Capitulo 12: No dejaría pasar eso.

1.1K 89 12
                                    

Sus manos estaban entrelazadas, aquel hombre y mujer de apariencia joven caminaban con seguridad por los pasillos de aquella mansión. Su visita era repentina, no habían avisado, solo se aparecieron ahí, pero no eran tontos, sabían a que iban, y no iban solos. Junto a ellos un joven de cabellera rubia y ojos azules caminaba despreocupado.  

Sus presencias no tardaron en ser notadas, y tan rápido como pudieron, los tres adolescentes que se encontraban cada uno en sus respectiva habitación aparecieron en la sala.  

La hermana del medio fue la primera en abalanzarse sobre sus padres, con lagrimas deslizándose por su rostro y una expresión de felicidad enmarcada en su rostro. Los dos jóvenes detrás de ella trataron de fingir tranquilidad, pero al mayor no le duro tanto cuando abrazo a su madre con fuerza.  
Detrás de los jóvenes 5 figuras hicieron presencia, el mayor de ellos clavo su mirada en la castaña que abrazaba a sus hijos con lágrimas en sus ojos. Y sin poder evitarlo una leve sonrisa se dibujó en su rostro.

Era tan hermosa como la recordaba, delicada y pequeña, aunque su apariencia dijera otra cosa algo en su aura demostraba la madurez que había adquirido con los años. Definitivamente, Akira ya no era la niña que había salido por aquella puerta.  Era una mujer, era madre, y se podía notar en sus ojos como amaba a aquellos tres.

-¿Que hacen aquí?- Cuestionó el segundo hijo observándolos fijamente.

-Reiji.- El nombre del azabache salió de la boca de la castaña. -Hemos venido aquí, para llevarnos a nuestros hijos, y espero que no te entrometas.-

-No es de mi incumbencia lo que hagas con tus hijos, Akira.- Respondió el azabache observándola fijamente.  

Un tenso e incomodo silenció reinaba el lugar, un rubio sonrió con altanería antes de dirigir su palabra ante el azabache. 

-Dices que no es de tu incumbencia, pero ¿Eso también le dirás a tu padre?- Cuestiono el menor. 

Ciro no había sido criado y entrenado para ser un idiota, había hecho miles de trabajos sucios, y parte de hacerlos requería de una gran capacidad de estrategia, como para asesinar. 

El desconfiaba, desconfiaba de cada vampiro con el apellido "Sakamaki" y no era para menos después de que cada desgracia en su familia haya sido causada por uno de ellos. Y para su pesar, su hermana se había tenido que casar con uno de ellos y sus sobrinos portaban con aquel apellido. 

El silencio sombrío de la habitación fue interrumpido por el mayor de los hijos Sakamaki.

-Nadie dirá nada.- Se limito a decir sin si quiera dirigirles la mirada. - Porque iremos con ustedes.-

Los presentes reaccionaron con sorpresa ante las palabras del rubio, pero ninguno rechisto ante aquella orden.

-¿Por que piensas que los dejaremos venir?- Atacó el rubio menor sonriendo con cinismo.

-Porque nos necesitan, como si tu, Raito y Akira fueran lo suficientemente fuertes como para enfrentarse a esa persona por si mismos.-  Está vez el que respondió fue el segundo hijo.

Y por primera vez, los dos primeros hijos parecieron estar de acuerdo en algo.

(...)

-Tengo un lugar, es cerca del mar, tardaremos en llegar, pero es el lugar más seguro que encontraran.-  Hablo el rubio mientras arrastraba la maleta de su sobrina.

-Ciro ¿Estas seguro de esto? Si esa persona se entera...- Comenzó a hablar Akira pero fue interrumpida.

-No le tengo miedo, y tu ya deberías dejar de tenerlo. ¿Quieres que destroce a tus hijos como hizo con nosotros?- Dejo la maleta a un lado y se acercó a ella para tomar sus manos y conectar sus miradas.- Antes de llegar a ustedes tendrá que pasar por mi, no dejaré que les haga daño, no pude llegar a tiempo contigo, pero puedo llegar a tiempo con mis sobrinos.-

Los brazos del mayor envolvieron a la castaña y está sollozo un poco en su hombro por sus palabras.

Todos subieron a la limusina. Hikari se encontraba junto a su padre y a su lado estaba su hermano, gracias a los acontecimientos había olvidado aquel tema, pero al tenerlo tan cerca aquellos recuerdos inundaron su mente logrando que se pusiera nerviosa e inquieta.

Su padre la observó de costado y deslizo si brazo por los hombros de la menor para abrazarla.

-Tranquila, todo saldrá bien.- Intento consolarla pensando que la razón por la que ella se encontraba así era por todo lo sucedido.

La menor asintió con la cabeza como si pensaran en lo mismo.

Pues no le podía decir al mayor la verdadera razón de su estado.

El castaño a su lado sonrió de costado atento a toda la situación, le gustaba, que ella estuviera así sólo por el.

Asashi tenía la vista pérdida a través de la ventana, a su lado se encontraba su madre que sostenía su mano con fuera y la de su hermano que se encontraba del otro lado. 

La situación le preocupaba, temía por su familia, temía por el, y por alguna razón también temía por aquellos ojos con los que se había encontrado aquella vez.

Lo había visitado mientras este dormía, o cuando salía de clases junto a sus amigos, el menor no había notado su presencia. Y a pesar de que lo usual en el pelirrojo no era asechar si no atacar, algo en el lo obligaba a sólo observarlo, había imaginado los ojos llorosos del joven, con miedo mientras el lo acorralaba. Y a pesar de que eso lo excitaba, la idea de que disfrute lo que el le haría le gustaba más. Por primera vez quería que su víctima disfrutará y no que sufriera.

Daichi Amaya se llamaba, lo había escuchado de sus amigos cuando estos lo llamaban, y no se podía quitar ese nombre de su cabeza. 

 Pero con todo lo sucedido, lo mas seguro es que no lo volvería a ver, y tal vez eso era lo mejor para el. 

 El viaje era bastante largo, la limusina no se detendría por un buen tiempo y aunque tal vez sería mas rápido viajar en tren o avión, lo mas seguro por ahora sería no exponerse o eso era lo que había dicho Reiji.         

Se podía sentir, una sensación extraña que todos compartían, un mal presentimiento que todos sentían, no solo habían desafiado a una de las personas mas peligrosas que todos conocían, habían salido de su juego, los planes que el tenía para ellos no podrían realizarse sin ninguna de sus piezas, y si todas le faltaban, su juego estaba perdido. Y el, no dejaría pasar eso. 

___________________________

___________________________

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

:p <3 

La maldición Sakamaki./D.L/ pausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora