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24 de septiembre de 2015.

- ¡Patrick! ¡Detente! -Logró articular la pelipúrpura.

- Jamás. -Sonrió maliciosamente.

- ¡Aléjate! -Logró quitárselo de encima.

El rubio se tumbó a su lado. Ambos tenían sus respiraciones agitadas, de tantas risas y cosquillas. Había hecho reír a Lisa y olvidarse de sus problemas por un rato, eso era lo que valía en esos momentos.

Después de todo, Patrick no estaba tan perdido en el mar de incoherencia y delitos en el que él había decidido sumergirse. Nadie es tan mala persona en el fondo.

Su madre. La mujer castaña clara, de ojos avellanados, perfume de mujer hermosa, y esa calidez que podía brindarte mientras cocinaba y bailaba o cuando te abrazaba. Ella le había enseñado al pequeño incomprendido, que la sonrisa de cualquier mujer era hermosa, y debía ser respetada. Porque valían oro, porque podían estar demasiado rotas por dentro, pero siempre encontraban fuerzas para sonreír y hacer que el mundo brille de esa forma. Él valoraba la sonrisa de las chicas como su madre se lo había inculcado desde que era un crío.

- ¿Sabes? No sabía que tú tenías un lado así.

La respiración de la ojiazul todavía estaba agitada, por lo que se le dificultó un poco decir lo último.

- ¿Así? -Preguntó Patrick, volviendo a su expresión seria, mezclada con confusión.

Lisa sintió que no debió haber preguntado eso. No debió haber dicho nada. Sintió miedo. Y lo que ella no sabía es que él sólo se refería a su argumento.

- Ya sabes.. Ese lado.. Distinto a los demás. -Se encogió de hombros, tratando de restarle importancia a lo que había dicho. Cosa que fue en vano.

El ojiazul sonrió de lado.

- Sé que todos estamos locos aquí, Lisa. Pero no solo aquí, si no también allí afuera. -Miró hacia la pequeña ventana, refiriéndose a las personas que no se encontraban aquí.- Nosotros decidimos mostrar nuestro lado salvaje, diferente a lo que la sociedad llama "normal". Eso no existe. Pero, para ponértelo más claro, este es mi lado "normal", el que todos muestran todos los días de sus vidas irrelevantes.

Comenzó a hacer caricias en el vientre de la teñida, acción que la hizo ponerse bastante incómoda al recordar que clase de persona era él.

Se removió bruscamente en la cama, haciendo que Patrick cayera al suelo y soltara un gracioso quejido, que hizo reír nuevamente a la chica.

Bajó de la cama y se sentó frente a él, quien se tocaba su cabeza con una mueca, y comenzó a inspeccionar esa zona.

Patrick se sintió demasiado atraído por la cercanía del rostro de Lisa. Principalmente, por sus labios. Eran tan rosados y carnosos, que deseaba devorarlos en ese mismo instante.

No pudo evitarlo y atrajo a su compañera para besarla fogosamente, sorprendiéndola.

Se separó bruscamente y golpeó a mano abierta la mejilla del chico, haciendo que su rostro girara a un costado por la fuerza y velocidad del impacto.

Y sonrió. Una sonrisa fría abarcaba la parte inferior de su rostro.

Lisa se tensó, al igual que su compañero. Ambos sabían que esa acción no traería nada bueno para la teñida.

- No debiste haberlo hecho, maldita zorra.


















"Y no puedo ocultar
Que un poco me gusta
Cuando te hago llorar."
Semi-automatic ~ Twenty One Pilots.


Patrick en multimedia.

psychiatric [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora