Let's Go Home -@AleCarstairs28

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Estaban caminando por las frías calles de Brooklyn, era invierno, lo que significaba que Alec tendría que usar una runa de calor y Magnus ponerse su colorido abrigo de ultima moda.

A pesar de ser una tarde helada, habían decidido salir a caminar y tener un momento de pareja, los dos habían estado muy atareados con sus respectivos trabajos, Alec cazando demonios y Magnus atendiendo a mundanos inútiles que buscan riquezas y éxito con la magia.

Pasaron a una cafetería mundana por unas galletas y un par de chocolates calientes, el frió era insoportable, ni la runa de calor de Alec podía calmarle el frió lo suficiente, el chico temblaba como una maraca y se arrepentía de haberse traído únicamente un sweater gris. A Magnus por su parte le parecía adorable que el pequeño nefilim fuera tan distraído como para no darse cuenta del clima que estaba haciendo y salir con un simple sweater.

Al salir de la cafetería Magnus le paso su colorido abrigo a Alec por encima de los hombros.

  — Magnus... por que me pasas tu abrigo? Con que te vas a tapar tu hasta que regresemos al Instituto?

  — Te paso mi abrigo, porque a un hermoso chico, se le ocurrió traerse solamente un sweater gris y no soporto estarlo viendo con frió. — Magnus le sonrió a Alec. —  ¿Tienes otra pregunta Alexander?

  — Pero... tu, también... — El brujo no lo dejo que terminara.

  — Puedo usar un hechizo o algo para que no me de frió mientras llegamos al Instituto. 

Todo el camino de regreso al Instituto,  Alec regresó sonrojado, en realidad no sabia exactamente porque, no sabia si era porque le encantaba que el brujo fuera tan atento con él o porque el abrigo de Magnus llamaba demasiado la atención, el chico se pregunto si estar a la ultima moda implicaba llamar la atención de la mayoría de la gente, Alec no sabia nada de tendencias ni lo más usado en el momento, el que sabia era su novio, y confiaba lo suficiente en él cuando se trataba de moda.

Durante todo el trayecto estuvieron agarrados de la mano, hasta que Magnus se detuvo de caminar, sacando al chico de sus pensamientos.

  — Todo el camino estuviste muy callado, ¿en qué pensabas?

  — En ti.  — después de decir aquello, Alec se sonrojo al instante, le costaba mucho trabajo expresar lo que sentía.

Magnus le sonrió al cazador y se acerco para dejar un suave beso en sus labios, Alec lo abrazo fuertemente, le encantaba el olor del brujo, lo hacia sentir relajado, era un olor difícil de explicar.

  —  Magnus, vamos a casa. — Dijo Alec con el rostro escondido en el cuello del mayor.

  — Alec, por si no te haz dado cuenta, llevamos aquí afuera del Instituto mas de 10 minutos. 

  — No, yo hablo de ir a casa, a tu departamento.  — Alec miró fijamente a Magnus.— Por favor.

Al brujo le tomó por sorpresa aquella propuesta, pero sin duda le encantaba aquella idea, que Alec, su novio, viera su departamento como su casa, como su hogar, le alegraba que el cazador se sintiera cómodo, en su departamento, con sus cosas.

  — Lo que usted diga señor Lightwood.  — Contesto por ultimo Magnus, dejando un beso.

Juntos, tomados de la mano, volvieron a caminar, pero ahora hacia el departamento del brujo.

Al llegar y después de subir las escaleras, Magnus dejo pasar primero a su novio. 

  — ¿Quieres algo de tomar o comer?   — le preguntó, Magnus no sabia cocinar, pero si eso era lo que quería Alec, estaría dispuesto a hacer el intento.

  — Solo agua por favor.

Magnus regreso de la cocina con un vaso de agua y una copa de vino.

 — Me gustaría que me acompañaras tomando una copa.

  —  Esta bien. — Le sonrió el chico, Magnus simplemente chasqueo los dedos y el vaso con agua de Alec se convirtió en una copa con vino, igual a la de Magnus.

Magnus se dirigió al sofá a sentarse al lado de su novio, tomo el control de la TV y la prendió, después de pasar por algunos canales, al parecer el brujo encontró un canal que fuera de su agrado y lo dejo ahí. Alec simplemente se dedicaba a observar a su novio, analizando cada detalle de su rostro y ocasionalmente tomando de su copa de vino.

Magnus dejo su copa en una mesita y volteo a ver al cazador, le dedico una sonrisa, Alec aprovecho ese momento, no sabe de donde saco la iniciativa, pero se subió arriba del brujo, con una pierna a cada lado de Magnus. Al brujo le tomo por sorpresa pero claro, que estaba mas que complacido con aquella posición.

Alec se acerco a su rostro y lo empezó a besar, fue un beso tierno, sabor a vino, pero después el chico empezó a bajar su besos por el rostro de Magnus y después a su cuello, el brujo ladeo la cabeza para que Alec pudiera besarle mejor aquella zona.

Magnus estaba cociente de que debían ir con cuidado, sobre todo porque sabia que Alec nunca había tenido relaciones y podía decir que pararan en cualquier momento, el brujo respetaba las decisiones del chico, pero tampoco le agradaba la idea de irse a dormir caliente.

El nefilim seguía besando el cuello de su novio, Magnus empezó a acariciar ligeramente los muslos de Alec, no quería asustar al chico, sí Alec quería que fueran lento, eso harían.

El pequeño nefilim regreso a los labios de Magnus pero esta vez fue un beso apasionado, paso sus brazos alrededor del cuello del brujo y comenzó a acariciar y dar pequeños tirones de su cabello. Magnus por su parte pasaba su manos desde las cintura hasta los muslos de su novio.

Hubo algo que hizo que Magnus se calentara aun más, eso paso cuando su novio hizo fricción accidentalmente en la entrepierna de los dos, dejando salir un gemido por parte de Alec, a Magnus le pareció escuchar el mismísimo canto de un ángel, quería volver a escuchar al nefilim.

El brujo apretó el trasero del chico contra el, de nuevo creando fricción.

 — ahh Magnus... — gimió el cazador, para después ver fijamente a los ojos de gato, del mayor. —Magnus, quiero que me hagas el amor.

El brujo analizó al chico, estaba agitado, con la sangre en las mejillas, y los ojos dilatados, todo aquello junto con las palabras ya mencionadas, habían bastado para perder la poca cordura que le quedaba.

Magnus volvió a besar al cazador y lo llevo cargando hasta el cuarto, empujo la puerta con un pie y dejo al chico sobre la cama.

La noche paso entre gemidos, caricias y besos.

A la mañana siguiente, Magnus se encontró con Alec, en la cama, sin ropa, tumbados una vez más en una fría mañana.

Alec riendo debajo de él, con la cabeza echada hacia atrás y las marcas en el cuello que Magnus le había hecho la noche anterior.

 ¡Gracias por leer! Te invito a leer otro oneshot de MALEC escrito también por mi, "Besos y Risas".


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