Entre pasillos

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Capítulo 2.

(Silencio durante largos minutos en los que ella pensaba y pensaba, en los que todas las palabras se acumulaban a lo largo del tiempo y solo así conseguía un orden, acumulándolas en un papel. "Mi nombre es Zoe Shiseth, tengo 24 años" Era la parte clara, pero en algún momento me perdí. Esa mirada que ella tenía era hipnotizadora, y en un momento... peligrosa.)

Eso pensaba cuando estaba mirando detenidamente los cuadros del museo al día siguiente, hoy encontraba algo raro con el orden dado a cada renglón... Desde el amanecer llegué al lugar. Por alguna razón mi cabeza daba una acusación a aquella hoja oscura que estaba enmarcada contra la pared de una columna. Partículas de polvo rodeaban el ambiente y a aquella chica silenciosa que se había quedado a dormir en mi cama mientras yo dormía en el sofá.

-¿Reconoces ésta página?- Pregunté obteniendo como respuesta ese silencio único que ella daba como respuesta. –Es de una autobiografía de una escritora que vivió aquí hace muchos años, sé que no es tu nombre pero... Imaginé que tal vez te gustaría leerla, más que un relato me parece un poema.

-¿Esa página no es de una escritora de aquí? –Preguntó confundida y a paso lento, se levantó en puntas y leyó detenidamente el cuadro para luego bajar de una manera tan delicada que me sorprendía su forma de existir. –Me recuerda a una mujer muy cercana a mí... Pero no entiendo bien de quien habla y tampoco se logra entender bien qué quiere expresar. –Dijo de manera más confianzuda pero se me hizo un comentario hiriente y más para mi que como escritor y lector se me hizo una falta de apreciación al trabajo de la escritora que me molestó un poco.

-Es cierto que es abstracto y confuso, parece como una descripción... Pero tienes que admitir que sabe dar a entender la belleza de lo que habla y su humanidad, oye, dar a entender su soledad, tristeza y forma con solo unas palabras es sinónimo de habilidad, yo me tardaría hojas y hojas solo en expresarlo.

-Nunca he sido fan de los escritos novelísticos, se me hacen aburridos y pedantes, un estado de vida tipo bohemia es una tontería para embellecer la vida con descripciones fantásticas y sentimentales llenas de emociones escondidas dentro de los autores que... bueno, algunas obras me han gustado, cosas como It o Cien años de soledad, pero Ozcar Waild es un payaso al momento de escribir y crear persona –Entonces la interrumpí.

-Entiendo tu punto, siempre he pensado que los escritores suelen tomar una imagen más pedante o simplemente decorada de lo que quisieran, son como niños que se maquillan, se ponen traje y van a trabajar a su banca de la escuela... Ser escritor no es tan serio como lo pintaban en el siglo XXI, me aborrece la imagen de las personas ricas que se da, pero seguramente esa era la verdad y solo así nos podemos colocar en la crudeza de que el mundo siempre ha sido hipócrita y lleno de pinturillas para no darnos cuenta la mier... en la que andamos plantados todos. Ah... Comparto tus ideas pero no considero que Ozcar Waild tenga fallos en su escritura, es su estilo, más rápido o más lento pero a mí me gusta su ideal.

Después de una mueca de molestia ella me miró a los ojos y se sentó en una banca de madera que quedaba debajo de un traga luz hermoso. Su tez blanca brillaba, sus ojos azules se mezclaban con el dorado brillo del sol y sus labios finos y carnosos se entre abrieron lentamente dejando salir un suspiro que decía un mensaje oculto.

-Ahora que lo pienso, y te dispones más a hablar... Creo que aunque fuera por una discusión pero ayer no me dijiste nada, ¿Quién eres tú?

-Vi una máquina de helados allá afuera ¿Me compras uno? Ya con el estómago contento te puedo decir lo que quieras. –Dijo rápidamente con una sonrisa que daba gracia como si fuese una niña pequeña. Fui y volví. Ahí estaba leyendo de nuevo el relato de aquella hoja. –Hipnotiza, lo pensé desde el primer momento.

Zoe; La Hoja EscritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora