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Capitulo 1.

Es casi navidad y el centro de la ciudad esta lleno de padres entrando y saliendo de las jugueterías, buscando el regalo adecuado para sus hijos.

Mi madre hace bastante tiempo que no pisa una juguetería puesto que yo ya soy "mayor" y prefiere regalarme ropa, maquillaje o libros; aunque no me quejo, ya no uso juguetes y prefiero otras cosas.

 Entramos a un centro comercial y para nuestra sorpresa, se podría decir que no hay mucha gente. Echo un vistazo en general y me acerco a una tienda de zapatos. Hay muchas luces parpadeantes colgando por doquier, las personas que atienden la zapateria están disfrazadas de ayudantes de Santa y de fondo suena la canción First Snow de Exo-k. Esto me hace acordar a las navidades que solíamos pasar con mi familia en casa de mi abuela, solo que en vez de sonar canciones de bandas coreanas, solían escucharse los villancicos que pasaban en la radio. Como extraño esos tiempos, ahora que la abuela ya no está, mi familia cada vez se divide más... la única que hacía que estuviéramos todos juntos era ella.

Me acerco a uno de los estantes y agarro un par de zapatos simples, son color ocre con tres hebillas para poder prenderlos. Me dirijo a una de las sillas vacías del local, me quito mis preciadas Vans (Es que enserio son mis zapatillas favoritas, son negras, simples y cómodas además que Vanessa , mi mejor amiga tiene las mismas) y me coloco los zapatos. Me paro y camino hacia el espejo. Me veo bien, pienso. Creo que los voy a comprar. Vuelvo a la silla a ponerme de nuevo las vans, mientras miro a través de los huecos vacíos de la vidriera como la gente entra y sale simultáneamente de los locales. La mayoría son jugueterías, lo que veo es muy cliché debido a que para las niñas, las madres salen con muñecas, ponys, maquillajes, zapatitos de princesas, y todas cosas color rosa y para los niños, los padres salen de las jugueterías con camiones, autos de juguete, figuras de acción, y todas esas cosas de niño. Creo que es injusto porque ¿Si un niño quiere una muñeca? o ¿Si una niña quiere un auto de juguete? los padres de seguro los regañarían y les dirían que los autos son para niños y las muñecas para niñas.

Recuerdo esa vez cuando Francisco vino llorando a mi casa, había sido tan duro verlo llorar por el simple hecho de que el para su regalo de cumpleaños número 14 había pedido un set de maquillaje de la marca MAC. El nunca había pensado que sus padres reaccionarían de tal forma como lo habían hecho, "Hubiera preferido tener un hijo con Cardiopatía isquémica a que tener un hijo gay." repetía Francisco mientras sollozaba. Por suerte, luego de que se calmara, pudo hacer las pases con sus padres y ellos por otro lado, con el pasar de los meses tuvieron que acostumbrarse a la confesión de su hijo.

Termino de atarme los cordones de las zapatillas y voy a buscar a mi mamá que esta viendo zapatos de bebé, seguramente le llevará un par a Mateo, mi hermano menor.

-Mamá ya escogí unos zapatos.- Digo tocándole el hombro y dándole el par.

-Ay me encantan, saliste con buen gusto, igual a mi.- Suelta una risita.

- Silisti cin buin guisti.- La imito, aunque no lo puedo negar, en cuanto a zapatos tenemos los mismos gustos.

Mamá solo se limita a reírse mientras camina hacia el mostrador para pagar mi regalo.

Salimos de la tienda y nos dirigimos Subway, es que ya son mas de las dos del mediodia y ni siquiera probé una pizca de pan, si llego a pasar una hora mas sin poner nada de comida en mi estomago, juro que me desnutro, enserio, no exagero (O bueno, tal vez un poco, je.)

La chica que nos atiende en el local de comida rápida es muy bonita, tiene el cabello color azabache y una hermosa sonrisa. Se parece a Vanessa, solo que por lo que veo en el sticker pegado en su camisa, esta chica se llama Daniela, creo que es la única diferencia que encuentro entre ellas dos, sus nombres.

Termino de pedir mi sandwich y espero a mamá en una mesa que por fin estaba vacía. En eso veo a un chico familiar acercándose a mi con una gran sonrisa. NO. PUEDE. SER. Es Félix, el chico que me gusta desde primaria. Acomodo mi atuendo lo mejor que puedo y cuando menos me doy cuenta, el ya se encuentra sentado en la silla de al lado.

-Compras de navidad, ¿No?- Dice con una sonrisa en el rostro.

-Si...¿Como supiste?- Trato de hablar lo mas fluido posible para que no se note lo nerviosa que estoy.

-Es lógico.- Rie. - Las bolsas de zapatos llenas de moños y tarjetas de Feliz Navidad lo dicen todo.- Eleva sus brazos, parece que quiere abrazar el aire.

-¡Cierto! pero que boba soy.

-No eres boba... o bueno, solo un poco.- Sonríe como solo el sabe hacerlo.

Cuando estoy por contestarle, veo a mi madre acercarse con las dos bandejas con comida y la cartera agarrada de la boca. Una vergüenza total.

-Humm... Félix...creo que será mejor que te vayas, es decir, es que viene mi madre, no es que te este echando ni nada de eso, solo que mi madre se pondrá densa y empezará a hablar y te vas a aburrir y...

-¡Oye oye! Tranquila.- Sonríe de nuevo. Por dios, su sonrisa me mata.- No te preocupes Oli, te entiendo, mi madre es igual...a veces se pone muy pesada.- Susurra y se levanta de la silla.

Antes de irse me saluda con un beso en la mejilla y, dios, huele tan bien, su perfume queda impregnado en mi nariz.

Mamá por su parte se sienta y acomoda las bandejas en la mesa mientras suelta uno de esos suspiros típicos de ella cuando esta cansada.
Comemos tranquilas y charlamos sobre la cena del día de Navidad, ¿pollo o Vittel Toné? Es una decisión crucial, las dos comidas tienen sus pros y contras. Terminamos eligiendo Vittel Toné.

Apenas acabo de terminar el sandwich y mi mamá ya está con las bolsas de regalo en una mano mientras recoge las bandejas vacías con la otra.

-Ehh...¿Te ayudo?- Le pregunto.

-Si por favor.- Suspira. - deja las bandejas en su lugar.

-Okay, ya vuelvo.

Me dirijo con las bandejas en la mano hasta el cubo (o como sea que se llame ese coso en donde se dejan las bandejas) vacío todos los papeles en el basurero y deposito las bandejas en la parte de arriba.

Vuelvo y mi madre me hace señas desde lejos para que la siga hasta el estacionamiento.
La sigo mientras le mando un mensaje a Vane.

Yo: Vaneee!! En media hora ven a mi casa, hace un rato vi a Félix. VEN Y TE CUENTO TODO.

A los segundos haber enviado el mensaje, recibo su respuesta pero espero para abrir el mensaje cuando ya estoy en el auto.

Vane <3 : ¿eh? Bueno, deja que termine mi clase de piano, apenas salga voy a tu casa, je.

Suelto una risa y mi mi madre me mira.

-¿Con quién hablas?

-Con Vanessa, mamá.- Ruedo los ojos.

-Ah bueno, mandale saludos de mi parte.

Es una pesada, pienso.

En lo que queda del trayecto a casa, me pongo los audífonos y le doy play a la canción de Eric Nam "Love Die Young" y sí, se convirtió en mi canción favorita, que más da sí su voz es similar a la de un Ángel.