¿Vas a la fiesta?

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Esas fueron las palabras de Kylan, mi novio, hace ya tres años. Sinceramente no tenía muchas ganas de ir, últimamente no se comportaba como antes , pero con tal de verlo un rato, iría. Entonces me puse a revisar que tenía en mi armario. Luego me bañé, peiné y maquillé, era demasiado esperar que él me mande otro mensaje diciéndome que me pasaba a buscar, a veces se le olvidaba que tenía una novia, a veces... 10 de 10 pero bueno, al menos pasaríamos tiempo juntos.
Después de pedirle a mi hermano Ginno que me lleve porque 1) todavía no tengo la licencia de conducir. 2) Si yo manejaba terminaría siendo el remis de todos. 3) No quería ver a gente besándose o haciendo vaya a saber que en la parte trasera del auto de mi hermano. Llegué a la fiesta, pero no logré encontrar a Kylan, entonces me senté en la barra y me pedí un cóctel, a mi lado había un chico rubio, de ojos muy claros. Podría admitir que me estaba observando. Seguí tomando mi cóctel, hasta que siento que alguien me abraza.
Era un chico flacuchento, de estatura media, cabello negro, y ojos marrones. No lo conocía, pero lo que me dijo que me intrigó mucho.
¿Sabes dónde está Kylan Cloppinhard?
No, no lo sé, por eso lo estoy esperando acá...
*El chico rubio de ojos preciosos presta atención a lo que hablamos, parece conocer a Kylan
Si quieres saberlo sólo sigueme, me dijo el chico de ojos marrones.- Por cierto, me llamo Juan, Juan Manuel.
-Si JuanMa, sólo llevame con mi novio.
-¿novio? *dijo en expresión de broma, casi en una carcajada
-Sí, mi... mi novio...
Lo seguí por un pasillo rojo, bajamos unas escaleras, y cada vez la luz era más baja. Había tres puertas, "la de la derecha" me dijo. No sabía si abrirla, golpear y esperar que abran, o tan sólo correr y no volver. JuanMa se me adelantó, abrió la puerta, fue cuando lo vi, vi a mi novio o, ¿debería decir ex? besándose con otro chico,y no cualquiera, casualmente mi primo. Tarde unos segundos en entender lo que sucedía, mi novio, mi primo, besándose, todas esas veces en las que mi novio se quedaba a dormir en lo de mi primo entonces, ¿qué fue lo peor que ocurrió? No sé qué es peor. Mi primo gay, mi novio gay, yo siendo engañada con alguien de mi familia, o que me engañen con alguien de su mismo sexo. Lo lógico sería afrontarlo, y eso fue lo que no hice, corrí, subi las escaleras con todas mis fuerzas. Sólo quería salir de ese lugar. Sentía como las lágrimas querían salir, pero no iba a llorar, no ahí. Cuando al fin me sentía cerca de poder salir un brazo me detiene, era el chico de ojos hermosos.
-¿Estás bien? ¿Por qué llorás? ¿Está todo bien? ¿Qué pasó allá abajo?
No sabía que decirle, había prestado atención a todo, me había seguido con la vista, y aún peor, sabe que estoy llorando. Trato de inventar algo pero realmente no me salen las palabras, y esos ojos, puedo jurar que por un momento se preocuparon por mi.
-Hey, ¿qué sucede? ¿te encuentras bien?
-Sí, sí, sólo, es que... me, se me perdió una pertenencia con mucho valor sentimental.
-¿Estás segura? El chico que te llevó allá abajo no te hizo nada malo, ¿no?
-Nono, él, él sólo me contó algo
-Ah *no parecía muy convencido
-¿Estás segura de que te encuentras bien?
-Sí, ya te lo dije, me tengo que ir
Cuando me encamino hacia la puerta es un brazo el que me detiene, al darme vuelta, para mi sorpresa no es el del chico de preciosos ojos azules. Sino el de Kylan, estaba entre 1) romperle la nariz de una trompada 2) romperle la boca de una trompada o 3) pero no menos efectiva romperle un ojo de una trompada. Así que opté por la primera, después por la segunda, y por último por la tercera. El chico de ojos azules me toca de cintura tratando de apartarme, cosa que logra. Y me lleva afuera. Trato de sacarme, lanzado patadas, algo imposible, me lleva una cabeza. Algo realmente hermoso, no habia notado lo lindo que es. Tiene ojos azules cielo, alto, flaco, y una voz tan hermosa, ahora puedo apreciarla mejor. Y aunque me esté diciendo que estoy loca por hacer eso, me encanta. Pero espera, todavía tengo novio, tengo que dejar a eso. Sí, eso, porque no puede ser tan mala persona como para meterme los cuernos y encima CON MI PRIMO, MI PRIMO.
Así que entro al lugar y aprovecho para darle una cachetada, seguida de un terminé contigo.
Muy feliz de eso volví afuera, miento, estaba hecha mierda.
Fueron tres años, tres años en los que pasamos cosas tan lindas juntos. Cada momento tan mágico. Fue tan rápido todo que ni siquiera me di cuenta que el chico de ojos lindos me había seguido. Cuando voy afuera, me siento en el cordón del boliche y me largo a llorar.
Entonces se sienta a mi lado.
¿Sos Juliana, no?
-Si
-Matías *me dedica una sonrisa, pero no una coquetona, sino uno como si supiera lo mal que sentía y que no era un momento para sonreír.
Sólo lo miro
-Oye, si quieres que te deje sola, yo no sabía lo que ocurría y, no tengo problema en dejarte aquí, o sea, mierda, no quise decir eso... quiero decir, si querés puedo alejarme y podés llorar. Si querés puedo llevarte a tu casa, si querés podemos ir por un café, sé que no me conoces, pero desde el momento en el que te vi llegar supe que no eras como las otras chicas, no viniste aquí por diversión, no viniste aquí por vos. Viniste aquí por él, y él no lo supo apreciar, ¿no es cierto? Así que no sé qué quieras hacer pero yo quiero romperle la cara otra vez.
- "otra vez". ¿QUÉ? ¿ya lo hizo una vez? Dios, ¿qué sucede con este chico? Dijiste, ¿dijiste otra vez?
-Sí, es que, fue algo muy cómico sabes. Ya lo sabía, pero no sabía que era a vos la chica a la que engañaba. Y, algo te conozco, vas a mi clase de historia.
*Ahora que lo menciona lo recuerdo, se sienta al final, y es el típico chico que hace los tontos chistes que hacen reir a todos.
Así que no lo pude creer, y bueno, me desquité, vamos, se lo merecía. No te enojes, ¿si?
-Es que, no debías hacerlo... Pero, es que no sé que decirte, realmente me gustaría que salgamos de este lugar.
No sé si era la música, los problemas, toda esa información, lo que vi, o lo que me dijo, pero necesitaba irme de ese lugar. Matías tenía razón, no era un lugar al que yo iría por diversión. Creo que tampoco es un lugar al que él iría, yo al menos tenía una razón para ir, pero él, ¿él qué razón tenía? No lo sé, lo que sé es que tengo que agarrarlo fuerte del brazo y salir corriendo de acá. Hay un café cerca.

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