☁ Humanidad | KaiSoo/SeSoo

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    ➝Lugar: Corredor

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    ➝Lugar: Corredor

    ➝Autora: MissEunn

    ➝Palabras: 2335


HUMANIDAD.


¿Cuánto tiempo había pasado ya?

KyungSoo no estaba muy seguro de aquello. Puede que hayan pasado un par de minutos, horas o incluso, días. O puede que simplemente, hayan pasado segundos, o fracciones de segundos, cortos y efímeros; todo a su alrededor parecía ser tan inconsistente que incluso, empezaba a dudar de su propia existencia, aunque para él, eso no sería más que una dulce tragedia.

La penumbra nocturna lo abrazaba como su fiel y más devota amiga, aquella que siempre lo acompañaba en el silencio y la soledad de aquella enorme casa. Las frías paredes se levantaban a su alrededor, imponentes e impenetrables; burlándose de él como solían hacerlo la mayoría del tiempo, restregándole su desdicha en la cara con cada uno de los cuadros pintorescos y viejas fotografías que adornaban sus cuerpos de concreto pulido, recubiertos con un fino y seguramente, costoso papel tapiz.

KyungSoo las odiaba con todo su ser.

Había aprendido a repudiar cada milímetro de aquella construcción, esa que en algún momento de su vida deseó fuertemente y la cual, terminó comprando con anhelo y emoción, combinado con una pizca de añoranza. Sin embargo, su espíritu había sido pisoteado no solamente una vez.

Era entonces cuando los recuerdos regresaban a su cabeza, como ruines nómadas que disfrutaban con fervor el atormentarlo de la peor manera posible, con golpes bajos y certeros, justo dónde más daño le hacía. KyungSoo no podía hacer nada para combatir a tan ingenioso enemigo.

Él sabía perfectamente que era incapaz de vencerse a sí mismo.

Las risas traviesas de JongIn rebotaban de un lado a otro sobre las paredes de aquel largo y estrecho pasillo. KyungSoo sonrió con un deje de amargura, observando con nostalgia la figura de aquel hombre al que había amado con locura en cada rincón de esa casa, compartiendo risas, sueños y sus más locos deseos.

JongIn era su complemento, su compañero y su alma gemela, se atrevería a decir.

El hombre era la combinación perfecta entre la sensualidad y la inocencia. KyungSoo quedó hipnotizado por los suaves y sutiles movimientos de cadera del hombre de tez morena y facciones afiladas desde el primer momento en que lo vio bailar frente a una acogedora audiencia que no hacían algo muy diferente a KyungSoo, admirarlo. Lo atrajo como un imán hacia él, haciéndolo desear más y más hasta quedar extasiado de Kim JongIn.

Y fue osado de su parte, porque se vio incapaz de ignorar los avances del hombre, no cuando lo deseaba y anhelaba con tanto afán. Se permitió enamorarse y amar sin condición, importándole poco la opinión de sus allegados porque podía sentir el insistente corazón de JongIn latir solamente para él.

Monster House | EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora