentemente con la poca plata que tienen, pueden comprar cosas variadas, desde bolsos y monederos hasta peluches y útiles haciendo muchos cálculos complicados, en realidad solo los hace Kalé. Mientras caminan, las personas lo miran con cara de indiferencia ¿Por qué son así? Mira su reflejo en una vidriera, no está tan desalineado, solo la barba crecida. Con lo último que les queda compran son 2 paños, sobre ellos pondrán la mercadería.

No van a competir entre ellos así que se van a ubicar a 5 calles de distancia, luego compartirán las ganancias, si es que así se les puede llamar.

-          Antes de comenzar debemos hacer algo.

Kalé saca una navaja de su bolsillo y se afeita, también lo hace Ade, ahora llamado “Alex”.

Comienza la venta, pensó que iba a ser diferente…

La vida rica de un pobreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora