Firework

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  "Do you know that there's still a chance for you, 'cause there's a spark in you."


La otra noche volví a soñar con ella, con sus ojos, las imágenes no dejan de aparecer y siempre es lo mismo, ella mirándome y diciéndome que no puede estar conmigo, yo llorando y corriendo, y corriendo, y corriendo.

Estuve años corriendo, viaje de acá para allá, termine mi carrera en Francia, trabajé en Holanda un tiempo en la cocina de un pequeño hotel, a mis 23 años ya conocía EE.UU, media Europa, y un puñado de países asiáticos.

Pero ya me estoy yendo por las ramas de nuevo, como habrán notado tiendo a divagar bastante cuando se trata de mi vida. Bueno digamos que antes de todo eso ella era mi vida, hablábamos por teléfono todos los días, nos veíamos bastante seguido y éramos "buenos amigos".

Todas las noches soñaba con ella, soñaba con que ella me miraba con su cara apoyada en mi pecho, justo sobre el corazón, con escuchar su respiración y verla sintiendo la mía, con su pelo, desordenado, y nuestras piernas entrelazadas, mi pie jugando con el suyo, riendo, mirándonos, amándonos, siendo uno.

Todos los días despertaba solo, digamos que sin ser nada le fui fiel a mi manera, desde que me di cuenta que la amaba no pude estar con ninguna mujer, aunque ella me esquivaba en lugares públicos, cuando estábamos solos era lo mejor. Todavía recuerdo nuestro primer beso, los dos sentados bajo un árbol en una plaza, riéndonos, y en su celular sonando la canción de Katy Perry, esa de la bolsa de plástico.

Recuerdo como me tomo la mano, como me miro, lo paralizado que quede, su sonrisa, mi nerviosismo, parecía un niño, uno bastante tonto, recuerdo como me acerque torpemente, como la mire a los ojos, como acerque mis labios y le estampe un beso en la mejilla, recuerdo el momento exacto en que ella giro súbitamente y me miro de frente, recuerdo sus ojos, tenía miedo, tenía miedo de quererme, pero igualmente intente hacerla sentir segura, la acaricie suavemente de la mejilla hasta tomarle la barbilla, y la besé, la besé como si no existiera el mañana, como si fuera la última vez, con amor, con ternura, pero con pasión. Fue un beso pero fue mejor que todo el sexo que había tenido hasta ese día, y la mayoría del que tuve después, con ese beso le dije todo lo que había callado hasta el momento, con ese beso, le entregue mi vida.

Luego de un rato nuestros labios se separaron, sentía como fuegos artificiales en mi estomago, fue el momento PERFECTO, el día perfecto, la hora perfecta, la mujer perfecta.

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