Llegó el día. Uno de mis sueños se estaban por cumplir y era ir a unos premios en los que yo estubiera nominada en una categoría. Otra cosa que me emocionaba era que estos premios no eran en mi país, lo cual me encantaba ya que amaba viajar. El día de antes preparé todo para el viaje y dejé el pasaporte junto a una pequeña mochila al lado de la maleta, todo listo para el día siguiente. Los premios eran el día 16 de Agosto y yo viajaba dos días antes de estos. A esos premios no asistía sola, Michael Ronda, uno de mis compañeros del elenco de Soy Luna iba conmigo ya que él también estaba nominado.
A la mañana siguiente, me puse algo cómodo para el vuelo, tomé todo y cogí un taxi en dirección al aeropuerto. Una vez allí, busqué a Mike para así ambos embarcar. Me sentía feliz, desde muy pequeña soñaba con algo así y nada me lo estropearía. Mi rostro cambió de repente cuando tomé mi teléfono y leí un mensaje de mi pareja quién rompía conmigo en este. Pude notar como mi cara se descomponía. Sin embargo, no me puse tan mal como esperaba, tal y como decía, nada me iba a estropear esa experiencia. Mike, al ver que me había parado y mi cara había cambiado por completo, se giró hacia mí con algo de preocupación:
- Valen, ¿estás bien? - me dijo con una de esas sonrisas con las que no puedes evitar sonreír tú también.
- Sí, sí, vamos. - le sonreí de la misma forma, soltando un pequeño suspiro. Agarré la maleta de nuevo, ya que la había soltado para poder así coger el teléfono. Arreglamos todo el vuelo y ya, con mi mochila a la espalda, nos subimos al avión. Buscamos nuestros respectivos asientos y nos acomodamos en esto, ya que eran casi dos horas de viaje. Me pedí una botella de agua pequeña y me la dejé sobre las piernas por si me daba algo de sed. Mike, sin embargo, se pidió algo para comer. Yo me puse los auriculares y me puse a escuchar música y así pasar el tiempo. Al cabo de veinte minutos, mis ojos se cerraban ya que aquella noche no dormí lo que quería haber dormido, y acabé durmiéndome sobre el hombro de Mike sin ser consciente de ello. Al rato noté a alguien dándome pequeños golpecitos en el brazo.
- Valentina, Valentina. - repetía una y otra vez sin dejar de tocarme el brazo.- Dale, despierta, hemos llegado.
Abrí los ojos y al ver que estaba apoyada el él, me levanté de golpe, ya que por alguna extraña razón me puse nerviosa, y al ver también el avión ya casi vacío.
- Perdón, perdón, perdón. - repetí varias veces mientras salía de el asiento y esperaba a que Mike saliera también.
- Tranquila, sólo hace cinco minutos que la gente comenzó a bajar. - dijo riéndose al ver la reacción de ella.
Bajamos del avión y fuimos a buscar nuestras maletas. Una vez ya teníamos todo, tomamos un taxi hasta el hotel dónde nos quedaríamos durante toda la estancia. Al llegar allí, fuimos a recepción, donde nos dieron a cada uno la llave de su respectiva habitación. Subimos al piso dónde se encontraban las habitaciones y ya cada uno se fue a buscar la suya. Al entrar a la mía, dejé mis cosas en una esquina y no pude evitar echarme sobre la cama. La pregunta que le rondaba por la cabeza desde que había bajado del avión era por qué se había puesto nerviosa al ver que había dormido sobre Mike. Estos pensamiento fueron interrumpidos por el sonido de la puerta, alguien estaba tocando.
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Calor de Invierno.
Romance¿Qué pasa cuando te enamoras de la persona de la que menos esperabas? Esta historia es pura ficción, es decir, toda es inventada, sólo añadiré algún elemento que la haga realista.