Capítulo 16

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No importa cuanto mientas por alejarte de las crudas verdades, estás siempre encuentran la manera de colarse y volver a ti.

Mentir no es bueno, mi abuela siempre me lo decía. "Elena, nunca mientas. La mentira solo crea más problemas, solo trae desgracia a la vida de las personas, y no existe ni siquiera esa mentira piadosa que las personas tratan de usar a su favor"

Nunca mientas.

Ese consejo siempre me lo había dado mi abuela, y sin seguirlo yo había empezado una relación con Stefan sin seguir esas palabras, me había casado con él sin decirle todo mi pasado.

Kai solo se dedicaba a verme, era como si estaba viendo un fantasma, y vaya que no me alejaba demasiado de esa realidad, para él yo me había vuelto un fantasma.

Después de abortar su hijo y yo enfermar hasta el punto que tuve que perder la matriz, huí lejos del pueblo. Me alejé sin ver hacía atrás. Se me había hecho fácil, él estaba en la cárcel y yo había sido librada de todo problema. Me alejé y no volteé a ver hacia atrás. Nunca más supe de él.

Me puse una mano en el pecho para poder calmar mi corazón, este rebotaba como queriendo salirse de mi pecho. Sentí las manos de Damon apretar mis hombros y eso me calmó. Tenía que tranquilizar mi mente, tenia que fingir que esto no estaba pasando, que mi mentira no me había alcanzado hasta este punto.

Caroline se movió hacia Kai y lo tomó del brazo, como adueñándose de él, o más bien dejándome saber que ese era de ella.

—¿Kai, cómo conoces a la esposa de Stefan?

—Elena, Caroline, mi nombre es Elena aunque te cueste.

Ella rodó los ojos.

La muy estúpida le costaba pronunciar mi nombre y siempre estaba llamándome la esposa de Stefan. Odiaba a la tipa tanto como ella me odiaba a mi.

Kai se movió removiendo su mano de ella. Se acercó a mí y me dio un abrazo, así de la nada. Abrí los ojos en grande y sentí mi cabeza dar vueltas. Todos estaban tan confundidos. El abrazo me envió un escalofrío, era fuerte y podia sentir coraje saliendo de su respiración.

Los brazos de Damon se posaron en mis brazos jalándome hacia atrás. Separándome de Kai.

Maldición, esto no podía ponerse peor.

El cuerpo de Kai se tensó y la forma en cómo lo miraba era totalmente frustrada. Lo vi calmar sus instintos, y sonreír.

—En verdad me da gusto verte de nuevo —con mi mirada en su rostro le sonreí, tan falso como pude. Se volteó encarando a Stefan y Caroline, ellos esperaban una respuesta—. Fuimos compañeros en High School.

Podía sentir a Kai molesto. Su forma de hablar, yo lo conocía, sabía que podía fingir muy bien y él no había cambiado. Esto era precisamente lo que hacía en estos momentos.

—¿Eres del mismo pueblo de dónde es la esposa de Stefan?

—Elena, Caroline, Elena, aunque te cueste decir esas simples letras.

Ella se cruzó de brazos y Stefan dejó salir un suspiro pesado.

—Perdón, Elena —dijo mi nombre marcándolo con precisión.

Kai no quitaba sus ojos de mí.

—Estudiamos juntos. Éramos muy buenos amigos, ¿cierto, Elena?

Miré a Stefan y luego a Caroline. Sentía ansiedad en mis manos, las gotas de sudor empezaban a resbalar en lo bajo de mi espalda.

—Sí, Kai era el gracioso de la escuela, el payasos de la clase—respondí mordiéndome los labios.

Me crucé de brazos pensando en otra cosa que no fuera esta extraña atmósfera. Sentía que las piernas cederían al temblor que tenía en mi cuerpo, en cualquier momento caería aquí de lo nerviosa que estaba.

Terrible Love [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora