Capítulo único

719 74 52
                                    


- ¿Qué mierda significa esto?

Un grito histérico lo arrancó violetamente del plácido sueño que estaba teniendo, un dulce aroma a pino y el recuerdo de los vasos de whiskey que lo perseguían desde lo que parecía una eternidad.

Se acurrucó contra la almohada e inhaló el aroma de sus sueños, con una sonrisa infantil y casi pervertida en el rostro, sintiendo un golpe caer sobre su hombro, seguido de una sacudida que terminó de quitarle el sueño cuando las mantas escaparon de su cuerpo y el aire gélido se coló por entre sus piernas y arañó el resto de su cuerpo con saña.

- ¡Hyung! –masculló alargando la palabra innecesariamente, para luego refregarse los ojos con las mangas del polerón con que estaba durmiendo. También parpadeó varias veces, buscando eliminar las lagañas y humectar sus ojos antes de exponerlos a la luz de la lámpara a su derecha.

- ¿Quién eres tú?

- ¿Qué?

Levantó la cabeza para fijar la mirada en el dueño de aquella desconocida voz y se encontró con alguien a quien nunca antes había visto.

- ¿Quién eres tú?

De un rápido movimiento, se sentó y cruzó las piernas en posición de indio, escondiendo sus manos en el hueco que estas dejaron luego de quitarse el gorro del polerón rojo que no le pertenecía.

El tipo que lo miraba vestía un grueso abrigo de piel –esperaba que fuera sintética-, tenía el cabello oscuro como la noche y el rostro más delicado que había visto alguna vez.

- ¿Qué haces en la cama de mi novio?

- Dormía –soltó un bostezo que ocultó con las mangas que olían a pino y un desvanecido toque de perfume masculino-. ¡Espera! ¿Novio?

Esa simple palabra logró espantarle el sueño por completo y, por si fuera poco, la figura a la que no veía hace una par de años y el principal culpable de estar durmiendo en aquella cama, apareció bajo el marco de la puerta.

- Channie, ¿qué pasa? –el silencio los ahogó durante unos segundos, segundos infernalmente largos que ambos utilizaron para reconocerse, para recrearse con la imagen que se había difuminado en su memoria como un corazón roto oculto en un mohoso baúl de recuerdos-. ¿Zelo, qué haces en mi cama?

El menor de los tres soltó un suspiro cansado y fijó la mirada en el reloj digital sobre el velador. Excelente, eran casi las cinco de la madrugada y él estaba congelándose por la llegada inesperada del Bang menor.

- Dormía –se levantó de golpe de la cama y, forzándose a ignorar las dos miradas curiosas, se dirigió a la habitación contigua-, iré a la cama de YongNam hyung.

El gemelo mayor dormía plácidamente, abrazando una almohada con fuerza, como si fuera otro cuerpo humano en el que buscaba calor y refugio. Estuvo realmente tentado a meterse entre las mantas y tomar el lugar de la almohada, solo para entrar en calor, no era que quisiera meterse entre los brazos de su cuñado y fingir ser su hermano para recibir algo de cariño, pero se sentía repentinamente carente de amor.

Con otro suspiro cansado y con todo el sigilo que pudo, removió las prendas del mayor al interior del closet hasta dar con el abrigo más grande y grueso que poseía para luego volver a la puerta y atravesar el pasillo que lo llevaba de vuelta a la sala. Silenciosamente, pasó frente a la habitación de YongGuk y escuchó los enfurecidos murmullos del tipo con rostro de mujer sin llegar a entender sus palabras o las respuestas del mayor, no le importaba nada que ellos tuvieran que hablar.

Beso alevoso [BangLo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora