1: "Cosas de gente grande..."

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El pequeño Oliver se encontraba solo en la sala pensando en lo que acaba de ocurrir... Tal vez si... abriera la puerta...

El pequeño con cuernos y cola se acercó a la "Entrada" y miro hacia un lado y hacia el otro vigilando que su padre no estuviese.

Finalmente abrió la puerta, la pequeña ángel seguía recolectando flores, de igual manera pensando en el "demonio".

-¿Montserrat? ¿Te llamabas así, verdad?- dice Oliver entrando y acercándose a Montserrat, está se asustó y volteo hacia Oliver.

-Si... Tu eres Oliver... me lo dijiste hace rato... ¿Eres un demonio?- dice mirando directamente a los ojos avellana del demonio.

-Si... Mi padre dijo que no podía volver a verte... ¡ni siquiera hablarte!

-Entonces...¿por qué lo desobedeces?

-Por que quiero hablar contigo tontita- dice tomando una flor de un pequeño arbusto y la acerca a su nariz, al momento estornudo.

-No soy tontita...- dice Montserrat haciendo un puchero y cruzando de brazos- Y esas son mis flores...¡no las arranques! Aún no están listas...

-Oh... lo siento- dice Oliver, por primera vez se sintió... ¿como era la palabra?... a si... se sintió culpable.

-¿Cuantos años tienes?- dice Montserrat.

-7 años humanos y 70 años infernales... ya soy niño grande.- dice con orgullo.- ¿y tú?

-Yo... tengo 6 años humanos y 60 inmortales.... soy más pequeña que tu...- dice mientras hace un puchero. 

-Tu nombre es muy largo- dice Oliver mientras alarga la letra "o"- te pondré un apodo.

-¿Que es un apodo?-dice Montserrat frunciendo en ceño.

-Yo lo uso con mis amigos, son nombres graciosos para no llamarte con tu nombre...por ejemplo, a ti podría ponerte por tu especie... "ángel"

-Bien... si puedes llamarme por mi especie yo puedo llamarte...- dice Montserrat pensando- "cuernitos"- dice sonriendo y soltando una angelical risa, literal.

-No es justo, el tuyo si esta bonito...

-Bien... que te parece igual por tu especie... demonio.

-Suena mejor así- ambos ríen, pero sus risas terminan cuando ven a Dios entrar y ve al pequeño demonio.

-¿Que haces aquí, Oliver?- dice Dios viendo al pequeño.

-Yo lo siento... solo hablaba con la ángel...
-No puedes estar aquí... perteneces al inframundo- dice Dios.

-Lo siento...- dice cabizbajo.- ¿puedo despedirme de mi ángel?

Dios algo sorprendido por el "mi" asiente lentamente.
El pequeño demonio de acerca a la ángel y se dan un tierno abrazo.
-Un día mi hermana me dijo que esto hace la gente grande  hace  cuando quieres a alguien...- susurra la pequeña angel separándose del abrazo y dejando un rápido beso de "pato" en los labios del demonio. Este algo confundido sonríe y susurra "Nos vemos en la puerta, en la noche "

Cuando sale Dios mira a la pequeña y esta mira hacia la "Entrada", esta esta sonriendo.

Dios nega con la cabeza, el sabe que no está bien esto, el es un demonio y puede herir a la pequeña angel, pero no dice nada y se retira. Pensaría hablar con la hermana de la pequeña seriamente...

El pequeño demonio entro con cuidado y por su suerte no había nadie así que fue a su habitación y quedo dormido pensando en lo que hace la gente grande cuando se quieren. "Tal vez eso es normal en... ¿como se llama?... ah, el cielo, tal vez..." pensó y cayó en un profundo sueño, al igual que la pequeña ángel solo que esta estaba entre las flores.

Guerra de Ángeles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora