-Cómo que le querías decir que sí! Sabes que si te quedabas con él harías cosas de las que mañana seguro que te arrepentirías y por mucho que quieras a Alex, Pablo no se merece que le hagas eso.
-Ya, pero no tiene porque pasar nada, podemos dormir como dos buenos amigos.
-¡Y tan buenos! Bueno yo me voy a dormir que tengo sueño, asíque haz lo que quieras.
-Bueno ya estoy aquí así que me quedare aquí.
Me tumbe al lado derecho de la cama, que por suerte o por desgracia daba cara a la puerta. Alexia se durmió a los diez minutos y yo me quede pensando en Alex. Como seguía indecisa en quedarme en la habitación de Alexia o irme a la mía con Alex, no podía dormir. De repente se me aceleró el pulso cuando pensé en que Alex se iría por la mañana temprano al aeropuerto y no le volvería a ver. Me levante y me fui hacía mi habitación abrí la puerta con la llave de repuesto que me habían dado en el hotel cuando llegue, y ahí estaba, tumbado en la cama dormido como un angelito, le contemple durante unos minutos y entonces me empezó a entrar el sueño así que me tumbe en el lado de la cama que quedaba libre. Cuando ya estuve colocada, tapada y cómoda note como se movía, no le di importancia porque pensé que estaba dormido hasta que me di cuenta de que Alex se había girado hacía mi y me había abrazado.
-Sabía que vendrías –su voz sonaba dormida, pero yo sabía que estaba bien despierto.
-He venido porque mañana te vas y no te veré nunca más –me gire para hablar cara a cara con él, pero cuando me di la vuelta me sorprendí al ver que Alex estaba más cerca de lo que yo pensaba. Pero no me moví, me quede ahí respirando su aliento.
-Tanto como nunca...
-Cuando te aburras de la península y vengas de visita a Palma.
-O cuando tú me hagas una visita.
-¿Y no hay modo alguno de que te quedes?
-No puedo, ya te lo he explicado, la única manera sería mi hermana, pero ya sabes como están las cosas con mi hermana.
La hermana de Alex no le habla desde que quiso salir conmigo, a su hermana no le gustan las mallorquinas (se piensa que somos chicas sin sentimientos a las que solo nos gusta tener novio durante una semana y luego cambiarlo). Me dormí entre sus brazos, a la mañana siguiente, sobre las 5 de la mañana me desperté porque alguien aporreaba la puerta, al abrir los ojos Alex ya no estaba y en su lugar solo quedaba la típica nota de despedida. Me levanté con la nota en la mano y me dirigí a la puerta, al oír la voz de la persona que tocaba la puerta y darme cuenta de que era Pablo escondí la nota en el bolsillo del pijama y abrí.
-¿Qué haces aquí? –le pregunte todavía medio dormida.
-Me han dicho que anoche os vieron entrar juntos y que es muy probable que durmiese aquí.
-No está aquí, y aunque tendrías que confiar en mi palabra, entra si desconfías. –dije con tono confiado porque sabía que no le encontraría.
Entró, le buscó hasta debajo de la cama, pero no le encontró:
-¿Te has quedado a gusto?
-Sí.
-Pues ahora ¡fuera!
-No te enfades, solo quería asegurarme.
-Como que no me enfade, te digo que no está, no me crees, desconfías de mí y si te dije que no pasaría nada, es porque no pasaría nada.
Se fue y yo me vestí, porque no me hacía mucha gracia salir a la calle en pijama. Cuando me vestí decidí hacer algo para no perder a Alex, todavía tenía dos horas y media. Me dirigí a la casa de la hermana de Alex:
-¿Qué haces aquí? –el tono de la hermana de Alex sonó cortante.
-Silvia, sé que no me tragas, pero tengo que hablar contigo. –la miré fijamente.
Con una señal me invito a pasar a su casa.
-¿Qué quieres? –su tono seguía siendo cortante.
-Quería hablarte de tu hermano, se que mi relación con él no te gusta, pero él me quiere y yo...
-Y tú que, se muy bien que las mallorquinas pasáis de los sentimientos de personas como el noble y tonto de mi hermano.
-Yo aunque te cueste creerlo quiero a tu hermano desde que le vi por primera vez.
-Si, me cuesta creerlo... -me miró fijamente y me invito a sentarme –pero en tus ojos veo un brillo de sinceridad.
-Pues ahora que me crees, necesito que dejes que tu hermano viva aquí contigo y así no se tendrá que ir a Barcelona y no tendré que perder al único chico que quiero a mi lado.
-Mm... vale lo haré, pero que quede claro que no es por ti, si no por mi hermano.
-Vale, gracias igualmente y ahora me voy a buscar a Alex al aeropuerto, antes de que se vaya.
Cuando llegué al aeropuerto estaban llamando a los pasajeros del vuelo de Alex, entonces empecé a correr en dirección a la puerta de embarque, cuando llegué la azafata me dijo que ya habían embarcado los pasajeros y que el avión despegaría en unos instantes.
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Otra vez TÚ
RomanceLo que tenía que ser un simple y divertido fin de semana entre amigos, terminó siendo una de las locuras más hermosas que jamás me han pasado.