Train - OS (Larry Stylinson)

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"TRAIN"

Tecleaba con rapidez en su ordenador. Cada cierto tiempo se paraba a pensar, rascaba su barbilla o mordía nervioso su bolígrafo. Después volvía a escribir en el aparato con la misma velocidad. Cuando había entrado en el vagón, él ya estaba concentrado en su trabajo. Paró unos segundos de hacer lo que fuese tan interesante que hacía y se puso a mirar pensativo la ventana del tren. Parecía perderse en el azul del cielo o en la espesura verde del bosque. Ni siquiera se había dado cuenta de que no le quitaba el ojo de encima desde que le vi allí. ¿Cómo no hacerlo? No podía creer que estuviese ahí, a solo unos metros de mí. Empezaban a sudarme las manos y mi corazón latía con fuerza y, ¡ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia! Aquello era algo tremendamente surrealista. Comencé a mirarle, esta vez sin dejar escapar un solo detalle. Su cabello castaño estaba desordenado como siempre y sus ojos azules eran más brillantes, si era posible, que el cielo que contemplaban. Apoyó la cabeza sobre su mano y de la nada sonrió. Sus ojos se hicieron pequeños y su blanca y perfecta dentadura asomó entre sus labios.

-¿Cuánto tiempo vas a estar mirándome sin acercarte a saludar, Harry?

Me había quedado de piedra. ¿Se había dado cuenta de que le miraba? ¿Cuándo y cómo? Creí que mi corazón quería salir por mi boca y se me trabó la lengua. No sabía que decirle. Giró su cabeza hacia mí sin dejar de sonreír, mirándome con sus hermosos ojos azules. Me quedé prácticamente hipnotizado ante ello. Esa sonrisa era para mí, no había nadie más a quien se la pudiese regalar en ese momento. No podía creerlo.

-Y-yo...-No tenía respuesta. ¿Qué iba a decirle? ¿No dejaba de mirarte porque eres la persona más fascinante y atractiva que he visto nunca? ¿Me gustas desde hace años y me he quedado embelesado al verte aquí? ¡Por Dios, Harry, pareces una adolescente enamorada! Sentí como mis mejillas ardían de vergüenza.

No dejó que terminase de responderle, ya que se levantó de su asiento y se sentó a mi lado. Había traído consigo su ordenador, en el que antes estaba tan concentrado.

-¿Y bien? -Volvió a preguntar mirándome directamente a los ojos. ¿No se daba cuenta de que así no podría responder? Necesitaba que dejase de observarme con esa intensidad para poder inventar una excusa. Como si atendiese a mis ruegos interiores fijó su vista en la pantalla y vi que se disponía a apagar el aparato.

-E-es que...te vi tan concentrado... -Tartamudeaba sin poder evitarlo, intentando terminar una frase con coherencia.-No...no quise interrumpirte- ¡Bien, Harry, has hecho algo bien! Me felicitaba a mí mismo. No pensé que lograría terminar aquella frase.

Él guardó el ordenador en una pequeña bolsa que servía como medio para transportarlo y la dejó en el suelo del vagón. Su mirada volvió a fijarse en mí y mis piernas temblaron como si fuesen gelatina. La sonrisa no había desaparecido de sus labios.

-Vamos, Harry, somos amigos, podías haberme interrumpido -Esa palabra logró que me encogiese un poco en el asiento. "Amigos". Exacto. Ese era el gran problema. Solo sentía por mí amistad, siempre me había tratado como a un hermano menor, pero nada más. Hacía dos años que él se había marchado a estudiar a París y desde entonces no nos habíamos visto, hasta ahora. Intenté que no notase lo que me pasaba por la cabeza.

-Hace mucho tiempo que no te veía, Louis. -Obviamente, Harry. Pero mira que eres estúpido, ¿no podías decir otra cosa?

-Es cierto. -Fue lo único que dijo antes de acercarse y darme un abrazo. Aquello me dejó desconcertado. Con la poca cordura que me quedaba logré corresponder a su gesto, pero lo que dijo a continuación hizo que todo mi cuerpo se estremeciera. -Te he echado de menos, Hazza.-Susurró aquello tan cerca de mi oído que noté su cálido aliento rozar mi oreja y el vello de mi nunca se erizó completamente.

-Y...y yo a ti, Lou. -Logré articular, no sin esfuerzo, ya que mi cerebro estaba colapsado por la situación.

Dos años sin ningún tipo de comunicación y cuando volvía a verle me abrazaba como lo hacía antes. Era como si toda la soledad que había sentido sin él desapareciera sin dejar rastro. Aspiré su aroma, suspirando. Aquel olor me traía tantos recuerdos de lo bien que lo pasábamos jugando por las calles de nuestro barrio, gritando como locos haciendo que los vecinos nos riñeran y sermonearan sobre nuestro mal comportamiento. Poco nos importaba a nosotros.

El abrazo estaba durando más tiempo de lo normal, cosa que no me importaba en absoluto. Quería que estuviese así de cerca todos los momentos que pasara conmigo. Me di cuenta de que se tensó un poco y se separó para mirarme a los ojos.

-Harry...-Noté que comenzaba a jugar nervioso con una pulsera que llevaba enla muñeca. ¿Qué has hecho, Harry? Seguro que le ha molestado algo de lo que has dicho y no sabe cómo decírtelo. Aunque...no podía ser eso, solo había dicho que también le había echado de menos.-Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos y que tenía que haberte dicho esto antes de irme...-Continuó, esta vez fijando sus ojos azules en los míos, verdes. Dios mío, ¿iba a decir eso de verdad? Había imaginado aquello tantas veces que no cabía en mi mente la posibilidad de que fuese a ocurrir. Estaba muriendo de ansias por dentro, pero ¿y si no era eso lo que me quería decir? Me estaba creando falsas esperanzas y no quería terminar mal por ello. Lo más seguro y lógico sería que le dijese que tenía novia o algo así. Cuando aquella idea pasó por mi mente, comencé a asustarme y a entristecerme. Si era eso lo que pensaba soltar por su boca estaba seguro de que no podría soportarlo. -He pensado mucho en ti durante todo este tiempo y te he necesitado más de lo que creí en un principio... -Mordió levemente su labio inferior.- Tenía miedo de que cuando te lo dijese te apartaras de mi lado y me despreciaras, fui un cobarde, -¿Cómo pudo solo acarciar la idea de que me separaría de él, de mi Lou? -probablemente será eso lo que ocurra ahora, pero necesito que sepas lo que siento, Harry. -Me miró con tanta intensidad que por un momento pensé que me atravesaría con la mirada. -Te quiero, pero no solo como una migo...siento por ti cosas que nunca sentí por nadie. -

En cuanto dijo eso no pude controlar lo que hacía, me lancé a sus brazos y le planté un beso en los labios. Esos labios que me volvían loco, los que siempre deseé probar ahora estaban correspondiendo con ternura a los míos. La felicidad que alcancé en ese momento no se puede describir con palabras. El mundo se había detenido a mi alrededor y solo podía sentir las manos de Louis acariciando con suavidad mis rizos mientras que seguía besándome. El oxígeno comenzó a hacernos falta y nos separamos.

-Yo también te quiero Lou, siempre lo hice, pero tampoco me atrevía adecírtelo. -Acariciaba mi mejilla y su sonrisa se volvió más radiante al oír mi respuesta. Volvimos a besarnos.

Nunca imaginé que haber subido a aquel tren terminaría por haber sido lo mejor que hice en mi vida.

N/A: Un delirante día del caluroso verano da para mucho. Amo a esta pareja de idiotas, me han cambiado la vida.

Train - OS (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora