A veces parece que las estrellas se alineara para observar las calles parisinas.
Y el día de hoy, se concentran en una joven.
Una jovencita de cabello negro azulado, ojos color azul cielo, que esá buscando algo.
- ¿¡Donde estas, Gato Inutil!? - decia revolviendo cada parte de su habitación.
- Tal vez salió, Marinette. No te desesperes - le calmaba su Kwami, tranquila.
- Bien, Tikki. Espero vuelva pronto... - dijo la azabache, mientras contemplaba las estrellas desde el pequeño tragaluz de su habitación.
Luego decidió salir al balcón a admirarlas.
- Parece que las estrellas fueran las protectoras de la noche...
- Miaw! -Fué lo único que escuchó la peliazul como respuesta. En seguida se dió la vuelta, para encontrarse con la juguetona mirada de su gatito.
- Ahí estabas, Chat - dijo la peliazul, tomando al gatito en sus manos y haciendole cariñitos.
- Miaw! - Volvió a decir este.
La chica acarició dulcemente su nariz con el rostro del pequeño gato negruzco de brillantes ojos verdes.
El gatito pronto cerró los ojos, dejandose encantar por los mimos de la chica.
- Tu si que eres un encanto. No se que haría sin ti.... - terminó de decir la chica, para volver a mirar las estrellas. Sin embargo, algo a lo lejos llamó su atención...
En los cielos parisinos, las estrellas volvieron a alinearse, concentrando su vista en el superheroe gatuno que corría desesperadamente por los techos de la ciudad, sin rumbo alguno, al parecer.
- ¿Pasará algo malo? - preguntó la peliazul a si misma, viendo como su compañero se alejaba tejado a tejado.
- Miaw! Miaw! Miaaaaaw! - decía el pequeño gatito, en dirección al superheroe. A pesar de ser un animal, su rostro preocupado se notaba bastante.
Para la peliazul, esa fué su respuesta.
- Tikki! - llamó la chica, dejando al gatito dentro de la casa, y despertando a la kwami de una siesta.
- Transformame! - terminó de decir, para luego terminar como la superheroína Ladybug. En seguida salió a su balcón para buscar a su compañero. Tal vez habían problemas y él seguramente necesitaria su ayuda.
Luego de una ardua busqueda sin aparente mal acechando las calles de Paris, la superheroina se dirigió a su lugar preferido de Paris, tan solo para disfrutarlo en una noche tan perfecta como aquella: La Torre Eiffel.
Llegó dando saltos por los tejados... Se sentía libre y en paz, y con una noche tan hermosa como la era aquella, simplemente todo era perfecto.
Al llegar a la cima de la Torre Eiffel, se encontró con una figura extraña, pero a la vez conocida. Se preguntó en seguida como es que alguien había logrado subir hasta ese punto de una Torre tan alta. La curiosidad normalmente mata al gato... En este caso, fué a Ladybug.
- Eh, Tú! ¿Como lograste subir aquí? - preguntó la peliazul, al chico que se encontraba dandole la espalda. Conforme se iba acercando, podía reconocer más de él.
Al chico se le erizaron los pelos al oír aquella voz femenina. No podía ser que ella estuviera ahí... Era su sueño cumplido... Lo que le faltaba para alegrar el fatal día que había tenido.
El rubio se dió la vuelta hacia la chica, dejando en descubierto su rostro.
- ¿Adrien? ¿Qué... Qué haces aqui? - preguntó la peliazul, algo ruborizada. No todos los días te encuentras con el amor de tu vida en la cima de la Torre Eiffel, en Paris... La ciudad del amor y... ¡Vaya! A esta chica se le estan subiendo las ilusiones..
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Mi Lindo Minino [MLB FANFIC] (One-Shot)
Short StoryCuando el amor simplemente... Sucede.