CAPÍTULO 1

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-¡Pero no es mío! ; gritó Rose

-Te he dicho que me lo dejaron con tu nombre

-¿Me lo tengo que llevar?

-Bueno pues supongo, yo no lo quiero; contesto el cartero insistente.

Rose tomó el paquete sin remedar, era una pequeña caja de cartón. Se dio la vuelta y se metió a su casa, mientras el cartero se alejaba, ella jamás lo había visto, no era el mismo de siempre y ella lo sabía porque el anterior era guapo y a Rose le gustaba. Incluso el uniforme era diferente y Rose le llego a preguntar si habían cambiado de uniforme pero este ignoro su pregunta. Ella vivía con sus hermanas, tenía unas hermanas gemelas, sus padres habían muerto en un accidente según les dijo su nana. Murieron cuando Rose apenas tenía 8 años y sus hermanas, Gemma y Rubí, apenas 6 años. Ellas tenían mucho dinero ya que sus padres eran cantantes aunque ningunas de ellas habían heredado el talento artístico familiar. Además Rose no recuerda haber oído a sus padres cantar o ir a un show, a pesar de que no estaba muy pequeña.

Desde entonces ella y sus hermanas han sido cuidadas por su nana, Zacil, en la mansión MenLo.

-¿Quién era ese hombre?

-Yo no lo sé nana, un cartero, supongo y dejo este paquete con mi nombre; contesto Rose

-¿Un cartero? Para eso está el buzón, espero que no sea ese joven Zac tratando de impresionarte, porque no lo apruebo.

Rose emitió una sonrisa burlona –No nana para nada, a mí tampoco me agrada. Nana... no iré al baile.

-¿Cuál es la razón? ; dijo nana nada disgustada pero sorprendida por que a Rose lo que nunca le faltaba eran citas y sobretodo con pretendientes millonarios

-No tengo cita.

-¡Rose! -se escucharon dos voces idénticas desde el segundo piso- era una mansión pero solo la habitaban ellas tres, su nana y la servidumbre. Las escaleras blancas de mármol era lo primero que se apreciaba al entrar, un gran comedor a la derecha y el salón de baile a la izquierda, justo pasando por en medio de las escaleras se encontraban los salones principales (biblioteca, oficina de tareas, salón de cine, salón de juegos, observatorio que daba a un pequeño patio); eran las gemelas e iban bajando. -¡Rose! Ya tenemos el vestido perfecto para ti; dijo Gemma

-Pero no tengo cita; bajo la cabeza mirándose las uñas de las manos.

-Patrañas, además, seguro alguien te saca a bailar, siempre lo hacen –menciono- suspiro y la interrumpió su gemela.- ¡Sí! Oye ¿Qué hay de ese chico, cómo se llamaba... oh Zac? Es muy guapo y un soltero codiciado, la verdad me sorprendió que te invitara eres... muy callada.

-Pero muy hermosa además apuesto que esa es la artimaña de Rose; dijo Gemma mientras le giñaba el ojo.

-Ah él, le dije que no porque...

-¡¿Qué?! ; La interrumpieron sus hermanas.

-La verdad no me parece buen tipo, siempre anda por ahí haciendo nada con su vida, divirtiéndose mientras sube fotos para agrandar su ego con likes de sus admiradoras; confesó Rose.

-¿Y? Te invito al baile y créeme, él no hace eso a menos que de verdad quiera algo con una dama, además escuche que iba pero... creí que era contigo Rose; le hizo Gemma un gesto a su gemela.

Nana iba a preguntar sobre el paquete pero decidió no arriesgarse a entrar en ese estatus de hermanas así que se retiró y ninguna de las tres lo noto. Rose se rindió ante los discursos típicos de las gemelas y subió a su cuarto para arreglarse, dejó el paquete en su cama y se alistó. 

LA VIDA SECRETA DE ROSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora