Conducía en dirección al destino que mi pasajera solicitó. Una mujer de unos cuarenta y tantos, muy hermosa. Vestía de manera muy sugerente, pero resaltaba elegancia por todos lados.
Dejó escapar un ¡OH! al escuchar la versión de Tracy Champan a dúo con Pavarotti que llevo en mi recopilatorio personal para las noches en que me toca trabajar. Todavía sonaba la canción cuando me detuve frente al portal y encendí la luz del interior.
- Son 8,95.
- Eres muy guapo - me dijo, al tiempo que me entregaba un billete de diez euros.
- Gracias - Le respondí cortés.
- Cobra nueve.
Le di las gracias nuevamente, mientras mi YO interior me miraba con ojos de sorpresa y haciendo verdaderos esfuerzos para no reírse en mi cara. Al final me dijo: "¿Una propina de cinco céntimos? Tío, no sé cual será tu percepción pero, no eres tan guapo...
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Percepciones
Short StoryRelato corto sobre el intercambio de percepciones entre una pasajera y yo...