¿cómo es que me encuentro aquí?
Era lo que pensaba mientras tomaba un poco de café a causa del clima, sentada en la sala como de costumbre.
Mi nombre es Michel Garrido Torres, supongo un nombre como cualquiera, o así es como debe ser con cualquier persona; soy el tipo de chica que no es de agrado a las personas y busca la manera de adaptarse a ellas, a veces en su mayoría ocultando sus gustos y preferencias, quien prefiere una charla antes que la cama, quien se queda despierta esperando una respuesta deseada, quien guarda mil palabras en un nudo en su garganta antes de gritarlas al mundo.
Si esa soy yo.
No mas que una persona normal y no más que eso...
O al menos es asi como lo siento...
Entre vagos recuerdos de mi mente miró un poco por la ventana de la casa y observo a los niños jugar, sus sonrisas y su alegría haciéndose sonoras en toda la calle mientras juegan, me traen esos anhelos y deseos de regresar a mi infancia, en donde ser feliz era fácil y no tenías por que mendigar de la felicidad en ointernas onde una sonrisa no servía para ocultar lagrimas, no pues simplemente era felicidad en todas sus formas.
En aquellos niños me vi reflejada en esos tiempos en los que no notaba la hipocresía del mundo entero, pues en ese entonces yo aun me sentía con vida, con felicidad. Pero como todo tiene un inicio, también tiene un final; recuerdo vagamente mi infancia pues ya ha pasado mucho tiempo para mi, recuerdo la basta imaginación que tenía y las cosas que me hacía ver cuando aun no comprendía que hay cosas que muchos consideran malas.
Veronica, era el nombre de una amiga de la infancia que tuve, ella tan alegre y capaz de muchas locuras, según la edad que teníamos de entre 6 a 7 años, siempre metiéndose en problemas y cuando yo la acompañaba tenía la mala suerte de caer con ella. Siempre me sorprendia la manera en la que ella veía las cosas, son su ingenio y con mi paciencia sus planes normalmente eran un éxito rotundo.
Hasta que un año después en un accidente de automóvil ella y sus padres murieron, fue entonces cuando conocí lo que era perder a alguien querido pues más que una amiga y complice de travesuras , ella era como mi hermana, también conocí lo que era realmente estar triste y el extrañar pues sientes un vacio en ti que no puedes llenar lágrimas que quieren salir pero son guardadas en el fondo de tu alma mientras tu mente te tortura con recuerdos que no volveran.
Fue así como las fantasías mas bellas y coloridas comenzaron a volverse en pesadillas que mi mente creaba para mi, los colores blanco y negro se volvieron usuales y en uno de mis arranques intente cortarme las venas. No se como teniendo ya casi 9 años de edad mi mente, mi cuerpo y mi voluntad se habian perdido en un oscuro y profundo hoyo del que no es fácil salir. Mi madre al ver mi intento de suicidio decidió internarme, cosa que así fue.
Una niña de tan solo 8 y medio años se encontraba en un psiquiátrico porque intento quitarse la vida con una cuchilla...
Eran los rumores entre los pasillos de aquel lugar.
Permanecí dos semanas y media pues al parecer no había motivos para mi encierro, pero durante esas dos semanas vi cosas inhumanas, las y los enfermeros eran como los asistentes de los verdugos quienes eran los doctores, esas inyecciones atroses que hacían dormir a las personas me hacían temblar de miedo, como si se tratase de una película de horror, también los gritos de personas que se creían en un mundo dañino desde mi punto de vista y otros que se veían en un mundo donde todo parecía perfecto. Mientras yo solo tenia que lidiar con mis voces interna; no niego tuve que fingir estar bien frente a los médicos o por lo menos estar a la expectativa habia la realidad de los doctores, bien sabia que era la manera de salir de ese lugar tan lúgubre para una niña de corta edad....
Aun tengo memoria de uno de mis doctores su nombre es Enrique el siempre pidiendo disculpas por todo, enamorado de una de las enfermeras de nombre Mónica pero al parecer no mostraba interés en los alagos del pobre doctor, el conmigo fue muy amable y al parecer queria entender lo que mi mente ocultaba.Pero como todos fracaso en su intento pues cuando se dio cuenta yo saldría de ese lugar tan frío. Enrique al ver que saldría en unos días me regaló una muñeca de porcelana de mirada fría, risos color castaños y una sonrisa que me parecía perturbadora.
Por supuesto mi madre me hizo aceptarla así que la lleve conmigo junto con los deseos buenos de aquel doctor.
Mamá puso la muñeca en un sofá de la sala y desde ese entonces yo odiaba o mas bien temía a sentarme en la sala.
Pues tenía cierta película en mi mente que me causo mucho miedo.
Mientras intentaba llevar una vida normal, ocultaba todas mis pesadillas y a mis compañeros de juego y ds vida de mis padres y del resto del mundo, pues al parecer mi imaginación se volvía un poco mas inestable de lo que se deseaba.
Y mis hermosos recuerdos de Verónica aun seguían marcados en mi mente y corazón....
Paso un año para que todo recobrara sentido, pero justo en una noche del mes de octubre mis padres tuvieron un fuerte conflicto en donde mi madre tomó todas nuestras cosas y salió de casa conmigo dejando a mi padre solo en casa.
Mientras mi madre se encontraba sentada en una banca de un parque llorando por lo ocurrido yo jugaba en la banqueta de la calle sin darme cuenta de cuanto sufría mi madre.
Tal vez era tanta mi ignorancia a los golpes que recibía de mi padre tanto mi mamá como yo que no me daba cuenta de cuanto sentía mi madre.
Entre mis juegos absurdos una de mis voces me llamo del otro lado de la calle tal parecía que quería que fuera con él que sin darme cuenta ya me encontraba cruzando la calle cuando voltee a ver a uno de mis costados solo vi una luz de un auto y el sonido de un golpe.
En realidad no sentí nada pues perdí el conocimento .....
....
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Mi vida, yo y mis demonios.
Short StoryUn pequeña historia con mucho más que simples palabras.