Hay quienes nacen princesas, esperando a su príncipe azul toda su vida. Siendo damiselas en apuro y a veces un poco frágiles, esperan eso que las hace feliz de un hombre.
Otras que son reinas, imponiendo a su paso. Muchas veces sin ver que lastiman a los demás, creen que su lugar en el mundo es el de coaccionar su alrededor.
Y también hay guardianas, guerras de la vida que luchan por sus ideales. Fuertes y valiente, que saben que triunfar no es siempre ganas, sino nunca darse por vencidas.